La Audiencia Provincial ha dado la razón a un juez que obligó a un joven de 26 años a abandonar la casa de sus padres, ubicada en Málaga capital, ya que el chico ni trabajaba ni estudiaba, siendo sus progenitores, a los que agredió física y verbalmente, los que seguían sufragando sus gastos. El individuo estaba todavía en primer curso de Derecho, carrera en la que se matriculó en 2007, habiendo solo aprobado tres asignaturas. Tampoco trabajaba, a pesar de haber ganado dinero en operaciones bursátiles, e, incluso, sus padres le pagan la letra de un coche que le habían comprado.
Lee toda la noticia AQUI
No hay comentarios:
Publicar un comentario