La indignación ha alcanzado cotas máximas entre la judicatura viguesa. La decisión de la anterior Xunta de renunciar al tercer juzgado de Familia –cuando ya estaba comprometido para 2009– a cambio de un Mercantil que aún está en el aire ha acabado con la paciencia de jueces y procuradores. "Tomadura de pelo" o "chapuza" han sido algunas de las frases que se han escuchado de boca de distintos juristas, que califican de "inexplicable" la postura del bipartito y concluyen que, una vez más, se ha "ninguneado" a Vigo en materia de Justicia.En medio de este malestar general, el juez decano ha tenido la reacción más tibia al nuevo revés judicial que sufre la ciudad: Jaime Bardají declinó valorar la actuación de la Xunta – "se ha tomado en el ámbito político y no tengo nada que decir", afirmó– y se limitó a señalar que el escrito remitido por el anterior gobierno al Ministerio de Justicia pidiendo excluir la sala de divorcios "aclara" la razón por la que no se creará este año.
Como un "verdadero culebrón" calificaba un magistrado lo ocurrido con el tercer juzgado de Familia. Y no le faltaba razón. El nuevo capítulo de esta rocambolesca situación se conocía al desvelarse que el gobierno de PSOE y BNG modificó el acuerdo alcanzado por la comisión mixta del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG) y la propia Xunta –que consideraba "urgentísima" la sala–, remitiendo en diciembre de 2008 un escrito al ministerio renunciando a este juzgado ante la posible creación del Mercantil.
"Ha sido un error; se ha ninguneado a Vigo y se ha hecho sin consultar a la junta de jueces, de forma unilateral", expresaba un magistrado. Considera que Bardají debería haber convocado una junta para que los magistrados vigueses expresasen su indignación "de forma colectiva" por lo que ha ocurrido con Familia y también con el Mercantil, un tribunal "en el aire" ya que el Consejo General del Poder Judicial debe decidir aún si lo ubica en Vigo o en Pontevedra. "Al final nos vamos a quedar sin un juzgado y sin el otro", opinaba con pesimismo otro juez.
La reacción aún ha sido más rotunda por parte del decano de los procuradores. La estrategia de la Xunta con respecto a la sala que tramita los divorcios y separaciones es para Jesús González Puelles "una tomadura de pelo". "Para mí es una excusa increíble para no decir la verdad de lo que ha pasado; parece que nos están llamando tontos", afirmó este profesional, que recuerda que el juzgado de Familia se crea por una vía y un decreto distinto que el Mercantil. "No tiene nada que ver uno con otro; no había que renunciar a ninguno", dijo tajante, para añadir que el alcalde Abel Caballero debería "llamar" a todas las fuerzas vivas de la ciudad para realizar un "frente común" debido a las "injusticias" que está sufriendo Vigo.
Y mientras, el juez decano sólo señaló que ya ha remitido el escrito al presidente del TSJG con respecto a lo ocurrido con la sala de Familia y que se seguirá peleando por este juzgado. "Vamos a ver; estamos en eso", zanjó sin querer añadir ninguna valoración de lo ocurrido.
Elección
El ex consejero de Justicia, Xosé Lois Méndez Romeu, justificó por su parte la decisión en que "había un cupo de unidades, y lo prioritario era el Juzgado Mercantil, por eso se planteó". En este sentido manifestó que "era necesario optar por uno y la mayor demanda se producía en esta sala".
Fuente: farodevigo.es
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