Un juez de la ciudad india de Pune, cerca de Bombay, ha concedido el divorcio a una mujer al considerar que su marido incurrió en "crueldad" al no permitirle ver sus telenovelas favoritas. Esa circunstancia fue determinante para conceder el divorcio a la pareja, que llevaba ocho años de matrimonio. Durante los últimos cuatro, la afición de la esposa a seguir varios seriales televisivos había sido causa de problemas domésticos y las peleas por ese motivo eran constantes.
En la India, los seriales de televisión gozan de gran popularidad, hasta el punto de que hay canales que sobreviven gracias al éxito de alguna de sus telenovelas. A pesar de que sus guiones son tachados de simples y descabellados por los críticos, baten récords de audiencia y son un cotizado medio publicitario para muchas marcas, que intentan que sus productos estén bien visibles en los decorados de los culebrones.
La productora Ekta Kapoor, considerada la 'reina de la televisión' debido a sus numerosos éxitos en este género, ha creado incluso el llamado 'factor K': salvo raras excepciones, todas sus producciones tienen un título que comienza por 'k', una peculiaridad a la que ella atribuye su buena suerte y que ha sido copiada por muchos otros creadores de telenovelas.
Recursos como asesinar a una estrella del reparto en tiempos de crisis económica para más tarde reencarnarla y hacer que vuelva a aparecer en la trama son frecuentes y considerados normales por la devota audiencia de los culebrones.
Sentencia 'absurda'
En la India, los seriales de televisión gozan de gran popularidad, hasta el punto de que hay canales que sobreviven gracias al éxito de alguna de sus telenovelas. A pesar de que sus guiones son tachados de simples y descabellados por los críticos, baten récords de audiencia y son un cotizado medio publicitario para muchas marcas, que intentan que sus productos estén bien visibles en los decorados de los culebrones.
La productora Ekta Kapoor, considerada la 'reina de la televisión' debido a sus numerosos éxitos en este género, ha creado incluso el llamado 'factor K': salvo raras excepciones, todas sus producciones tienen un título que comienza por 'k', una peculiaridad a la que ella atribuye su buena suerte y que ha sido copiada por muchos otros creadores de telenovelas.
Recursos como asesinar a una estrella del reparto en tiempos de crisis económica para más tarde reencarnarla y hacer que vuelva a aparecer en la trama son frecuentes y considerados normales por la devota audiencia de los culebrones.
Sentencia 'absurda'
El equipo de abogados que representa al marido se ha quejado de la sentencia, que han calificado de "absurda". "Una orden así es un mal ejemplo para la sociedad", dijeron al conocer que el juez había tenido en cuenta la prohibición de ver seriales. Dentro de unos días se resolverá la apelación interpuesta por el marido.
Irónicamente, la mayoría de las telenovelas indias, cuya popularidad se extiende desde Brasil hasta China, tienen argumentos que ensalzan los valores familiares tradicionales y muestran esposas sufridas y sumisas, como ilustran algunos de sus títulos: "El hogar es como un templo"; "Porque la suegra antes fue nuera". Sin embargo, la nueva hornada de seriales, dirigida a atraer la atención de la audiencia más joven, ha comenzado a introducir temas hasta ahora tabú como el sexo prematrimonial o la emancipación de la mujer.
Algo que no ha agradado a los puristas del género, como la periodista Aneez Shaikh, que piensa que los triángulos, cuadrángulos y poliedros amorosos que plantean los guiones de estos culebrones "provocan un sentimiento de sospecha entre los miembros de la familia" y "representan un claro peligro para el concepto de familia tradicional".
Ver o no ver culebrones, esa parece ser la cuestión. La opinión pública, divida en partidarios del marido o de la mujer, espera impaciente el desenlace de este caso.
Fuente: elmundo.es
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