Málaga contará el próximo 31 de diciembre con dos nuevos juzgados de lo Penal, con lo que cuando termine 2009 habrá en la ciudad trece órganos de este tipo. El juez decano, Jose María Páez, anunció el pasado 14 de septiembre su intención, tras recabar la opinión de los jueces de esta jurisdicción, de especializar estas nuevas oficinas en violencia en el ámbito doméstico. Este deseo ya es una realidad. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado 26 de octubre la decisión adoptada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) relativa a la especialización de los dos nuevos órganos de lo Penal.La Junta de Jueces de lo Penal aprobó esta petición el 2 de octubre. Los dos órganos de la provincia entrarán en funcionamiento el 31 de diciembre. También contarán con la creación de juzgados de lo Penal especializados en esta materia Jaén, Santander, Sabadell (Barcelona) y Pamplona.
Según los datos que maneja el juez decano, cada uno de los nuevos órganos realizará 700 juicios al año (1.400 entre los dos). Ya se han convocado los concursos para que las plazas de magistrado sean ocupadas, al igual que también se está perfilando ya la composición de la plantilla (ocho funcionarios).
Los juzgados realizarán todo tipo de vistas, desde juicios de faltas a plenarios por delitos que sean susceptibles de recibir una pena de hasta seis años de cárcel. Si la sentencia es mayor, el caso en cuestión será competencia de la Audiencia Provincial de Málaga (Sección Octava).
La importancia de la medida radica en que hasta ahora jamás se había especializado un juzgado de lo Penal en violencia sexista, sino que estos órganos específicos eran los de instrucción.
En la capital hay tres, más otros tantos en cada uno de los partidos judiciales de la provincia. Los casos que investiguen estos magistrados serán los que, con el paso del tiempo, vayan llegando a los nuevos órganos especializados.
Málaga, por tanto, será pionera en un tema que despierta mucha alarma y repulsa social. Además, la propuesta ha partido de los propios jueces de lo Penal, muy sensibilizados con este problema. Estos dos juzgados ejecutarán además las sentencias emitidas.
"Es una nueva opción que se ha llevado a cabo con la idea de agilizar estos asuntos y cumplir con las prevenciones que la ley nos exige. Estos temas tendrán una respuesta más urgente. También tendremos mucho más control sobre este fenómeno", reflexiona el juez decano.
La propia fiscal de Violencia de Género de Málaga, Flor de Torres, ha solicitado en innumerables ocasiones que se especialicen juzgados de lo Penal en este tipo de delitos, dado que estos asuntos necesitan, según entiende la acusadora, de un mayor grado de especificidad.
El volumen de trabajo puede ser importante: los tres juzgados especializados que investigan estas causas en la capital tienen mucho trabajo: el número 1 tramitó en 2008 más de 2.400 asuntos; el 2, más de 1.800, y el tercer órgano, 1.465. En total, los casos tramitados por los tres juzgados crecieron un 5% en relación a 2007. Incluso se han duplicado en los últimos años los juicios rápidos (suele haber trece diarios).
En cuanto a la actividad del ministerio fiscal, este departamento abrió 773 diligencias de investigación a lo largo de 2008, algo menos de las incoadas en 2007 (990). La red asistencial impulsada por esta acusadora pública ha crecido de tal forma que los centros sanitarios, las oficinas de información, las instituciones de igualdad y los ayuntamientos se han convertido en los principales cómplices de la Fiscalía en la persecución de estos delitos y en los grandes apoyos con los que ésta cuenta para llegar a las víctimas.
Con este cordón que envuelve el fenómeno, pueden sacarse a la luz bolsas ocultas de violencia doméstica. Es muy importante el instante inicial en el que la mujer decide denunciar, ya que habitualmente la víctima está presa del secuestro emocional al que la ha sometido su pareja. Por ello, el abordaje psicológico de la agredida puede derivar en que ésta decida presentar una denuncia.
Las mujeres inmigrantes y las de mayor edad están sujetas a una especial vulnerabilidad de cara al maltrato. Las lagunas legales existentes se están limando con el objetivo de que el lastre administrativo no suponga un déficit de protección para una víctima.
Últimamente se está apostando también por tratar a los maltratadores en módulos de terapia psicológica que se imparten en prisión. Un 20% de los que acceden a recibir esta intervención no reincide, mientras que siete de cada diez de los que no acuden vuelven a delinquir. En 2008, dos mujeres perdieron la vida en la provincia a manos de sus maridos.
Fuente: laopiniondemalaga.es
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