Se le complica el panorama el juez Garzón. Una resolución del Tribunal Supremo ha permitido saber que el famoso juez de la Audiencia Nacional ocultó al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el cobro de diversas cantidades durante su estancia en Nueva York entre marzo de 2005 y junio de 2006. El Supremo rechaza que haya delito, pero pide al órgano de gobierno de los jueces que investigue por si hubiera una falta muy grave.
Dichos cobros procedían del Centro Rey Juan Carlos I de España y del Centro Derecho y Seguridad, ambos de la Universidad de Nueva York, donde participó en actividades docentes y de investigación. Entre otras cosas, organizó unos coloquios.
Concretamente, el magistrado percibió gastos de viaje por valor de 21.152 dólares por gastos de viaje, además de otros 21.650 dólares destinados por ese centro para pagar la matrícula de la hija de Garzón en la Escuela Internacional de Naciones Unidas.
Asimismo percibió, en "concepto de sueldo" otros 160.333,14 dólares del Centro de Derecho y Seguridad. En total, el dinero ronda los 262.000 euros al cambio de entonces.
EL ASUNTO HUELE QUE APESTA
Pese a esto, el Tribunal Supremo ha decidido no admitir a trámite la querella presentada por el abogado alicantino Antonio Panea contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, al que acusó de los delitos de prevaricación y cohecho por el cobro de un dinero relacionado con unas conferencias en la Universidad de Nueva York.
A pesar de archivar la querella, el TS ha decidido deducir testimonio para que el CGPJ, órgano competente en esta materia, estudie si Garzón no comunicó el cobró de dinero por las conferencias y clases magistrales que impartió en Nueva York.
El Supremo subraya que "no consta que el CGPJ tuviese en ningún momento conocimiento de que la actividad de docencia e investigación de Garzón fuese a ser retribuida en concepto de sueldo mediante nómina".
EL BANQUERO BOTÍN CORRÍA CON LOS GASTOS
Panea presentó el pasado 10 de junio una querella contra Garzón al entender que el patrocinio de 1.700.000 dólares que el Banco Santander sufragó para la realización de un ciclo de conferencias en la Universidad de Nueva York -en el que participó Garzón- motivaron que el juez archivase una querella interpuesta contra el presidente de la entidad bancaria, Emilio Botín.
"El querellado se ha hecho millonario con el cargo de juez central de Instrucción, recibiendo al menos, como todo indica que recibió del Grupo Santander, una especie de subvención a fondo perdido de 1.700.000 dólares bajo la pantalla de unas conferencias a impartir en Nueva York, y que garantizaban a los administradores del banco, como así fue luego, un tratamiento especial de las querellas que pudieran tocar ante el referido juez", señalaba la querella.
Los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, a instancias de la Fiscalía, han decidido no admitir a trámite la querella, al entender que "no revisten indiciariamente los hechos la comisión de infracción penal alguna", según consta en el auto hecho público este lunes.
Antes de estudiar la admisión de la demanda, el Tribunal Supremo pidió el pasado 31 de octubre a la Universidad de Nueva York los detalles de la contratación de Garzón para impartir el ciclo de conferencias, y solicitó al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) las resoluciones que dieron permiso al juez para viajar a Estados Unidos.
De esta documentación se extrae que, durante su estancia en Nueva York entre marzo de 2005 y junio de 2006, Garzón percibió dinero del Centro Rey Juan Carlos I de España y del Centro Derecho y Seguridad, ambos de la Universidad de Nueva York, que a su vez había recibido un patrocinio del Banco Santander.
Los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo también recabaron del despacho de Garzón los autos y providencias por los que archivó la querella presentada contra Botín.
Tras estudiar toda la documentación, los magistrados del Alto Tribunal llegaron a la conclusión de que el patrocionio del Banco Santander no se produjo "con la finalidad de dictar resolución de contenido determinado en relación con la querella" interpuesta contra Botín. "Y ni siquiera puede asegurarse que el dinero entregado por la entidad bancaria tuviese al querellado como directo destinatario", señala el auto.
Fuente: Periodista Digital
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