miércoles, junio 06, 2007

Alicante: Trabajo a destajo en el Registro Civil

Sin tener tiempo ni para tomar agua. Los funcionarios del Registro Civil de Alicante trabajan a destajo desde que las puertas del juzgado se abren a las nueve de la mañana. Según fuentes del juzgado, los 17 empleados de la plantilla atienden cada día a una media de 300 personas. La mayoría tan sólo quieren información y para ello han de soportar largas colas durante más de una hora. Además, entre cien y 150 usuarios se quedan sin poder realizar sus expedientes de matrimonio o de nacionalidad porque a las nueve de la mañana ya se han acabado los números. Para conseguirlos, algunos madrugan y hacen cola en la puerta del Palacio de Justicia desde antes de las ocho.

Los expedientes de nacionalidad y los de matrimonio son, sin duda, la sección más conflictiva en el Registro Civil de Alicante. Cada día se entregan entre 40 y 50 números para realizar estos trámites y a las nueve de la mañana ya están agotados. Si sobra tiempo se atiende al resto de la gente que hace cola. Entre los que piden información y los que quieren aportar nuevos datos a la documentación registrada con anterioridad, los funcionarios atienden a más de un centenar de personas. Cuando a las 13 horas se cierran las puertas al público, se sigue trabajando para atender las peticiones por e-mail y poner los documentos al día.

«El teléfono está colapsado continuamente», explica una funcionaria. «Nosotros tardamos en tramitar un expediente de nacionalidad una media de quince días, pero luego en Madrid se pasan dos años y ahora están resolviendo los de julio del 2005». Mientras tanto, «mucha gente nos llama preguntando cómo va su solicitud».

Para dar mayor agilidad a las tramitaciones y las peticiones de información, los propios funcionarios han tenido que crear una base de datos con todos los nombres de los extranjeros, sus datos y el número de expediente. De este modo, se puede localizar la documentación rápidamente.

«Debería de haber alguien que diera información en la entrada», señalaba ayer Daniel Garay, un cubano de 26 años que ya ha tenido que ir cuatro veces al Registro por su expediente matrimonial. «A veces hay que esperar mucho sólo para que te informen».

La juez Virtudes López Lorenzo indica que las informaciones a veces pueden requerir mucho tiempo de los funcionarios. «Algunas son fáciles de responder, pero para otras hay que realizar consultas».

La situación no es mejor en la sala de inscripciones y certificados, por donde cada día pasan más de 150 personas. Aunque para este tipo de trámites no hay que solicitar número, las colas son interminables. «Aquí se pide la vez», explicaba ayer una madre, que tras dar a luz hace cuatro días llevaba esperando una hora en la puerta del juzgado. Sólo ayer, las dos funcionarias encargadas de inscribir a los bebés atendieron a 40 personas.

El Registro, además, se ha convertido en una especie de punto de información «y todo el mundo viene a preguntarnos, incluso por el Colegio de Abogados o por otros juzgados», señalan. El personal que no tiene funciones de atención al público, pero que trabaja junto al mostrador, se ve acosada por las preguntas de los usuarios. «Llevamos retrasos de meses porque no nos dejan trabajar», explican.


Fuente: La verdad.es

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