martes, febrero 22, 2011

Vigo: Una justicia de espacios milimétricos

Los pasillos de los juzgados vigueses ya no solo funcionan como zonas de paso. Ahora muchos de ellos están poblados de estanterías sobre las que se acumulan decenas de causas que se quedaron sin sitio en su lugar natural. Esta imagen, la de los expedientes apilados a la vista de cualquiera, es una de las más claras evidencias de que los dos edificios judiciales de la calle Lalín no dan más de sí. Sus 18.873 metros cuadrados rozan la saturación. En alguna sala hasta usan el baño como improvisado archivo.


Con este panorama, y ante la certeza de que la Cidade da Xustiza tardará años en ser realidad –el proyecto acaba de encarar otro atraso–, no hay dudas sobre el mayor problema que afronta la Justicia en Vigo: encontrar espacio donde seguir creciendo.

La actividad de la mayoría de los 34 juzgados vigueses no deja de crecer. En consonancia con el resto del país, los tribunales de la ciudad más poblada de Galicia han sufrido la dureza de la crisis en forma de más trabajo.

¿Cifras? La última memoria del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia indica que las salas –incluyendo las dos secciones de la Audiencia– registraron 102. 613 asuntos en un año. Y eso sin contar la actividad del Servicio de Notificaciones y Embargos, de los profesionales forenses o de la Oficina de Atención al Ciudadano: si se suman los juzgados y demás servicios –no se incluye en la estadística de asuntos la Fiscalía y el Registro Civil–, son más de 167.000 las causas, diligencias y demás trámites que se generan anualmente en dos edificios donde trabajan casi 530 personas y entran a diario cientos de ciudadanos y profesionales (en Vigo ejercen 1.271 abogados y 133 procuradores).

Pero la creciente actividad judicial lucha con un gran escollo: la tan reiterada falta de espacio. Y es que el problema no es reciente. Las salas creadas en los últimos cuatro años ya obligaron a echar mano de soluciones imaginativas que supusieron el sacrificio de servicios como una biblioteca o la habilitación de los nuevos tribunales en un ático que antiguamente era vivienda o en un semisótano sin casi luz natural. Estos dos últimos casos hacen referencia al Mercantil y al nuevo Juzgado de Primera Instancia 14. Su reducido espacio les impide contar con sala de vistas y tienen que ir a la del Registro Civil. También debe trasladarse, en este caso varias veces al día y de un edificio a otro, la secretaria del juez decano: los despachos de ambos están a más de 200 metros de distancia.

Soluciones

La judicatura aguarda una solución provisional para albergar más tribunales. ¿Cabe otra reforma in extremis en los saturados edificios? ¿Habrá que recurrir a alquilar inmuebles? El juez decano, Germán Serrano, dice tajante que la solución más “digna” para ganar sitio pasa por trasladar el Registro Civil al centro de la ciudad. Un proyecto que, sin embargo, aún no se ha concretado, pese a que el nuevo inquilino de la calle Lalín, la previsible sexta sala de lo Social, se espera para final de año.

Sea cual sea la solución, los juzgados seguirán quedándose pequeños hasta que la Cidade da Xustiza esté en pie. “¿Si viene un funcionario de refuerzo? ¡Si solo hay hueco sobre los armarios!”, ironiza una funcionaria de lo Penal ante una oficina que acumula expedientes hasta sobre las sillas.


Fuente: farodevigo.es

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