El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha comparecido por primera vez ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados para explicar su planes de futuro al frente de la Administración y propuso a partidos políticos, Comunidades Autónomas, agentes sociales y profesionales de la Administración "un gran acuerdo social" para dejar de "mirar al ayer y situar la Justicia en el siglo XXI". Entre las medidas anunciadas destacó una inversión de 600 millones de euros en tres años para modernizar los juzgados.
"Quiero ofrecer un gran acuerdo social a todas las fuerzas políticas, comunidades autónomas, profesionales de la Administración y agentes sociales sobre el que cimentar una política consensuada y de largo alcance para que el sistema cambie su inercia y se instale en el siglo XXI; hoy entre todos podemos dejar de mirar al ayer y empezar a mirar al mañana, hoy puede ser ese día", dijo el ministro, quien recabó los aplausos de los diputados al final de su intervención.
Caamaño admitió desde el inicio de su comparecencia que "el pueblo español no está especialmente satisfecho con el funcionamiento de la Justicia, no lo está hoy y posiblemente no lo ha estado nunca". Sin embargo añadió que "de nada sirve constatar las raíces históricas de la cuestión".
"Cosas que no se han hecho bien"
"Lejos de buscar falsos consuelos, debemos sentirnos profundamente preocupados porque las deficiencias son difícilmente justificables una vez transcurridos 30 años de democracia en la que los españoles han mejorado su nivel de vida -argumentó-. Existen motivos para pensar que en materia de Justicia hay cosas que no hemos hecho bien".
Por ello, Caamaño anunció su intención de alcanzar "un gran acuerdo con todo el ámbito de la Justicia, incluida la sociedad civil" para desplegar "reformas con impacto efectivo que sitúen al sistema y a los profesionales a un nivel más alto en la estima ciudadana". "Reformas necesarias en torno a objetivos claros con el mayor consenso de todos, ese es el eje central del proyecto que propongo", dijo.
En su explicación aseguró que "la litigiosidad ha crecido mucho en los últimos años, hoy tenemos nueve millones de casos en los juzgados, en doce años la carga de trabajo se ha incrementado en un 50 por ciento". A la hora de detectar algunas de las causas de ese elevado número de casos pendientes en los tribunales, señaló al alto número de "recursos judiciales que permiten impugnar la práctica totalidad de resoluciones dictadas por los tribunales ocasionando resultados no deseados".
Según dijo, hay tribunales que "se pasan más horas revisando decisiones de otros juzgados inferiores, que estudiando asuntos propios". En ese sentido, abogó por "tomarse en serio el derecho de acceso al juez" por lo que se refirió a la "posibilidad de reducir el número de recursos a los estrictamente necesarios y consensuar las bases de que el acceso al juez no pueda ser un pretexto para prolongar un caso".
El ministro criticó las "cadenas ilimitadas de recursos" y expuso la tasa de confirmación de las sentencias de instancia por los tribunales superiores, que según dijo, "se sitúa alrededor de un 75% y un 85% confirmando las sentencias de instancia con lo que se demuestra la calidad de las sentencias revisadas".
Metas realistas
Durante su explicación, Caamaño hizo hincapié en la importancia de las nuevas tecnologías, la conciliación familiar de jueces, abogó por una Justicia con menos magistrados sustitutos, se refirió a la necesidad de actualizar la legislación penal y procesal y aseguró que "no se puede caer en el fatalismo", pero matizo que "hay que fijar metas realistas. "Bajo la sombra de los grandes propósitos acecha siempre la sombra de la frustración", remachó.
En ese sentido, hizo público el despliegue de un sistema informático con el acuerdo de las comunidades autónomas y el CGPJ "para que toda la Administración funcione conectada en red y conectada entre sí". Para ese objetivo anunció un "esfuerzo presupuestario de 600 millones de euros para los próximos años". "Para generar ilusiones, también hay que generar certeza", dijo.
En lo que a las competencias para señalar los juicios se refiere, el ministro no fue más allá de ratificar su compromiso de lograr un acuerdo con los grupos parlamentarios del Congreso para conciliar las funciones de jueces y secretarios en esta materia.
Fuente: Heraldo.es
"Quiero ofrecer un gran acuerdo social a todas las fuerzas políticas, comunidades autónomas, profesionales de la Administración y agentes sociales sobre el que cimentar una política consensuada y de largo alcance para que el sistema cambie su inercia y se instale en el siglo XXI; hoy entre todos podemos dejar de mirar al ayer y empezar a mirar al mañana, hoy puede ser ese día", dijo el ministro, quien recabó los aplausos de los diputados al final de su intervención.
Caamaño admitió desde el inicio de su comparecencia que "el pueblo español no está especialmente satisfecho con el funcionamiento de la Justicia, no lo está hoy y posiblemente no lo ha estado nunca". Sin embargo añadió que "de nada sirve constatar las raíces históricas de la cuestión".
"Cosas que no se han hecho bien"
"Lejos de buscar falsos consuelos, debemos sentirnos profundamente preocupados porque las deficiencias son difícilmente justificables una vez transcurridos 30 años de democracia en la que los españoles han mejorado su nivel de vida -argumentó-. Existen motivos para pensar que en materia de Justicia hay cosas que no hemos hecho bien".
Por ello, Caamaño anunció su intención de alcanzar "un gran acuerdo con todo el ámbito de la Justicia, incluida la sociedad civil" para desplegar "reformas con impacto efectivo que sitúen al sistema y a los profesionales a un nivel más alto en la estima ciudadana". "Reformas necesarias en torno a objetivos claros con el mayor consenso de todos, ese es el eje central del proyecto que propongo", dijo.
En su explicación aseguró que "la litigiosidad ha crecido mucho en los últimos años, hoy tenemos nueve millones de casos en los juzgados, en doce años la carga de trabajo se ha incrementado en un 50 por ciento". A la hora de detectar algunas de las causas de ese elevado número de casos pendientes en los tribunales, señaló al alto número de "recursos judiciales que permiten impugnar la práctica totalidad de resoluciones dictadas por los tribunales ocasionando resultados no deseados".
Según dijo, hay tribunales que "se pasan más horas revisando decisiones de otros juzgados inferiores, que estudiando asuntos propios". En ese sentido, abogó por "tomarse en serio el derecho de acceso al juez" por lo que se refirió a la "posibilidad de reducir el número de recursos a los estrictamente necesarios y consensuar las bases de que el acceso al juez no pueda ser un pretexto para prolongar un caso".
El ministro criticó las "cadenas ilimitadas de recursos" y expuso la tasa de confirmación de las sentencias de instancia por los tribunales superiores, que según dijo, "se sitúa alrededor de un 75% y un 85% confirmando las sentencias de instancia con lo que se demuestra la calidad de las sentencias revisadas".
Metas realistas
Durante su explicación, Caamaño hizo hincapié en la importancia de las nuevas tecnologías, la conciliación familiar de jueces, abogó por una Justicia con menos magistrados sustitutos, se refirió a la necesidad de actualizar la legislación penal y procesal y aseguró que "no se puede caer en el fatalismo", pero matizo que "hay que fijar metas realistas. "Bajo la sombra de los grandes propósitos acecha siempre la sombra de la frustración", remachó.
En ese sentido, hizo público el despliegue de un sistema informático con el acuerdo de las comunidades autónomas y el CGPJ "para que toda la Administración funcione conectada en red y conectada entre sí". Para ese objetivo anunció un "esfuerzo presupuestario de 600 millones de euros para los próximos años". "Para generar ilusiones, también hay que generar certeza", dijo.
En lo que a las competencias para señalar los juicios se refiere, el ministro no fue más allá de ratificar su compromiso de lograr un acuerdo con los grupos parlamentarios del Congreso para conciliar las funciones de jueces y secretarios en esta materia.
Fuente: Heraldo.es
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