El Ministerio de Justicia ha rechazado la petición del Fiscal Jefe de Asturias, Gerardo Herrero, para reforzar la sección de la Fiscalía en Avilés, dotada en la actualidad de cinco profesionales. Los datos demuestran que el destacamento comarcal se encuentra sobrecargado de trabajo, con unas medias que doblan ampliamente a sus homólogos en Oviedo y Gijón.
Así, por ejemplo, en 2007, cada uno de los fiscales asignados a la comarca realizó una media de 258 calificaciones, cuando en Oviedo la proporción rondaba las 120. Y las calificaciones son sólo una de sus obligaciones.
Y el pasado año los datos de trabajo fueron mayores. Teniendo sólo en cuenta los juicios penales celebrados (413), las ejecutorias de las sentencias (781), las diligencias previas (14.439) y los procedimientos abreviados (566), los fiscales avilesinos abordaron un total de 16.199 asuntos penales diferentes, en total una media por cada uno de ellos de 3.239,8. Esto los coloca como uno de los equipos jurídicos con mayor sobrecarga de trabajo en el Principado.
Ante esta situación, el Fiscal Jefe de Asturias, Gerardo Herrero, solicitó reforzar el destacamento de Avilés con dos nuevos profesionales para este año. Eran los dos únicos fiscales que se reclamaban para la región.
Además, no se puede olvidar que a finales de año entrará en funcionamiento el segundo juzgado de lo Penal de Avilés. La puesta en marcha de este nuevo órgano aliviará la situación de la única sala existente, que supera ampliamente los módulos marcados por el Consejo General del Poder Judicial donde se indica el nivel de saturación.
La segunda sala también obliga a reforzar el ministerio público, ya que sin ellos las causas penales no se pueden celebrar.
Tampoco se puede ignorar que el proceso de asignación de nuevos profesionales no es inmediato, ya que se deben seguir unos trámites. Así, desde la creación de la plaza hasta la llegada del profesional transcurren sin ningún problema varios meses. Con esta solicitud, la fiscalía en Avilés se adelantaba a la entrada en funcionamiento de la nueva sala de lo Penal (entre enero y febrero de 2010).
Además, los nuevos fiscales podrían contribuir a aliviar la situación del Palacio de Justicia por la sobrecarga en el ministerio público.
Problemas de la sobrecarga
Así, aunque es difícil de determinar por los profesionales consultados, una parte de los juicios penales (419) y las ejecuciones de sentencias pendientes (1.471) al terminar 2008 se debe a la sobrecarga de trabajo y la imposibilidad de mantener los asuntos que entran al día.
Por ello ya es frecuente que se aplacen causas debido a las vacaciones de los fiscales y ante la imposibilidad del ministerio público de atender todo el trabajo.
La situación también afecta a los procedimientos civiles, donde la fiscalía ha dejado de estar físicamente presente para poder atender todas las causas de orden penal. La ley obliga a la comparencia del ministerio público para proteger los derechos de los ciudadanos.
Para atender a sus obligaciones, los fiscales estudian el expediente y realizan sus aportaciones por escrito, vigilando especialmente los temas que afectan a menores. La jurisdicción civil aporta abundantes expedientes al ministerio fiscal, si bien no alcanza las cifras de los procesos penales.
Por ejemplo, sólo en materia de divorcios, durante 2008 tramitaron 262 causas, además de 105 procedimientos de tutela o 64 expedientes incoado para el internamiento de una persona.
La fiscalía también tiene el problema de que carece de módulos para la medición objetiva de su actividad, como sucede en los juzgados. De esa forma, los diferentes órganos judiciales de Avilés cuentan con cifras que superan los baremos marcados por el Consejo General del Poder Judicial.
Fuente: elcomerciodigital.com
Así, por ejemplo, en 2007, cada uno de los fiscales asignados a la comarca realizó una media de 258 calificaciones, cuando en Oviedo la proporción rondaba las 120. Y las calificaciones son sólo una de sus obligaciones.
Y el pasado año los datos de trabajo fueron mayores. Teniendo sólo en cuenta los juicios penales celebrados (413), las ejecutorias de las sentencias (781), las diligencias previas (14.439) y los procedimientos abreviados (566), los fiscales avilesinos abordaron un total de 16.199 asuntos penales diferentes, en total una media por cada uno de ellos de 3.239,8. Esto los coloca como uno de los equipos jurídicos con mayor sobrecarga de trabajo en el Principado.
Ante esta situación, el Fiscal Jefe de Asturias, Gerardo Herrero, solicitó reforzar el destacamento de Avilés con dos nuevos profesionales para este año. Eran los dos únicos fiscales que se reclamaban para la región.
Además, no se puede olvidar que a finales de año entrará en funcionamiento el segundo juzgado de lo Penal de Avilés. La puesta en marcha de este nuevo órgano aliviará la situación de la única sala existente, que supera ampliamente los módulos marcados por el Consejo General del Poder Judicial donde se indica el nivel de saturación.
La segunda sala también obliga a reforzar el ministerio público, ya que sin ellos las causas penales no se pueden celebrar.
Tampoco se puede ignorar que el proceso de asignación de nuevos profesionales no es inmediato, ya que se deben seguir unos trámites. Así, desde la creación de la plaza hasta la llegada del profesional transcurren sin ningún problema varios meses. Con esta solicitud, la fiscalía en Avilés se adelantaba a la entrada en funcionamiento de la nueva sala de lo Penal (entre enero y febrero de 2010).
Además, los nuevos fiscales podrían contribuir a aliviar la situación del Palacio de Justicia por la sobrecarga en el ministerio público.
Problemas de la sobrecarga
Así, aunque es difícil de determinar por los profesionales consultados, una parte de los juicios penales (419) y las ejecuciones de sentencias pendientes (1.471) al terminar 2008 se debe a la sobrecarga de trabajo y la imposibilidad de mantener los asuntos que entran al día.
Por ello ya es frecuente que se aplacen causas debido a las vacaciones de los fiscales y ante la imposibilidad del ministerio público de atender todo el trabajo.
La situación también afecta a los procedimientos civiles, donde la fiscalía ha dejado de estar físicamente presente para poder atender todas las causas de orden penal. La ley obliga a la comparencia del ministerio público para proteger los derechos de los ciudadanos.
Para atender a sus obligaciones, los fiscales estudian el expediente y realizan sus aportaciones por escrito, vigilando especialmente los temas que afectan a menores. La jurisdicción civil aporta abundantes expedientes al ministerio fiscal, si bien no alcanza las cifras de los procesos penales.
Por ejemplo, sólo en materia de divorcios, durante 2008 tramitaron 262 causas, además de 105 procedimientos de tutela o 64 expedientes incoado para el internamiento de una persona.
La fiscalía también tiene el problema de que carece de módulos para la medición objetiva de su actividad, como sucede en los juzgados. De esa forma, los diferentes órganos judiciales de Avilés cuentan con cifras que superan los baremos marcados por el Consejo General del Poder Judicial.
Fuente: elcomerciodigital.com
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