Angel Juanes llega a la Audiencia Nacional avalado por una carrera sin escándalos y con el objetivo de recuperar el prestigio de una institución marcada por el fenómeno de los ‘jueces estrella’ y las filtraciones a los medios de comunicación.
Al contrario que para la mayoría de los candidatos, Juanes baja un peldaño al aceptar el cargo de presidente de la Audiencia, ya que actualmente ejerce como magistrado de la Sala Quinta (Militar) del Tribunal Supremo. Además, era uno de los candidatos del PSOE para ocupar una plaza en el Tribunal Constitucional, cuya renovación está paralizada en el Senado por el enfrentamiento entre el Gobierno y el Partido Popular. No obstante, fuentes jurídicas explicaron que presidir la Audiencia Nacional es un “reto que un magistrado difícilmente deja pasar”.
En el proyecto que presentó ante el CGPJ, Juanes abogó por acabar con las filtraciones en el seno de la Audiencia, aumentar la transparencia de las normas de reparto de los casos y mejorar la ejecución de las sentencias. Irónicamente, su intervención en que expresaba su rechazo a las filtraciones fue publicada por El País: “Sería necesario evitar todas aquella informaciones o filtraciones que tanto daño hacen a la imagen de la justicia y que producen en ocasiones perjuicios irreparables hacia las personas que aparecen reflejadas”.
Desde Jueces para la Democracia señalaron que Juanes puede aportar su “autoridad moral” para implantar nuevos criterios de funcionamiento a los magistrados de la Audiencia. Asimismo, manifestaron que es un juez ajeno a las luchas internas que se han vivido en el interior de este tribunal, y recordaron que posee una amplia experiencia en instituciones relevantes como para afrontar este desafío.
Veterano y progresista
Juanes (San Pablo de los Montes, Toledo, 1947) ha conseguido convencer a la mayoría del CGPJ, ya que se trata de un juez de talante progresista, pero alejado del carácter polémico de figuras como Baltasar Garzón o Javier Gómez Bermúdez. Comenzó su carrera en los juzgados extremeños de Don Benito, Mérida, Badajoz y San Sebastián, antes de convertirse en letrado del Tribunal Constitucional. Su paso por el Alto Tribunal reforzó su bagaje académico y le dejó un perdurable afecto por la materia constitucional.
En 1994 regresó a su tierra, donde fue nombrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. Tras nueve años, ascendió hasta el Supremo. Sin embargo, no perdió el contacto con su comunidad autónoma, y la Asamblea de Extremadura, a petición del PSOE, le propuso como candidato al Constitucional en septiembre de 2008. En el plano asociativo, Juanes ha sido un miembro destacado de la progresista Jueces para la Democracia.
Este carácter reivindicativo le llevó a respaldar en marzo de 2008 la huelga de funcionarios de Justicia contra el Gobierno. Juanes se adhirió al comunicado en que varios magistrados del Supremo expresaron su apoyo a las reivindicaciones de los funcionarios, que consideraron justas y fundadas. Entonces se atrevió a desafiar al ex ministro Mariano Fernández Bermejo y, ahora, deberá demostrar la misma fortaleza para mantener su autoridad e independencia en el tribunal más expuesto a la opinión pública.
"Los jueces no pueden pretender tener patente de corso"
Juanes pidió "sosiego y respeto" para los magistrados de la Audiencia Nacional, si bien reconoció que los miembros de este tribunal "no pueden pretender tener patente de corso y que no se les haga ninguna critica".
Juanes, que salió elegido con el apoyo de 11 de los 21 vocales del órgano de gobierno de los jueces, ha reconocido que le hubiera gustado salir con más votos, y que de hecho pensó que así sería, si bien dejó claro que lo ocurrido no le va a restar legitimación. "Bien al contrario, dejaré en la Audiencia Nacional lo mejor que tengo, porque vengo a servir a la Audiencia Nacional", dijo.
Insistió en que cree en la independencia judicial, que él ya ha ejercido en los distintos puestos por los que ha ido pasando, y que su presidencia seguirá esa línea y también la de la responsabilidad. "Los jueces estamos para servir al ciudadano, y el servicio público debe estar por encima de todas las cosas".
Igualmente, Juanes reconoció que la crítica es "fundamental" en un estado democrático y que él ya defendió este derecho desde su puesto de magistrado en el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.
"El Presidente es lo que quiere que sea la Sala de Gobierno"
Lo primero que hará una vez ocupe su despacho en la planta cuarta de la Audiencia Nacional es reunirse con magistrados, secretarios, fiscales y funcionarios para conocer la problemática existente en este órgano, establecer prioridades y diseñar una 'hoja de ruta'. Agregó que, en todo caso, el presidente de la Audiencia Nacional, además de las competencias propias que le confiere la Ley, "es lo que quiere que sea la Sala de Gobierno" de este órgano.
Otro de los objetivos de Juanes es el de dotar a la Audiencia Nacional de una sede que responda a las modernas exigencias que precisa este órgano.
Fuente: elconfidencial.com , Libertad Digital
Al contrario que para la mayoría de los candidatos, Juanes baja un peldaño al aceptar el cargo de presidente de la Audiencia, ya que actualmente ejerce como magistrado de la Sala Quinta (Militar) del Tribunal Supremo. Además, era uno de los candidatos del PSOE para ocupar una plaza en el Tribunal Constitucional, cuya renovación está paralizada en el Senado por el enfrentamiento entre el Gobierno y el Partido Popular. No obstante, fuentes jurídicas explicaron que presidir la Audiencia Nacional es un “reto que un magistrado difícilmente deja pasar”.
En el proyecto que presentó ante el CGPJ, Juanes abogó por acabar con las filtraciones en el seno de la Audiencia, aumentar la transparencia de las normas de reparto de los casos y mejorar la ejecución de las sentencias. Irónicamente, su intervención en que expresaba su rechazo a las filtraciones fue publicada por El País: “Sería necesario evitar todas aquella informaciones o filtraciones que tanto daño hacen a la imagen de la justicia y que producen en ocasiones perjuicios irreparables hacia las personas que aparecen reflejadas”.
Desde Jueces para la Democracia señalaron que Juanes puede aportar su “autoridad moral” para implantar nuevos criterios de funcionamiento a los magistrados de la Audiencia. Asimismo, manifestaron que es un juez ajeno a las luchas internas que se han vivido en el interior de este tribunal, y recordaron que posee una amplia experiencia en instituciones relevantes como para afrontar este desafío.
Veterano y progresista
Juanes (San Pablo de los Montes, Toledo, 1947) ha conseguido convencer a la mayoría del CGPJ, ya que se trata de un juez de talante progresista, pero alejado del carácter polémico de figuras como Baltasar Garzón o Javier Gómez Bermúdez. Comenzó su carrera en los juzgados extremeños de Don Benito, Mérida, Badajoz y San Sebastián, antes de convertirse en letrado del Tribunal Constitucional. Su paso por el Alto Tribunal reforzó su bagaje académico y le dejó un perdurable afecto por la materia constitucional.
En 1994 regresó a su tierra, donde fue nombrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. Tras nueve años, ascendió hasta el Supremo. Sin embargo, no perdió el contacto con su comunidad autónoma, y la Asamblea de Extremadura, a petición del PSOE, le propuso como candidato al Constitucional en septiembre de 2008. En el plano asociativo, Juanes ha sido un miembro destacado de la progresista Jueces para la Democracia.
Este carácter reivindicativo le llevó a respaldar en marzo de 2008 la huelga de funcionarios de Justicia contra el Gobierno. Juanes se adhirió al comunicado en que varios magistrados del Supremo expresaron su apoyo a las reivindicaciones de los funcionarios, que consideraron justas y fundadas. Entonces se atrevió a desafiar al ex ministro Mariano Fernández Bermejo y, ahora, deberá demostrar la misma fortaleza para mantener su autoridad e independencia en el tribunal más expuesto a la opinión pública.
"Los jueces no pueden pretender tener patente de corso"
Juanes pidió "sosiego y respeto" para los magistrados de la Audiencia Nacional, si bien reconoció que los miembros de este tribunal "no pueden pretender tener patente de corso y que no se les haga ninguna critica".
Juanes, que salió elegido con el apoyo de 11 de los 21 vocales del órgano de gobierno de los jueces, ha reconocido que le hubiera gustado salir con más votos, y que de hecho pensó que así sería, si bien dejó claro que lo ocurrido no le va a restar legitimación. "Bien al contrario, dejaré en la Audiencia Nacional lo mejor que tengo, porque vengo a servir a la Audiencia Nacional", dijo.
Insistió en que cree en la independencia judicial, que él ya ha ejercido en los distintos puestos por los que ha ido pasando, y que su presidencia seguirá esa línea y también la de la responsabilidad. "Los jueces estamos para servir al ciudadano, y el servicio público debe estar por encima de todas las cosas".
Igualmente, Juanes reconoció que la crítica es "fundamental" en un estado democrático y que él ya defendió este derecho desde su puesto de magistrado en el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.
"El Presidente es lo que quiere que sea la Sala de Gobierno"
Lo primero que hará una vez ocupe su despacho en la planta cuarta de la Audiencia Nacional es reunirse con magistrados, secretarios, fiscales y funcionarios para conocer la problemática existente en este órgano, establecer prioridades y diseñar una 'hoja de ruta'. Agregó que, en todo caso, el presidente de la Audiencia Nacional, además de las competencias propias que le confiere la Ley, "es lo que quiere que sea la Sala de Gobierno" de este órgano.
Otro de los objetivos de Juanes es el de dotar a la Audiencia Nacional de una sede que responda a las modernas exigencias que precisa este órgano.
Fuente: elconfidencial.com , Libertad Digital
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