Un agente de la Guardia Civil tuvo que ser atendido por un mordisco en un dedo y un funcionario del juzgado de Instrucción número 5 de Alicante, en funciones de guardia, resultó herido leve en un altercado que se produjo el martes en los pasillos del Palacio de Justicia. Los hechos se produjeron cuando varios familiares de uno de los presos -que se encontraba en los calabozos del Palacio de Justicia a la espera de entrar a juicio- se enfrentaron con el funcionario que les explicó que él no podía darle permiso para bajar a verlo a las celdas y que esta orden no formaba parte de su competencia.
La madre del preso, que fue trasladado a Alicante desde la cárcel de Castellón para asistir a un juicio como acusado, "se puso muy nerviosa y quería ver a su hijo a costa de lo que fuera", indicaron fuentes policiales. "Se trata de una familia con pocos recursos y no pueden desplazarse a Castellón, por lo que querían verlo en Alicante, pero es que el funcionario no les podía dar el permiso y la tomaron con él que fue al que le preguntaron", añadieron las citadas fuentes.
Tras el enfurecimiento de la madre, el funcionario intentó calmarla, pero otros dos chicos que iban con ella, uno de 23 años y otro menor de edad, de 16, también familiares del reo, se enzarzaron con él. Le empujaron y le tiraron del pelo al suelo entre gritos e insultos, hasta que se presentaron policías de la unidad de conducciones de los calabozos de Benalúa y la Guardia Civil, que lograron inmovilizarlos tras una ardua tarea.
Uno de los guardias civiles recibió un mordisco en un dedo, por lo que tuvo que ser atendido por las heridas. El agente continuó trabajando, con el dedo vendado y manchas de sangre visibles en los puños de la camisa. También el empleado judicial siguió su jornada laboral después del altercado. "Se ha montado una buena, ha habido un momento en que temíamos que nuestro compañero saliera bastante perjudicado", indicaron compañeros del trabajador.
El juez de guardia ordenó el arresto de los jóvenes por atentado a la autoridad, por lo que uno de ellos quedó a la espera de pasar a disposición judicial y el otro a disposición de la Fiscalía de Menores.
El pasado 20 de mayo otro guardia civil que ejerce las funciones de seguridad en los juzgados de Benalúa tuvo que ser atendido por un mordisco en un dedo que le dio un menor de edad que entró en cólera al final de un juicio al conocer que el juez del Juzgado número 3 de Menores le había condenado a ingresar en un centro por varios delitos.
Fuente: informacion.es
La madre del preso, que fue trasladado a Alicante desde la cárcel de Castellón para asistir a un juicio como acusado, "se puso muy nerviosa y quería ver a su hijo a costa de lo que fuera", indicaron fuentes policiales. "Se trata de una familia con pocos recursos y no pueden desplazarse a Castellón, por lo que querían verlo en Alicante, pero es que el funcionario no les podía dar el permiso y la tomaron con él que fue al que le preguntaron", añadieron las citadas fuentes.
Tras el enfurecimiento de la madre, el funcionario intentó calmarla, pero otros dos chicos que iban con ella, uno de 23 años y otro menor de edad, de 16, también familiares del reo, se enzarzaron con él. Le empujaron y le tiraron del pelo al suelo entre gritos e insultos, hasta que se presentaron policías de la unidad de conducciones de los calabozos de Benalúa y la Guardia Civil, que lograron inmovilizarlos tras una ardua tarea.
Uno de los guardias civiles recibió un mordisco en un dedo, por lo que tuvo que ser atendido por las heridas. El agente continuó trabajando, con el dedo vendado y manchas de sangre visibles en los puños de la camisa. También el empleado judicial siguió su jornada laboral después del altercado. "Se ha montado una buena, ha habido un momento en que temíamos que nuestro compañero saliera bastante perjudicado", indicaron compañeros del trabajador.
El juez de guardia ordenó el arresto de los jóvenes por atentado a la autoridad, por lo que uno de ellos quedó a la espera de pasar a disposición judicial y el otro a disposición de la Fiscalía de Menores.
El pasado 20 de mayo otro guardia civil que ejerce las funciones de seguridad en los juzgados de Benalúa tuvo que ser atendido por un mordisco en un dedo que le dio un menor de edad que entró en cólera al final de un juicio al conocer que el juez del Juzgado número 3 de Menores le había condenado a ingresar en un centro por varios delitos.
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