¿Crisis? Extremadura dispara un 40% las subvenciones al desarrollo

La Junta de Extremadura ha decidido que ni siquiera la mayor crisis de las últimas décadas va a frenar su ¿solidaridad? Su presupuesto para ayuda al exterior crecerá un 40% este año, hasta los 16 millones de euros.


Según informa El periódico de Extremadura, el presupuesto anual de la administración regional “destinado a los proyectos de cooperación con el tercer mundo aumentará un 40%”. De esta manera, el Ejecutivo de Guillermo Fernández Vara destinará a través del nuevo Plan General de la Cooperación Extremeña 2010-2013 casi 16 millones de euros anuales hasta el 2013, lo que supone un total de 63,5 millones a proyectos de desarrollo en otros países, el triple que hace un lustro.

Resulta cuanto menos curioso que el mismo día en que se conoce que Moody’s, la agencia de calificación, ha rebajado la nota de la deuda extremeña de 'Aa1' a 'Aa2' también se sepa que la Junta aumenta el presupuesto destinado en subvenciones al Tercer Mundo. Es decir, que aunque su deuda esté menos valorada en los mercados, al Gobierno extremeño no le importa gastarse el dinero de sus ciudadanos en supuestos proyectos de colaboración.

En el reportaje en el que aparece dicha información, se titula que la crisis eleva la solidaridad en la región, que invierte el máximo en cooperación. Sin embargo, este tipo de afirmaciones puede llevar a engaño, porque nada tiene que ver la caridad individual, legítima y moralmente loable, con la supuesta “solidaridad” gubernamental, que se da en función de los muy peculiares criterios del político de turno.

Además, los mejores estudios sobre la materia demuestran que aquella ayuda ciudadana concedida libremente es más efectiva que la canalizada por las autoridades, que suelen ser rehenes de amiguismos y burocracia.

De esta manera, es motivo de celebración que organizaciones como Caritas, Cruz Roja o Farmamundi afirmen que con la crisis han aumentado “las aportaciones económicas o en especie” de los extremeños.

Sin embargo, nada tiene que ver este loable gesto de cada uno de los ciudadanos de la región con la imposición de su Gobierno, que se cuelga medallas por su “ayuda” al Tercer Mundo con el dinero de sus contribuyentes. Y encima, pone en peligro la sostenibilidad de las cuentas públicas en una situación económica tan complicada como la actual.

Extremadura no es una de las comunidades más endeudadas, pero el 6,2% de deuda respecto al PIB que registraba a finales de 2009 es casi dos puntos superior al 4,3% que tenía en el tercer trimestre de 2008. Incluso, su presidente, Guillermo Fernández Vara, admitió hace pocas fechas que su región tiene un problema de déficit público, que no parece haberle importado demasiado a la hora de fijar el presupuesto para ayuda al desarrollo.

Fuente: Libertad Digital