El ''temible'' buen rendimiento de los tribunales especiales desplegados en Sudáfrica durante la Copa del Mundo de fútbol-2010 demostró que, en este país, la eficacia de la justicia depende de la voluntad política y de los medios utilizados para enfrentar la criminalidad. Los tribunales de excepción "han creado un precedente", subraya Sandy Singh, profesor de Derecho en la Universidad del Kwa Zulu-Natal. "Han demostrado que la eficacia es posible si existe la voluntad política para ello", se explica.
"Hasta ahora, pensábamos que la policía no tenía remedio, los tribunales estaban desbordados. Ahora, le gente se va a mostrar más exigente", avala por su parte Gareth Newham, del Institute for Security Studies (ISS).
Mientras que se pusieron a disposición traductores a un centenar de lenguas para los tribunales del Mundial, el somalí Salim Omar ha visto su juicio postergado en cinco ocasiones desde el 5 de junio pasado, por falta de un intérprete. "Yo quiero limpiar mi nombre, pero la justicia me abandona", se queja este joven hombre, acusado de cortes y lesiones.
Una experiencia muy común en un país donde se registran 50 asesinatos diarios, y donde aquellos que no disponen de los medios para pagar una fianza pasan meses entre rejas en régimen de prisión preventiva, incluso por pequeños delitos.
"La gente espera un mínimo de ocho meses para que su juicio comience", señala Golden Miles Bhudu, de la Organización de presos por los Derechos Humanos. "Pueden pasar entre tres a ocho años antes que se pronuncie una sentencia", añade. Paralelamente, con mucha frecuencia los criminales escapan a sus sentencias a causa de investigaciones frustradas.
Sin embargo, los 56 tribunales de urgencia dedicados a la Copa del Mundo en las nueve ciudades sedes de la misma, supieron tratar los casos de manera muy expeditiva, demasiado para algunos.
Según el ministerio de Justicia, las 172 investigaciones iniciadas desde el 26 de mayo sobre delitos vinculados al Mundial, se han traducido en un total de 104 autos de procesamiento, una tasa récord del 60%. Los sospechosos han sido en algunos casos juzgados en apenas 48 horas, y con penas duras, de hasta dos años de prisión por un simple robo.
Las autoridades prometen que aprenderán de esta experiencia. Los tribunales especiales "funcionan como una máquina bien aceitada", dijo el portavoz del ministerio, Tlale Tlale. "Tenemos que examinar este modelo con una mirada crítica para extraer los aspectos positivos", explicó el responsable.
Mientras los tribunales ordinarios están abiertos seis horas por día, los del Mundial lo hacían hasta las 23H00 locales (GMT+2), contando con todo el personal de apoyo necesario, incluidos los días festivos, con un presupuesto de 45 millones de rands (casi 5.000.000 de euros).
La policía también fue reforzada para la competición, con una formación especial y la contratación de 44.000 agentes adicionales.
"Nuestro enfoque integrado ha funcionado maravillosamente", destacó este viernes el ministro adjunto de la Policía, Fikile Mbalula. "Es una de las cosas que debemos mantener. No hubo justicia por un lado y policía por el otro", continuó el jerarca.
Los esfuerzos realizado para la misa mayor del fútbol no se relajarán una vez que la atención del mundo se desvíe del país, prometió: "No habrá vuelta al punto de partida", apostilló.
Para muchos expertos, sin embargo, la delincuencia común, que afecta especialmente a los townships, donde el desempleo ha seguido siendo una constante durante el torneo, continuó lejos de las cámaras de televisión.
"La policía sola no va a resolver en un plazo corto la violencia doméstica y socio-económica", advierte Chandre Gould del ISS.
Fuente: terra.com
"Hasta ahora, pensábamos que la policía no tenía remedio, los tribunales estaban desbordados. Ahora, le gente se va a mostrar más exigente", avala por su parte Gareth Newham, del Institute for Security Studies (ISS).
Mientras que se pusieron a disposición traductores a un centenar de lenguas para los tribunales del Mundial, el somalí Salim Omar ha visto su juicio postergado en cinco ocasiones desde el 5 de junio pasado, por falta de un intérprete. "Yo quiero limpiar mi nombre, pero la justicia me abandona", se queja este joven hombre, acusado de cortes y lesiones.
Una experiencia muy común en un país donde se registran 50 asesinatos diarios, y donde aquellos que no disponen de los medios para pagar una fianza pasan meses entre rejas en régimen de prisión preventiva, incluso por pequeños delitos.
"La gente espera un mínimo de ocho meses para que su juicio comience", señala Golden Miles Bhudu, de la Organización de presos por los Derechos Humanos. "Pueden pasar entre tres a ocho años antes que se pronuncie una sentencia", añade. Paralelamente, con mucha frecuencia los criminales escapan a sus sentencias a causa de investigaciones frustradas.
Sin embargo, los 56 tribunales de urgencia dedicados a la Copa del Mundo en las nueve ciudades sedes de la misma, supieron tratar los casos de manera muy expeditiva, demasiado para algunos.
Según el ministerio de Justicia, las 172 investigaciones iniciadas desde el 26 de mayo sobre delitos vinculados al Mundial, se han traducido en un total de 104 autos de procesamiento, una tasa récord del 60%. Los sospechosos han sido en algunos casos juzgados en apenas 48 horas, y con penas duras, de hasta dos años de prisión por un simple robo.
Las autoridades prometen que aprenderán de esta experiencia. Los tribunales especiales "funcionan como una máquina bien aceitada", dijo el portavoz del ministerio, Tlale Tlale. "Tenemos que examinar este modelo con una mirada crítica para extraer los aspectos positivos", explicó el responsable.
Mientras los tribunales ordinarios están abiertos seis horas por día, los del Mundial lo hacían hasta las 23H00 locales (GMT+2), contando con todo el personal de apoyo necesario, incluidos los días festivos, con un presupuesto de 45 millones de rands (casi 5.000.000 de euros).
La policía también fue reforzada para la competición, con una formación especial y la contratación de 44.000 agentes adicionales.
"Nuestro enfoque integrado ha funcionado maravillosamente", destacó este viernes el ministro adjunto de la Policía, Fikile Mbalula. "Es una de las cosas que debemos mantener. No hubo justicia por un lado y policía por el otro", continuó el jerarca.
Los esfuerzos realizado para la misa mayor del fútbol no se relajarán una vez que la atención del mundo se desvíe del país, prometió: "No habrá vuelta al punto de partida", apostilló.
Para muchos expertos, sin embargo, la delincuencia común, que afecta especialmente a los townships, donde el desempleo ha seguido siendo una constante durante el torneo, continuó lejos de las cámaras de televisión.
"La policía sola no va a resolver en un plazo corto la violencia doméstica y socio-económica", advierte Chandre Gould del ISS.
Fuente: terra.com
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