viernes, julio 16, 2010

Valladolid: Justicia gastará 8.000 euros en el jurado de un juicio por allanamiento

El Ministerio de Justicia se gastará unos 8.000 euros para celebrar la vista oral prevista durante tres días de la semana que viene, en la que se juzgará a un joven, soldado de profesión, como autor de dos delitos de allanamiento de morada cometidos durante las fiestas de la Virgen de San Lorenzo del 2008, cuando el acusado, que había consumido varias bebidas alcohólicas, fue encontrado dormido en un piso en el barrio de la Rondilla. La Fiscalía de Valladolid solicita 21 meses de pena y el pago de una indemnización de 74 euros por los desperfectos que ocasionó el joven en una persiana de la vivienda.


El juicio deberá celebrarse con un tribunal de jurado integrado por nueve personas y dos suplentes. Previamente, la Audiencia Provincial ha elegido a 36 candidatos residentes en la provincia de Valladolid, para poder formar un grupo de 20 que servirán a las partes, acusadora y particular, para designar el jurado titular de nueve miembros definitivos.

Esta circunstancia hace que tal y como establece la ley del Jurado se tengan que abonar las dietas y kilometrajes, tanto de los seleccionados como de los que se rechazan. Además, el Ministerio deberá de pagar 67 euros por persona y día en concepto de alojamiento, y otros 37 euros para las comidas y cenas de los tres días previstos.

Según indicaron fuentes judiciales, «este importante gasto se podría haber evitado si el juicio lo hubiera celebrado un tribunal profesional formado por tres magistrados, que en una mañana habrían concluido». Las mismas fuentes cuestionaron que la ley atribuya al jurado el delito de allanamiento que no requiere complejidad y, sin embargo, supone poner en marcha una infraestructura judicial que acarrea tiempo y dinero.

La Fiscalía de Valladolid ha tratado de llegar a un acuerdo con la defensa del acusado, respecto a la posibilidad de pactar una pena, que sería inferior a los 21 meses, pero no ha sido posible.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 9 de septiembre cuando R. V. S. se introdujo en una vivienda de la calle Serafín entrando a través de la ventana que había quedado abierta y que daba a la terraza del comedor.

Una vez dentro, y en ausencia de sus moradores, el acusado se tumbó en la cama y se quedó dormido hasta que fue sorprendido por los inquilinos. Según la Fiscalía, el joven había intentado antes entrar en otro piso de estudiantes del mismo edificio sin lograrlo, pero causando daños en la persiana y donde olvidó la cartera.

Fuente: nortecastilla.es

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