Sobre los maltrechos hombros de los juzgados de lo mercantil van a parar los llantos de muchas empresas. Las 84 salas repartidas por toda España han pasado de atender unos 200 concursos (las antiguas quiebras y suspensiones de pagos) al trimestre, a más de un millar. Los concursos de peso devienen en una cascada de pequeños procedimientos internos con los que atender a todos los acreedores implicados. La situación que se vive en los juzgados de lo mercantil es de asfixia y colapso, según denuncian los profesionales del ramo. Es en ese momento en el que se empiezan a analizar las otras tareas que también tienen estas salas y ponen su grano de arena al tapón. Un grano que a veces puede adquirir proporciones ciclópeas. Entre ellas, la siempre polémica Sociedad General de Autores (SGAE) y todas las quejas de propiedad intelectual presentadas por organismos similares.
Desde la propia SGAE señalan que de octubre de 2008 a octubre de 2009 se vieron inmersos en unos 3.000 juicios (2.300 de ellos monitorios). Esta cifra supone sólo un 4% con respecto al número de procesos que abren en un año, aunque el resto se resuelve "en un nivel precontencioso".
Esto es, las denuncias pueden situarse en torno a las 75.000. Eso sí, desde esta sociedad de autores aseguran que en los últimos tres años la "actividad contenciosa" se ha reducido en un 40% y desechan que sean un motivo de colapso judicial.
En todo 2008, se declararon 9.547 sentencias en los juzgados de mercantil. Los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) señalan que en el segundo trimestre del año, estos tribunales ingresaron 14.158 asuntos y sólo pudieron resolver 9.707, por lo que casi 5.000 procedimientos pasaban a engrosar el cajón de asuntos pendientes. La tasa de resolución es de las más bajas de la judicatura española. A lo largo de 2008 ingresaron 32.040 casos y se resolvieron 22.478. La montaña sigue creciendo.
Para economistas expertos en la materia, como José María de la Cruz o José María Lamo de Espinosa, los procedimientos menores de la SGAE deberían pasar a primera instancia. El presidente del Registro de Economistas Forenses (Refor) Raimon Casanella, no considera que haya que quitar competencias, sino mejorar de forma notable los medios actuales, opinión compartida por la propia Sociedad de Autores.
Las salas de lo mercantil mantienen una tendencia a acumular trabajo. "Es como matar moscas a cañonazos", señala De la Cruz. En su opinión, los concursos deberían resolverse en 90-120 días. Es el periodo de tiempo en el que una empresa "o se reflota o se liquida", tal como ocurre en otros países. De momento, superan los 22 meses de media.
Estos expertos hacen tres propuestas para cambiar el ritmo de estos juzgados. Para empezar, se debe "aligerar el procedimiento” desde un punto de vista legal, con cuestiones tan simples como poder enviar las comunicaciones a los acreedores por correo electrónico.
Un segundo paso pasaría por solventar "el evidente problema de personal". En la actualidad, los oficiales de lo mercantil son trasladados con mucha frecuencia para tapar agujeros, añaden, lo que agrava los retrasos.
Se da el caso de que en un juzgado de Madrid son los propios trabajadores los que dan formación en sus ratos libres a los recién llegados. La tercera mejora sería el desviar asuntos menores a primera instancia. Es ahí donde entraría el traslado de la actividad judicial de la SGAE; casos "fáciles de resolver" pero que arrastran mucha burocracia.
Los economistas forenses aplauden el esfuerzo de los profesionales de los tribunales mercantiles, aunque el resultado no sea suficiente. "El procedimiento concursal es muy laborioso", señala De la Cruz.
Lamo de Espinosa añade que en un solo día pueden llegar 500 incidentes concursales de acreedores angustiados a un solo juzgado, que viene a ser todo el trabajo de un año para un oficial, que mira de reojo la montaña que deja tras de sí las quejas de los autores por la propiedad de sus derechos.
Fuente: expansion.com
Desde la propia SGAE señalan que de octubre de 2008 a octubre de 2009 se vieron inmersos en unos 3.000 juicios (2.300 de ellos monitorios). Esta cifra supone sólo un 4% con respecto al número de procesos que abren en un año, aunque el resto se resuelve "en un nivel precontencioso".
Esto es, las denuncias pueden situarse en torno a las 75.000. Eso sí, desde esta sociedad de autores aseguran que en los últimos tres años la "actividad contenciosa" se ha reducido en un 40% y desechan que sean un motivo de colapso judicial.
En todo 2008, se declararon 9.547 sentencias en los juzgados de mercantil. Los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) señalan que en el segundo trimestre del año, estos tribunales ingresaron 14.158 asuntos y sólo pudieron resolver 9.707, por lo que casi 5.000 procedimientos pasaban a engrosar el cajón de asuntos pendientes. La tasa de resolución es de las más bajas de la judicatura española. A lo largo de 2008 ingresaron 32.040 casos y se resolvieron 22.478. La montaña sigue creciendo.
Para economistas expertos en la materia, como José María de la Cruz o José María Lamo de Espinosa, los procedimientos menores de la SGAE deberían pasar a primera instancia. El presidente del Registro de Economistas Forenses (Refor) Raimon Casanella, no considera que haya que quitar competencias, sino mejorar de forma notable los medios actuales, opinión compartida por la propia Sociedad de Autores.
Las salas de lo mercantil mantienen una tendencia a acumular trabajo. "Es como matar moscas a cañonazos", señala De la Cruz. En su opinión, los concursos deberían resolverse en 90-120 días. Es el periodo de tiempo en el que una empresa "o se reflota o se liquida", tal como ocurre en otros países. De momento, superan los 22 meses de media.
Estos expertos hacen tres propuestas para cambiar el ritmo de estos juzgados. Para empezar, se debe "aligerar el procedimiento” desde un punto de vista legal, con cuestiones tan simples como poder enviar las comunicaciones a los acreedores por correo electrónico.
Un segundo paso pasaría por solventar "el evidente problema de personal". En la actualidad, los oficiales de lo mercantil son trasladados con mucha frecuencia para tapar agujeros, añaden, lo que agrava los retrasos.
Se da el caso de que en un juzgado de Madrid son los propios trabajadores los que dan formación en sus ratos libres a los recién llegados. La tercera mejora sería el desviar asuntos menores a primera instancia. Es ahí donde entraría el traslado de la actividad judicial de la SGAE; casos "fáciles de resolver" pero que arrastran mucha burocracia.
Los economistas forenses aplauden el esfuerzo de los profesionales de los tribunales mercantiles, aunque el resultado no sea suficiente. "El procedimiento concursal es muy laborioso", señala De la Cruz.
Lamo de Espinosa añade que en un solo día pueden llegar 500 incidentes concursales de acreedores angustiados a un solo juzgado, que viene a ser todo el trabajo de un año para un oficial, que mira de reojo la montaña que deja tras de sí las quejas de los autores por la propiedad de sus derechos.
Fuente: expansion.com
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