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A Baltasar Garzón empezaba a salirle bien su estrategia de quitarse piedras en el camino para evitar la suspensión que pende sobre su cabeza cuando este martes Margarita Robles se quitaba elegantemente de en medio. Algo que como la propia Robles recordó, él no hizo cuando tuvo que hacerlo en el llamado Caso Marey. Cabe recordar que Garzón amenazó con recusar a Robles, Fernando de Rosa y Gemma Gallego si no se retiraban de la participación en la tramitación de su suspensión alegando que le profesan una "enemistad manifiesta". Pues bien, ahora los abogados que se querellaron contra Garzón por el dinero que recibió del Banco Santander durante su estancia en la Universidad de Nueva York han recogido el testigo y le "pagan" con la misma moneda.Si algunos de los vocales del CGPJ son "enemigos" del juez y se los quiere quitar de en medio, han debido de pensar los letrados, será que otros son "amigos". Y así solicitaron este miércoles que otros tres vocales se abstengan de deliberar sobre la suspensión de Garzón precisamente por lo contrario que él alega contra Robles, Gallego y De Rosa.
A saber, los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea reclaman que se abstengan los vocales José Manuel Gómez Benítez, Pío Aguirre y Miguel Carmona y subsidiariamente solicitan su recusación por mantener una "estrecha amistad" con Garzón. Si unos no son objetivos para juzgarle, es de suponer que los otros tampoco.
Según han informado fuentes del Consejo General del Poder Judicial, el escrito de Mazón y Panea será estudiado por la Comisión Permanente del órgano de gobierno de los jueces, que previsiblemente rechazará tal petición al no ser éstos parte en el expediente de suspensión.
Fuente: elsemanaldigital.com
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