Tras el secuestro de los tres cooperantes españoles, una de las posibilidades que se barajan es que, como condición para una liberación, los terroristas planteen la puesta en libertad de presos islamistas. Mauritania, país donde se produjo el hecho, no está dispuesta a soltarlos. Y tampoco otros siete países africanos de la franja del Sahel.Tal y como se desprende en la reivindicación del secuestro de los cooperantes firmada por Al Qaeda en el Magreb Islámico, los presos islamistas jugarán un papel fundamental en las negociaciones para liberar a los capturados. Y uno de los escenarios que manejan los servicios de inteligencia españoles incluiría el canje de los rehenes por islamistas presos en países de la zona, probablemente Mauritania.
Sin embargo, esa posibilidad puede estar cerrada. Según informaciones recogidas en fuentes diplomáticas, ocho de los países del norte de África más afectados por esos secuestros celebraron una cumbre en Bamako, capital de Mali, con asistencia de representantes de los respectivos gobiernos y de los ministerios de Asuntos Exteriores.
De acuerdo con esas fuentes, los ocho países, entre los que figuraban Mauritania, Argelia y Mali, firmaron un protocolo que establece en líneas generales el modelo a seguir en caso de secuestro de Al Qaeda. Y acordaron que “no se pagará dinero ni se intercambiarán presos con los terroristas”.
La reunión, que tuvo lugar a finales de marzo, fue bautizada como ‘Cumbre de las Costas’, y se celebró coincidiendo con uno de los momentos más delicados y tensos de la campaña de secuestros de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). En aquellos momentos se negociaba la liberación del inglés Edwen Dyer, único de los secuestrados que acabaría siendo asesinado por la red africana de Osama Bin Laden.
En esos días, AQMI presionaba al gobierno de Londres para canjear al rehén por Abu Qutada, alias ‘El Predicador del Odio’, uno de los islamistas más peligrosos presos en el Reino Unido. La contrapartida que exigían los terroristas tenía suficiente entidad como para merecer una reunión de alto nivel entre todos los actores de la zona. Incluso acudió el presidente argelino Buteflika, para dar carácter vinculante a lo que allí se decidió.
El encuentro multinacional sirvió para poner negro sobre blanco las pautas de actuación que regirían a partir de entonces ante cualquier otro secuestro de AQMI. La reunión terminó con un mensaje a la comunidad internacional, para que se “abstenga de descargar la responsabilidad de los secuestros” sobre esos países. Y la conclusión citada: “No se pagarán rescates ni se liberarán presos bajo las amenazas de los terroristas”.
Fuente: elconfidencialdigital.com
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