martes, noviembre 10, 2009

Galicia: Sin fórmula mágica para el sudoku judicial

‘La situación es de un estrés tremendo; resulta muy complicado aguantarlo y soportarlo’, alerta Miguel Ángel Minguillón, funcionario del servicio de Notificaciones y Embargos del juzgado de Santiago. ‘Los armarios están llenos de papel, cada procedimiento hay que graparlo’. Más de 166.000 casos están pendientes de resolver en los juzgados gallegos y la situación se ha complicado en los últimos meses con la crisis. La carga de trabajo en las salas del Mercantil ha aumentado en un 200% debido a los concursos de acreedores y a las quiebras de empresas, las de lo Social acumulan expedientes de despido y casi todos los juzgados están saturados.



"Son los mismos problemas que venimos arrastrando desde hace años y décadas: faltan jueces y secretarios, no se implantan las tecnologías necesarias y no existe una estructura adaptada a nuestros tiempos", lamenta el procurador Santiago Gómez.

‘Puede que la incorporación de medios informáticos y la nueva organización del sistema judicial mejoren algunos aspectos, pero la raíz del asunto está en la capacidad resolutiva: faltan jueces’, argumenta Antonio Fraga, juez decano de La Coruña. ‘El problema fundamental son las dilaciones, que llegan a años y años, hasta que se obtiene la sentencia y se ejecuta esa resolución. Un juzgado Civil en La Coruña no puede atender más de 720 pleitos anuales y está recibiendo 1.400. O se duplican las plazas de jueces o no se adivina solución alguna’.

‘Los secretarios tenemos una función poco definida y acabamos haciendo de todo un poco y a veces parece que no hacemos nada’, explica Marta Guitiérrez, secretaria del Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo. ‘Nuestro despacho es como un cajón de sastre’.

Para Evaristo Nogueira, decano del Colegio de Abogados de Santiago, falta un poco de sentido común (‘además de jueces y medios’, añade). ‘No es únicamente un problema de dinero o inversiones, debería aplicarse más el sentido común en la estructura piramidal que rige la Administración de Justicia’.

‘Estamos exactamente igual que hace diez años y un siglo’, lamenta Ángel Pantín, presidente de la Sección 6ª de la Audiencia Provincial de La Coruña. ‘Es imprescindible que se actualice la estructura. Cualquier oficina de tamaño medio tiene unas pautas de funcionamiento y nosotros, sin embargo, no regimos por unas leyes de procedimientos que no prevén nada sobre el día a día en los juzgados’.

‘En el último año sólo hemos llevado a juicio un 6% de los asuntos que entran en el juzgado; no podemos hacer un dispendio en casos que van a ser archivados’, apunta Carlos Varela, fiscal superior de Galicia.

‘Cuanto mayor es la demanda de jurisdicción y tutela del órgano judicial, mayor debe ser la agilidad con la que debe responderse’, indica Miguel Ángel Cadenas, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Galicia. ‘Existe un problema de topes y hay que adaptar el servicio a las necesidades actuales’.

Todas las partes consultadas coinciden en el diagnóstico. En Galicia hay en este momento 318 jueces y la Sala de Gobierno del TSJG estima necesario crear otras 36 plazas, pero las plantillas no se amplían al ritmo demandado La realidad no permite desperdiciar recursos en cuestiones de pequeña intensidad que colapsan el sistema.

Redefinición del sistema

La mediación, en vista de los resultados obtenidos en el programa piloto del Juzgado de Familia número 6 de Santiago de Compostela, puede ser muy efectiva cuando los contendientes tienen que mantener la relación en el futuro. Los equipos de mediadores evitan que lleguen a los tribunales problemas que nunca deberían haber entrado en los juzgados.

Los defensores de la mediación saben que esa puede ser un pieza importante en la demandada redefinición del sistema judicial, pero el puzzle es complicado y han de encajar todas las piezas: la Ciudades de la Justicia, la nueva oficina, las jurisdicciones especializadas y los juzgados de comarca son algunas de las propuestas que generan más esperanzas.

‘Habría que apostar firmemente por una nueva demarcación territorial, que sustituya a la organización propia del siglo XIX que rige el sistema judicial en la actualidad’, indica Carlos Varela, fiscal superior de Galicia. ‘La nueva estructura ha de articularse partiendo de las áreas metropolitanas y las comarcas’.

El presidente do Tribunal Superior de Justicia de Galicia confía en la implantación de la nueva oficina judicial y en el plan de modernización anunciado por el gobierno gallego. Alerta de las carencias de jueces, lamenta la falta de armonía en todos los órdenes, y reconoce que la planta judicial está caduca. ‘Los sistemas de mediación y los juzgados de comarca pueden ofrecer soluciones interesantes. También habría que prever la creación de partidos especializados porque ayudaría a solventar mejor algunos asuntos’, explica Miguel Ángel Cadenas.

Para Ángel Pantín, presidente da Sección 6ª de Audiencia Provincial de La Coruña, el principal problema no están en los órganos judiciales, sino en el número de magistrados. ‘No hay los suficientes jueces. Eso hace que el sistema colapse y se acumulen retrasos en las resoluciones’.

‘Yo creo que medios técnicos los hay, lo que falta es implantarlos’, apunta Santiago Gómez. Este procurador, al igual que la mayoría de las fuentes consultadas, piensa que la nueva oficina judicial modernizará notablemente el sistema. Pero en los despachos de los juzgados también hay escépticos.

‘La nueva oficina judicial traerá problemas porque los actuales edificios no están preparados’, aventura Antonio Fraga; el juez decano de La Coruña también advierte de que las plantillas actuales no están diseñadas para los que implica la nueva oficina judicial’.

‘Para que la justicia funcione es necesario que los políticos le presten atención’, indica Evaristo Nogueira, decano del Colegio de Abogados de Santiago. ‘Es necesario que haya una perfecta coordinación y espíritu de colaboración entre el Ministerio de Justicia y las Comunidades Autónomas’, resume.

Fuente: atlantico.net

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