domingo, agosto 26, 2007

Reino Unido: Las autoridades encubren los "crímenes de honor" que cometen los musulmanes

Los tribunales británicos han condenado al padre y al tío de una muchacha kurda asesinada por ellos a cadena perpetua. El juicio ha recordado que los ‘crímenes de honor’, en los que mueren al menos doce mujeres todos los años en el país, son encubiertos no sólo por la comunidad musulmana sino, además, por las autoridades británicas.

En 2006, Banaz Mahmod, una chica kurda de 20 años que creía que vivía en el civilizado Londres, fue violada y golpeada durante dos horas y después estrangulada hasta la muerte. Sus asesinos fueron su propio padre, su tío y un matón contratado por éstos y el motivo por el que lo hicieron fue que la muchacha se había enamorado del hombre equivocado, en vez de del señalado por su familia musulmana: había abandonado al marido con el que la obligaron a casarse a los 17 años.

Los asesinos la mataron en la casa familiar y después metieron el cuerpo destrozado de la chica en una maleta y lo enterraron en un jardín, donde se encontró unos meses después.

La Policía encontró dificultades para identificar a la joven y descubrir a sus asesinos debido a la falta de colaboración de la comunidad kurda. Los kurdos suelen considerar estos ‘crímenes de honor’ asuntos particulares y hasta los aprueban. La pista definitiva fue una carta que Banaz Mamad escribió a la Policía en la que, aterrorizada, revelaba que se había planeado su muerte y daba una lista de los posibles asesinos.

Entonces, la Policía detuvo al matón y lo metió en la cárcel. Allí grabó una conversación con otro preso en la que describía el asesinato con satisfacción y hasta detalles morbosos como las sevicias sexuales que cometió sobre la chica.

A mediados de julio de este año, un tribunal condenó a los dos familiares de Banaz a cadena perpetua. Otros sospechosos pudieron huir a Irak. El padre, Mahmod Mahmod, de 54 años, solo podrá ser puesto en libertad después de cumplir 20 años de prisión y el tío, Ari, de 51, tendrá que esperar 23 años.

Según la Policía, en el Reino Unido mueren cada año más de doce mujeres asesinadas por incumplir normas tribales como los matrimonios pactados, el velo o el enclaustramiento en sus casas o por rebelarse ante ellas. Las mujeres y sus asesinos, casi todos familiares, suelen ser de origen kurdo, pakistaní, afgano, nigeriano y turco principalmente; todos tienen en común la religión musulmana. Aparte del asesinato, las víctimas pueden sufrir violaciones, secuestros, palizas, abortos, mutilaciones y desfiguraciones.

Los profesionales que tratan con estas víctimas denuncian que las autoridades británicas no investigan muchos de estos denominados ‘crímenes de honor’ para conseguir el supuesto mal menor de no deteriorar las relaciones con las comunidades musulmanas y así descubrir complots terroristas. En el Reino Unido hay 1,6 millones de musulmanes.

En 2007, por primera vez desde el reconocimiento de estos delitos de carácter musulmán, el sistema informático de Scotland Yard los registrará en una categoría especial, separada del resto de las violaciones y asesinatos, lo que ayudará a la Policía a identificar a las mujeres en peligro.

Sin embargo, el mayor motivo de la comisión de los ‘crímenes de honor’, la religión musulmana se mantendrá. Para numerosos imanes y jeques, matar a una mujer díscola es agradable a Alá, tanto en Europa como en Asia.



Fuente: Minuto Digital

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