El magistrado César Tolosa presidirá el viernes la apertura del Año Judicial 2010-2011, y lo hará con un discurso equilibrado entre reivindicación y balance de los logros conseguidos. Mucho cuidado con meter la tijera en los fondos destinados a la Justicia, viene a advertir el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, consciente de que las Administraciones del Estado y Autonómica están en un proceso de estrecharse el cinturón.
-Este viernes se celebra en el Palacio de Justicia de Las Salesas el acto de apertura del curso judicial en Cantabria. ¿Su discurso será reivindicativo o complaciente?
-Tendrá una parte reivindicativa, en la que expondré las necesidades y plantearé las exigencias para su posible solución. Al mismo tiempo será un discurso en el que haré un repaso de los logros que se han alcanzado en el último año judicial. En definitiva, se trata de decir a la sociedad cuál es el estado de la justicia en Cantabria y cuáles son los proyectos con los que afrontamos el año.
-¿Cuáles son esos retos?
-Esencialmente hacer frente al incremento de la litigiosidad producida como consecuencia de la crisis. Cantabria es una de las comunidades autónomas en donde más ha aumentado la litigiosidad en el último año, un 8% sólo superado por Castilla y León y Extremadura. Además, estamos en el séptimo lugar en cuanto a número de asuntos por cada 1.000 habitantes en el conjunto del Estado. Frente a esta avalancha es necesario incrementar la respuesta judicial.
-¿Y qué órganos judiciales van a reclamar?
-La petición se concreta en la creación de tres órganos: el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Torrelavega, una demanda absolutamente irrenunciable e imprescindible que ya pedimos el año pasado; el cuarto Juzgado de lo Contencioso Administrativo y el reforzamiento de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial.
-¿Se puede hablar de colapso en estos ámbitos o es demasiado catastrofista?
-Podíamos estar en una situación de colapso, sí. Pero la tasa de congestión no es tan alta gracias al esfuerzo de los jueces y de todos los que trabajan al servicio de la Administración de Justicia. El crecimiento de la litigiosidad se está produciendo paralelamente al incremento del trabajo de la respuesta judicial. El problema es hasta qué punto se puede exigir a los jueces un aumento permanente y continuado de su capacidad de trabajo.
-¿Los recortes salariales les han llevado al desánimo?
-No es una medida que haya gustado a los jueces ni a los funcionarios, pero su sentido de la responsabilidad les llevará a mantener la tasa de trabajo.
-Los recortes presupuestarios que se avecinan ¿qué consecuencias tendrán para la justicia?
-Va a haber una reducción en los presupuestos de Cantabria con carácter general, y habrá que suponer que nos afectará. Pero la Administración de Justicia en este momento no está para recortes. Está en el momento de crecer. La modernización de la Administración de Justicia tiene un coste económico y, o somos capaces de invertir más en justicia, o habrá que decir claramente que esta modernización sufrirá una ralentización.
-El problema de la dispersión de las sedes judiciales en Santander sigue sin resolverse
-En Santander se vive una situación de bloqueo porque la revisión del PGOU sigue sin aprobarse y no puede habilitarse el edificio de Tabacalera como sede judicial, un paso absolutamente imprescindible para solucionar este problema. El escenario cambiaría radicalmente si el edificio de Tabacalera pudiera ocuparse.
-¿El verdadero atasco judicial sigue estando en la ejecución de las sentencias?
-El mensaje simple es que la ejecución de sentencias sigue siendo un problema en la efectividad de la justicia española. Es el talón de Aquiles de la justicia. Pero no todas las jurisdicciones se ven afectadas en la misma medida.
Fuente: eldiariomontanes.es
-Este viernes se celebra en el Palacio de Justicia de Las Salesas el acto de apertura del curso judicial en Cantabria. ¿Su discurso será reivindicativo o complaciente?
-Tendrá una parte reivindicativa, en la que expondré las necesidades y plantearé las exigencias para su posible solución. Al mismo tiempo será un discurso en el que haré un repaso de los logros que se han alcanzado en el último año judicial. En definitiva, se trata de decir a la sociedad cuál es el estado de la justicia en Cantabria y cuáles son los proyectos con los que afrontamos el año.
-¿Cuáles son esos retos?
-Esencialmente hacer frente al incremento de la litigiosidad producida como consecuencia de la crisis. Cantabria es una de las comunidades autónomas en donde más ha aumentado la litigiosidad en el último año, un 8% sólo superado por Castilla y León y Extremadura. Además, estamos en el séptimo lugar en cuanto a número de asuntos por cada 1.000 habitantes en el conjunto del Estado. Frente a esta avalancha es necesario incrementar la respuesta judicial.
-¿Y qué órganos judiciales van a reclamar?
-La petición se concreta en la creación de tres órganos: el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Torrelavega, una demanda absolutamente irrenunciable e imprescindible que ya pedimos el año pasado; el cuarto Juzgado de lo Contencioso Administrativo y el reforzamiento de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial.
-¿Se puede hablar de colapso en estos ámbitos o es demasiado catastrofista?
-Podíamos estar en una situación de colapso, sí. Pero la tasa de congestión no es tan alta gracias al esfuerzo de los jueces y de todos los que trabajan al servicio de la Administración de Justicia. El crecimiento de la litigiosidad se está produciendo paralelamente al incremento del trabajo de la respuesta judicial. El problema es hasta qué punto se puede exigir a los jueces un aumento permanente y continuado de su capacidad de trabajo.
-¿Los recortes salariales les han llevado al desánimo?
-No es una medida que haya gustado a los jueces ni a los funcionarios, pero su sentido de la responsabilidad les llevará a mantener la tasa de trabajo.
-Los recortes presupuestarios que se avecinan ¿qué consecuencias tendrán para la justicia?
-Va a haber una reducción en los presupuestos de Cantabria con carácter general, y habrá que suponer que nos afectará. Pero la Administración de Justicia en este momento no está para recortes. Está en el momento de crecer. La modernización de la Administración de Justicia tiene un coste económico y, o somos capaces de invertir más en justicia, o habrá que decir claramente que esta modernización sufrirá una ralentización.
-El problema de la dispersión de las sedes judiciales en Santander sigue sin resolverse
-En Santander se vive una situación de bloqueo porque la revisión del PGOU sigue sin aprobarse y no puede habilitarse el edificio de Tabacalera como sede judicial, un paso absolutamente imprescindible para solucionar este problema. El escenario cambiaría radicalmente si el edificio de Tabacalera pudiera ocuparse.
-¿El verdadero atasco judicial sigue estando en la ejecución de las sentencias?
-El mensaje simple es que la ejecución de sentencias sigue siendo un problema en la efectividad de la justicia española. Es el talón de Aquiles de la justicia. Pero no todas las jurisdicciones se ven afectadas en la misma medida.
Fuente: eldiariomontanes.es
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