sábado, febrero 17, 2007

Un "torrente" de boina roja

Consuelo de la Peña, el El Diario Montañés, informa sobre la condena de un ertzaina a 15 meses de prisión por agredir a dos policías locales de Laredo:

Después del accidente , congestionado y sudoroso, el ertzaina se vio sorprendido por dos agentes locales que, ajenos a su condición de policía autónomo vasco, le pidieron la documentación del turismo. El requerido reaccionó con furia e hizo valer su posición: "¡Qué pasa, torrentes, vosotros no sabéis con quien estáis hablando, que soy ertzaina!", y a partir de ahí se armó el tiberio, una trifulca que terminó con el policía autonómico en el cuartel de la Guardia Civil, esposado, y dos policías municipales heridos.
Ahora la sección primera de la Audiencia de Cantabria ha confirmado la condena que le impuso el Juzgado de lo Penal número 1: un año y tres meses de prisión como autor de un delito de atentado, 720 euros de multa por sendas faltas de lesiones y 400 euros de indemnización para los agentes heridos. La bravata le salió cara al ertzaina.
Todo ocurrió en Laredo, el 29 de enero de 2005. Eran las siete de la tarde cuando Juan U.M. chocó con su vehículo contra un muro de la Avenida de Francia. Dos agentes locales se acercaron al turismo y encontraron a su conductor sudoroso y congestionado.
Cuando le requirieron la documentación del vehículo, éste se abalanzó sobre uno de los policías intentando agredirle, al tiempo que decía "¡qué pasa, torrentes, vosotros no sabéis con quien estáis hablando, que soy ertzaina!".
La advertencia hizo que los agentes le cachearan para comprobar si realmente llevaba un arma. Pero al intentar detenerle y ponerle las esposas, él respondió gritando que no le engrilletasen, que era ertzaina, siguiendo con manotazos y golpes, al tiempo que decía "hijos de puta, os voy a matar".
Según declara probado la sentencia, el detenido protagonizó un gran forcejeo, en el que cayó al suelo junto a un agente. Como la gresca subía de tono y el policía vasco se volvía cada vez más violento, los municipales optaron por recabar la ayuda de una patrulla de la Guardia Civil mientras intentaban reducir al detenido en el suelo y colocarle las esposas. Después de un gran esfuerzo, consiguieron poner los grilletes a Juan U.M. y trasladarle a los calabozos, donde el detenido prosiguió con sus insultos y amenazas, dando cabezazos para autolesionarse. La resolución judicial destaca que los agentes sufrieron varias erosiones en distintas partes del cuerpo, que requierieron asistencia médica.
El Juzgado de lo Penal condenó al ertzaina, que se encuentra en situación de excedencia, como autor de un delito de atentado y de dos faltas de lesiones.

Lo que no nos cuenta De La Peña es porqué el ertzaina estaba sudoroso y congestionado, ni la causa de que se estrellase su vehículo contra un muro. Tal vez estuviera "apatrullando" Laredo.

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