El Diputado del Común, Manuel Alcaide, analizó el estado de la Justicia en Canarias y se mostró muy preocupado por el déficit en la administración de justicia. Afirmó que Canarias es la segunda comunidad del Estado con más retrasos en este apartado y aseguró que este hecho se debe a la estructuración que se realizó en torno al poder judicial dentro de nuestro sistema, que se hizo muy mal porque no se pensó y estructuró de forma adecuada.
Manuel Alcaide, Diputado del Común, afirmó en el programa La Trapera de Radio San Borondón que la justicia en Canarias está muy deteriorada por el abandono que está sufriendo. Afirma que la división de los poderes es esencial y que si no existe no puede haber democracia. En este sentido dijo que hoy mismo se puede ver en la prensa el estado de la Audiencia Provincial, en donde se evidencia la acumulación de los asuntos.
Considera que la Justicia en Canarias no está administrada adecuadamente, algo que ya ha dicho por activa y por pasiva, porque con tres patas no se puede caminar bien, ya que si éstas no se coordinan se traban. En este sentido, el Consejo general del Poder Judicial, el Ministerio de Justicia y las diferentes autonomías representan esas tres patas que actúan cada una por separado, dificultando la buena marcha de la Justicia que bajo su óptica tendría que depender solamente de un organismo que controlara todo el personal y trabaje en la eficacia del trabajo en todo momento.
En su argumentación parte de la base de que la estructura esencial de la administración de Justicia no es la correcta, es decir, en la Constitución ya no se formula un poder judicial independiente y adecuado a las necesidades que tenemos porque entre otras cosas no se fija un presupuesto para la administración de Justicia, que debió haberse realizado, para que esta, con las partidas consignadas, organice su funcionalidad de acuerdo con las necesidades que cada territorio va teniendo con respecto a pleitos y problemas que se plantean.
A su juicio, se trata de un problema muy difícil de resolver, porque el dinero ayudaría a mejorar, pero no se puede tener funcionarios interinos, secretarios interinos, jueces sustitutos, porque a la hora de la verdad la profesionalidad de los titulares queda en entredicho, siendo éste uno de los grandes problemas que tiene la Justicia y que cada día que pasa es más difícil de resolver.
Hay una voz de alarma porque para resolver un pleito de los social se puede tardar más de un año cuando debería resolver en 15 días o un mes. Explicó Alcaide que cuando se constituyó el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sólo se hizo para que ejerciera control a los jueces, y que el resto de personal de los órganos judiciales como secretarios, oficiales, auxilares, etc., dependen del Ministerio de Justicia, con lo que se demuestra que en la justicia hay constituidas tres patas fundamentales.
Para Manuel Alcaide, si encima el Ministerio de Justicia desplaza las competencias a las diferentes comunidades autónomas es como para volverse loco ya que coordinar todo este entramado es muy difícil, de aquí viene todo este trajín en la justicia.
Asegura que este es el transfondo de la problemática en torno a la justicia y su mal funcionamiento, de ahí las enormes dificultades que se tiene para poder organizar una administración de justicia adecuadamente. Para Alcaide, o la administración de justicia comienza a actuar más diligente o se pone en peligro la democracia.
Fuente: sanborondon.info
Manuel Alcaide, Diputado del Común, afirmó en el programa La Trapera de Radio San Borondón que la justicia en Canarias está muy deteriorada por el abandono que está sufriendo. Afirma que la división de los poderes es esencial y que si no existe no puede haber democracia. En este sentido dijo que hoy mismo se puede ver en la prensa el estado de la Audiencia Provincial, en donde se evidencia la acumulación de los asuntos.
Considera que la Justicia en Canarias no está administrada adecuadamente, algo que ya ha dicho por activa y por pasiva, porque con tres patas no se puede caminar bien, ya que si éstas no se coordinan se traban. En este sentido, el Consejo general del Poder Judicial, el Ministerio de Justicia y las diferentes autonomías representan esas tres patas que actúan cada una por separado, dificultando la buena marcha de la Justicia que bajo su óptica tendría que depender solamente de un organismo que controlara todo el personal y trabaje en la eficacia del trabajo en todo momento.
En su argumentación parte de la base de que la estructura esencial de la administración de Justicia no es la correcta, es decir, en la Constitución ya no se formula un poder judicial independiente y adecuado a las necesidades que tenemos porque entre otras cosas no se fija un presupuesto para la administración de Justicia, que debió haberse realizado, para que esta, con las partidas consignadas, organice su funcionalidad de acuerdo con las necesidades que cada territorio va teniendo con respecto a pleitos y problemas que se plantean.
A su juicio, se trata de un problema muy difícil de resolver, porque el dinero ayudaría a mejorar, pero no se puede tener funcionarios interinos, secretarios interinos, jueces sustitutos, porque a la hora de la verdad la profesionalidad de los titulares queda en entredicho, siendo éste uno de los grandes problemas que tiene la Justicia y que cada día que pasa es más difícil de resolver.
Hay una voz de alarma porque para resolver un pleito de los social se puede tardar más de un año cuando debería resolver en 15 días o un mes. Explicó Alcaide que cuando se constituyó el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sólo se hizo para que ejerciera control a los jueces, y que el resto de personal de los órganos judiciales como secretarios, oficiales, auxilares, etc., dependen del Ministerio de Justicia, con lo que se demuestra que en la justicia hay constituidas tres patas fundamentales.
Para Manuel Alcaide, si encima el Ministerio de Justicia desplaza las competencias a las diferentes comunidades autónomas es como para volverse loco ya que coordinar todo este entramado es muy difícil, de aquí viene todo este trajín en la justicia.
Asegura que este es el transfondo de la problemática en torno a la justicia y su mal funcionamiento, de ahí las enormes dificultades que se tiene para poder organizar una administración de justicia adecuadamente. Para Alcaide, o la administración de justicia comienza a actuar más diligente o se pone en peligro la democracia.
Fuente: sanborondon.info
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