Los sindicatos CCOO y UGT tenían ayer algo que celebrar apenas un día después de la huelga general. Y es que, pese al duro ajuste del gasto para 2011 contemplado en los Presupuestos Generales del Estado, José Luis Rodríguez Zapatero ha decidido no tocar ni un euro de las subvenciones contempladas para las centrales sindicales. El año próximo se repartirán casi 20,6 millones de euros a través de las cuentas públicas, la misma cantidad estipulada para ellas en 2010. Una política que contrasta con el recorte que sufrirán los ministerios, que podrán gastar un 15,6% menos, o la política de infraestructuras, que se deja por el camino un 40,7%.
La partida que el Gobierno fija para los sindicatos y la patronal CEOE se recoge en una transferencia corriente del Ministerio de Trabajo denominada “a familias e instituciones sin ánimo de lucro”. Toda una ironía. Los 20,6 millones se dividen en dos partidas. La primera, de 4,8 millones de euros, se destina a financiar “a los participantes en órganos consultivos y consejos”. De esta rúbrica, una parte la recibe la patronal. La segunda constituye la parte del león. Se eleva a 15,8 millones, destinados genéricamente a “financiación y compensaciones económicas”. Aquí sólo se lucran los sindicatos.
El Ministerio de Trabajo publicaba en el BOE del pasado 24 de febrero el reparto de las subvenciones otorgadas durante el año 2010 con cargo al Presupuesto. Los 15,8 millones de este año se distribuían entre más de 80 centrales “en proporción a su representatividad por la realización de actividades de carácter sindical”. CCOO acumulaba 6,39 millones en ayudas, por los 6,08 de UGT. A distancia sideral se situaba la Unión Sindical Obrera (USO) y la vasca ELA, con unos subsidios que no llegaban al medio millón de euros. La adjudicación de 2011, que se hará pública a principios del año próximo, no diferirá en exceso.
También será similar el prorrateo de la partida de 4,8 millones que reciben los agentes sociales por participar en organismos consultivos como el Consejo Económico y Social (CES). En 2010, la patronal CEOE percibió 1,8 millones de euros, como principal beneficiaria. CCOO y UGT completan su retribución con 922.609 euros y 1,07 millones, respectivamente. En total, las centrales de Ignacio Fernández-Toxo y Cándido Méndez se embolsan por la vía presupuestaria 7,32 y 7,13 millones de euros. Se trata de cuantías que, en su conjunto, suponen más del 70% del total de la partida recogida en las cuentas públicas.
El ‘agujero negro’ de los cursos de formación
La afiliación constituye una fuente de financiación relativamente pequeña para las organizaciones sindicales. De hecho, sólo un porcentaje levemente superior al 15% de los trabajadores en activo forma en las filas de los sindicatos. Un escenario que arroja a estas organizaciones en brazos de las subvenciones públicas. Y no sólo a través de las ayudas presupuestarias, que se intuyen dotaciones menores en comparación con otras más más opacas, como el agujero negro que suponen los cursos de formación. Incluso CEOE, que presume de financiarse en un 83% de las cuotas de sus miembros, los omite en la descripción que hace de su Presupuesto para 2010.
“En un porcentaje abrumador, con excepción hecha de la administración de los fondos de formación, la financiación de la CEOE proviene de cuotas empresariales, bien de miembros de pleno derecho o de miembros asociados”, expone en su Anuario 2010. La estructura central de la patronal maneja un presupuesto de 29,1 millones para este año. Por su parte, Fernández Toxo se apunta al argumento. El máximo responsable de CCOO ha defendido en más de una ocasión que las ayudas recibidas en función de los votos recibidos en las elecciones sindicales no sustentan al sindicato, haciendo hincapié en que la central se financia en más de un 90% con las cuotas de los afiliados.
La generosidad presupuestaria revela que la huelga general no ha empañado la buena sintonía entre el Gobierno y estos sindicatos. Por si no bastaba, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el secretario general de UGT, Cándido Méndez, coincidían ayer en la Cadena Ser durante el programa matinal de Carlos Francino y compartían reflexiones apenas unas horas después del paro. “Me gustaría que pudiéramos sentarnos a hablar, ayer [por el miércoles] el objetivo era garantizar los derechos, hoy el objetivo es retomar el diálogo para el acuerdo”, dijo De la Vega, que añadió que el comportamiento durante la huelga fue razonable. Es poco probable que la cuantía de los subsidios anunciados ayer violente esa posibilidad.
Fuente: cotizalia.com
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