miércoles, junio 18, 2008

Entrevista a Teresa Gisbert, Fiscal jefe de Valencia

Un retoque de color en los labios antes de sentarse -para "estar presentable"- precede la entrevista. Teresa Gisbert apoya las manos en su escritorio y se inclina hacia adelante para empezar a radiografiar la situación de la Fiscalía. La mesa está despejada. No se apoya en papeles con estadísticas ni en tablas porque no las necesita. Domina los datos con precisión.


También los tiempos. Considera que todavía es pronto para emitir ciertas conclusiones aunque avisa de que será combativa en aquellos asuntos que lo requieran. "Soy una persona que se cree lo que hace y que disfruta haciéndolo", advierte. La Fiscalía que dirige, sentencia, "está abierta al ciudadano".

Pregunta. No sé si llamarla fiscal jefe o fiscala jefa...

Respuesta. Lo tengo claro: la fiscal jefe. Entiendo que fiscal es un término profesional y, por lo tanto, es fiscal jefe. Firmo la fiscal jefe. Pero es que la fiscala jefe... suena fatal.

P. ¿Cree que se exagera con estas cosas?


R. Es evidente que los continentes arrastran contenidos y no es ninguna tontería usar un léxico u otro. Pero hay cosas que son un poco forzadas. Hablar de fiscala a mí no me gusta. El fiscal es una institución, no es un género.

P. Entremos en materia. La suya, ¿es una Fiscalía dinámica?

R. Es muy dinámica en volumen de denuncias, fiscales y expedientes.

P. Los jueces hablan de colapso, ¿sucede aquí lo mismo?

R. Hablar de colapso en los juzgados es generalizar demasiado. No todos están colapsados ni todos lo mismo. La Fiscalía no está colapsada pero necesita más medios, eso es evidente. El fallo más importante está en los juzgados de ejecutorias y por eso tienen un refuerzo. Yo ahora voy a pedir que se refuerce también de fiscales y funcionarios para las ejecutorias porque no tiene sentido que hagamos todo el trabajo previo y luego no se ejecuten las sentencias. No hay duda de que hacen falta más medios y unas leyes más modernas.

P. Una Fiscalía con un gran volumen de trabajo en la que hacen falta más personas, ¿están bajo mínimos?

R. Lo primero que necesitamos son más funcionarios. Si queremos una justicia ágil hay que aumentar la plantilla. Tenemos pocos, ochenta para ciento siete fiscales. Llevamos papel que entra y sale de los juzgados y somos una Fiscalía muy dinámica en diligencias de investigación penal. No sólo tramitamos lo que viene de los juzgados. Estamos en conversaciones con la Conselleria de Justicia porque consideramos que el refuerzo que nos ofrecen no es suficiente.

P. De medios materiales tampoco andan muy sobrados...

R. Faltan. Los fiscales en su ordenador no tienen acceso a internet o yo misma, que no tengo escaner. Es muy fuerte pero es así.

P. ¿Cree que hay voluntad para atajar estas carencias?

R. Sí la veo pero el problema es económico. No soy la que decide dónde va el dinero pero parece que para unas cosas lo hay y para otras, menos. Voluntad sí que existe, ahora hay que ver que se puedan cumplir los compromisos con el dinero que tienen. Estoy esperando cosas.

P. En el área de Menores, los problemas con la plantilla del equipo técnico está causando más de un quebradero de cabeza...

R. La falta de personal retrasa la instrucción de los procedimientos. Si ése informe se retrasa, se retrasa todo. La Conselleria asegura que el problema está en vías de solución. Fuera de esto, el tema de menores funciona muy bien.

P. La inversión en este área, ¿es suficiente?

R. Hay que invertir lo más posible y buscar medios que sean reeducativos. Porque cuanto más invirtamos en ellos, menos tendremos que invertir en el mañana.

P. Le Ley del Menor ha recibido críticas al considerarla blanda...

R. Quien diga que es blanda habla desde el más puro desconocimiento. Lo más grave es que la sociedad no la conoce. No se puede legislar ni para casos concretos ni a golpes de titular de periódico. La Ley del Menor es dura y permite imponer hasta diez años en régimen cerrado. Es una ley buena pero desconocida. Eso de que eres menor y no pasa nada no responde en ningún caso a la realidad. Sí que pasa. Hay una tendencia en el derecho penal de adultos que debe copiar lo que se ha hecho.

P. Otro asunto que afecta a los adolescentes es el acoso escolar, en auge en los últimos años. ¿Se está exagerando?

R. Se ha exagerado, sin duda. No habrá ni el 10% de lo que se ha dicho. Otra cosa es que haya una mayor agresividad y violencia en los colegios. No es acoso que dos compañeros riñan o discutan.

P. Y, ¿dónde está el límite?

R. El acoso se produce por hechos en los que la víctima es sometida a una situación donde queda anulada. Para eso hace falta un periodo de tiempo y hechos continuados. Siempre digo que tanto el acoso escolar como la violencia de género no sería posible sin el silencio cómplice y cobarde de los demás.Tenemos que mojarnos todos.

P. Hablando de violencia, la fiscal jefe de Valencia ¿cree en la reeducación de los maltratadores?

R. Considero que algunos son reeducables y otros es muy difícil porque creen que no tienen nada que reeducar. Se les debe exigir que pongan de su parte y que se sometan a esos cursos.

P. ¿Hay algún asunto que le preocupe sobre el resto?

R. La violencia de género es uno de ellos. Cualquier víctima que quiera asesoramiento ha de saber que tiene Fiscalía abierta. El medio ambiente también y los asuntos que afectan a las personas discapaces.

P. Con su experiencia, ¿hay algo que le quede por hacer?

R. Claro que sí. Tengo que hacer que la Fiscalía siga siendo magnífica y preste un mejor servicio a la sociedad. Mi interés es gestionarla bien, potenciarla y ofrecer a los fiscales todos los medios para que cumplan sus funciones en las mejores condiciones. Pediré lo que tenga que pedir y donde corresponda.

Fuente: elmundo.es

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