
Debido a esta “ofensa”, Kashif, que es cristiana, recibió cincuenta latigazos: “Me trataron como a un criminal. No sé qué usar. Los pantalones eran un problema. Mi falda llegaba debajo de las rodillas. ¿Qué más puedo hacer? Soy cristiana. Mi tribu y mis costumbres me permiten vestirme así”.
El Gobierno de Sudán se rige por la “Sharia”, es el cuerpo de Derecho islámico. Constituye un código detallado de conducta, en el que se incluyen también las normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida, las cosas permitidas o prohibidas, las reglas separadoras entre el bien y el mal.
Fuente: Minuto Digital
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