El juez de Familia de Sevilla Francisco Serrano asegura que el informe elaborado por el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del CGPJ sobre condenas por violencia de género "parte de parámetros de valoración sesgados" y que no contemplan, ni mucho menos, la globalidad de la problemática examinada", ya que se han estudiado únicamente las sentencias condenatorias dictadas por las audiencias provinciales, criticando además las denuncias falsas interpuestas "por venganza, despecho y puro y duro interés".
En un informe, el juez Serrano incide en el hecho de que el informe "no analiza ni examina la multitud de resoluciones de sobreseimiento provisional y archivo, que son, con diferencia abrumadora, las más numerosas", poniendo como ejemplo que "es como si se partiera, para intentar demostrar que no existen pobres en EEUU, de la realización de un estudio estadístico sociológico con una encuesta entre vecinos de Bervely Hills".
"El resultado del estudio sería que no existen pobres en EEUU, salvo a lo mejor alguno despistado que buscaba en los cubos de basura", según prosigue el juez de Familia, quien indica que en el estudio del CGPJ se analizan 530 sentencias de audiencias provinciales de toda España, "de las que sólo un 6,22 por ciento de las condenas obedecen a auténtico maltrato, el que puede haber tenido incidencia negativa y traumática no sólo en la madre que lo sufre, sino en sus hijos, que habrían padecido la misma exacrable actitud machista".
En este sentido, agrega que, "sin embargo, la generalización, el automatismo y la estigmatización del hombre por el hecho de serlo conllevaría a privar de esa posibilidad de ejercicio de parentalidad responsable a muchísimos padres, el 93,78 por ciento de las condenas restantes", destacando además que en 42 de los casos enjuiciados y en los que existió un pronunciamiento condenatorio, es decir, el 9,56 por ciento, el testimonio de la víctima "fue la única prueba de cargo".
"REACCIÓN DE DESPECHO"
Además, hace referencia a que 91 de las sentencias son absolutorias, afirmándose en el informe "que buena parte de las sentencias absolutorias en materia de violencia de género se producen por la dispensa de la obligación de declarar de la víctima", aunque, según el juez, el "porqué se produce esa dispensa no ha sido objeto de ningún estudio, pues se parte del preconvencimiento de que la mujer que retira su denuncia o no declara lo hace por miedo".
"Ni por asomo existe el planteamiento de que lo pueden hacer, también, muchas veces por necesidad y otras por arrepentimiento de lo que se ha considerado reacción de despecho, que parece que las mujeres no experimentan cuando su marido o compañero les han sido infieles", según añade Serrano, quien asevera que, actualmente, "resulta prácticamente imposible poder determinar cuándo se produce una denuncia falsa, salvo que la mujer lo declare expresamente, en cuyo caso también su testimonio de veracidad quedaría comprometido ante el convencimiento intolerante, que no admite excepciones, de que lo hace por sentimiento de lástima o miedo".
Por último, y tras referir "otra evidencia de la realidad ocultada", como son los cinco casos de denuncias falsas conocidos en Sevilla a través de los medios de comunicación en los últimos tres meses, el juez Serrano lamenta las falsas denuncias de violencia machista interpuestas "por venganza, despecho y puro y duro interés".
Fuente: La Ley
En un informe, el juez Serrano incide en el hecho de que el informe "no analiza ni examina la multitud de resoluciones de sobreseimiento provisional y archivo, que son, con diferencia abrumadora, las más numerosas", poniendo como ejemplo que "es como si se partiera, para intentar demostrar que no existen pobres en EEUU, de la realización de un estudio estadístico sociológico con una encuesta entre vecinos de Bervely Hills".
"El resultado del estudio sería que no existen pobres en EEUU, salvo a lo mejor alguno despistado que buscaba en los cubos de basura", según prosigue el juez de Familia, quien indica que en el estudio del CGPJ se analizan 530 sentencias de audiencias provinciales de toda España, "de las que sólo un 6,22 por ciento de las condenas obedecen a auténtico maltrato, el que puede haber tenido incidencia negativa y traumática no sólo en la madre que lo sufre, sino en sus hijos, que habrían padecido la misma exacrable actitud machista".
En este sentido, agrega que, "sin embargo, la generalización, el automatismo y la estigmatización del hombre por el hecho de serlo conllevaría a privar de esa posibilidad de ejercicio de parentalidad responsable a muchísimos padres, el 93,78 por ciento de las condenas restantes", destacando además que en 42 de los casos enjuiciados y en los que existió un pronunciamiento condenatorio, es decir, el 9,56 por ciento, el testimonio de la víctima "fue la única prueba de cargo".
"REACCIÓN DE DESPECHO"
Además, hace referencia a que 91 de las sentencias son absolutorias, afirmándose en el informe "que buena parte de las sentencias absolutorias en materia de violencia de género se producen por la dispensa de la obligación de declarar de la víctima", aunque, según el juez, el "porqué se produce esa dispensa no ha sido objeto de ningún estudio, pues se parte del preconvencimiento de que la mujer que retira su denuncia o no declara lo hace por miedo".
"Ni por asomo existe el planteamiento de que lo pueden hacer, también, muchas veces por necesidad y otras por arrepentimiento de lo que se ha considerado reacción de despecho, que parece que las mujeres no experimentan cuando su marido o compañero les han sido infieles", según añade Serrano, quien asevera que, actualmente, "resulta prácticamente imposible poder determinar cuándo se produce una denuncia falsa, salvo que la mujer lo declare expresamente, en cuyo caso también su testimonio de veracidad quedaría comprometido ante el convencimiento intolerante, que no admite excepciones, de que lo hace por sentimiento de lástima o miedo".
Por último, y tras referir "otra evidencia de la realidad ocultada", como son los cinco casos de denuncias falsas conocidos en Sevilla a través de los medios de comunicación en los últimos tres meses, el juez Serrano lamenta las falsas denuncias de violencia machista interpuestas "por venganza, despecho y puro y duro interés".
Fuente: La Ley
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