40 funcionarios de Justicia han abucheado ayer miércoles en Lérida a la consellera de Justicia de la Generalitat, Montserrat Tura. Lo han hecho durante el inicio de obras de ampliación del edificio judicial del Canyeret, por lo que consideran "derrochar" dinero poco antes de las elecciones, y han pedido su dimisión. 'Fuera, fuera; Derroche presupuestario injustificado', 'Estas obras valen seis millones' y 'Justicia sí, chapuzas no' han sido algunas de las consignas de los funcionaros convocados por CCOO, UGT y STAJ (ver vídeo).
Los responsables sindicales Alfonso Más, delegado de CCOO; Sonia Gatius, portavoz de UGT, y Pepa Soira, de STAJ, han considerado más necesarias inversiones en personal que en edificios.
El pasado viernes, y ante la sorpresa de todos, aparecía en el jardín del Canyeret un cartel que anunciaba el inicio de las polémicas obras. Se colocó el cartel y se cercaron los citados jardines pero nada más. Así de desértico permaneció el lugar hasta la mañana de ayer.
La número dos de la lista del PSC por Barcelona se desplazó ayer hasta Lérida con una orquestada idea, anunciar a bombo y platillo, 47 días antes de las elecciones al Parlament, que se iniciaban las obras de ampliación de los juzgados del Canyeret. El mensaje era muy claro, una visita a la casi siempre olvidada Lérida, a 47 días de las elecciones, donde anunciaría, como si de un rey mago se tratara, que traería dinero a la zona (una inversión de 5.293.088 euros para construir 2.800 metros cuadrados de ampliación donde se colocarán 11 salas de vistas) y trabajo (alguien tendrá que ponerse el mono para construir el edificio). La idea era buena pero los funcionarios de justicia estaban dispuestos a tirársela al traste.
Eran las 10.30 de una mañana nubosa. En las puertas del Canyeret no sólo se encontraban una decena de periodistas dispuestos a inmortalizar las promesas de la número dos del PSC. Los medios de comunicación estaban acompañados por funcionarios armados con folios donde habían estampado algunas reivindicaciones.
La consellera de Justicia subió las escaleras, del popularmente denominado flan de la Plaza Sant Joan, acompañada de un pletórico Angel Ros al que le cambió el rostro nada más escuchar una multitud de gritos reivindicativos.
Los funcionarios junto a los representantes de los sindicatos recibieron a la líder socialista con un grito a modo de lema, de escasa rima, pero total significado: “No hay dinero para el personal y se gastan dinero en la reforma”. Tura salvó la situación mientras la cara del alcalde, y a la vez último candidato de la lista socialista al Parlament por Lérida, era un verdadero poema. Estaban gritando a su compañera en la mismísima plaza electoral de Ros. Mientras, los sindicatos seguían con sus ausencias de rimas pero mensajes claros: “No es el lugar”, “Justicia sí, chapuzas no” y concluyendo con un contundente: “No queremos obras, queremos personal”.
Un día después de que el propio Zapatero recibiera gritos de “dimisión” en el desfile de las fuerzas armadas, Tura también tuvo que oírlos de los funcionarios de justicia. La número dos aprovechó esa petición para comenzar su discurso: “Toda decisión genera polémica, la unanimidad no existe y recibo las peticiones de dimisión a las que ya estoy muy acostumbrada”. Dicho esto comenzó su proclama en favor del regalo de reyes que traía a Lérida mientras de fondo los funcionarios seguían reivindicando a grito pelado: “Mucho dinero para lo que quieren”, “Canyeret inaccesible”, “Que se vaya, que se vaya de aquí”... La paciencia de Ros comenzó a escasear y empezó a deshacerse en gestos destinados al técnico de sonido para que subiera el micro por el que hablaba su compañera socialista.
Así se hizo, pero no sirvió para apagar las reivindicativas gargantas de los funcionarios. La candidata Tura simplificó. Una inversión de 5.293.088 euros, a los 19.832 metros cuadrados del Canyeret se les sumarán 2.821 metros. Las obras durarán 24 meses, aseguró que será molesto “pero igual que cuando hacemos obras en la cocina de casa”. Anunció que ayer se abrían las plicas de las obras de la prisión de Tárrega y dejó claro que se hará la Audiencia de Lérida en la explanada de las viviendas del seminario porque, según anunció la candidata, “no va a haber un cambio de gobierno”.
Un Ros enfadado se apoderó del micrófono. Aumentó su nivel sonoro para intentar acallar los gritos, pero no lo consiguió. Se deshizo en elogios con la candidata de Barcelona, anunció que pronto habrá un ascensor que conecte la plaza Sant Joan y el Canyeret. Aseguró que las obras proporcionarán ocupación y dignificarán el centro histórico de su plaza electoral. Para acabar quiso disparar contra los manifestantes asegurando que no todos los “trabajadores tienen la suerte de trabajar en la administración”. Ros anunció después a sus próximos que escribiría a los sindicatos. Quizás se queje de que ejerzan su libertad de expresión.
Fuente: Europa Press , La Mañana
Los responsables sindicales Alfonso Más, delegado de CCOO; Sonia Gatius, portavoz de UGT, y Pepa Soira, de STAJ, han considerado más necesarias inversiones en personal que en edificios.
El pasado viernes, y ante la sorpresa de todos, aparecía en el jardín del Canyeret un cartel que anunciaba el inicio de las polémicas obras. Se colocó el cartel y se cercaron los citados jardines pero nada más. Así de desértico permaneció el lugar hasta la mañana de ayer.
La número dos de la lista del PSC por Barcelona se desplazó ayer hasta Lérida con una orquestada idea, anunciar a bombo y platillo, 47 días antes de las elecciones al Parlament, que se iniciaban las obras de ampliación de los juzgados del Canyeret. El mensaje era muy claro, una visita a la casi siempre olvidada Lérida, a 47 días de las elecciones, donde anunciaría, como si de un rey mago se tratara, que traería dinero a la zona (una inversión de 5.293.088 euros para construir 2.800 metros cuadrados de ampliación donde se colocarán 11 salas de vistas) y trabajo (alguien tendrá que ponerse el mono para construir el edificio). La idea era buena pero los funcionarios de justicia estaban dispuestos a tirársela al traste.
Eran las 10.30 de una mañana nubosa. En las puertas del Canyeret no sólo se encontraban una decena de periodistas dispuestos a inmortalizar las promesas de la número dos del PSC. Los medios de comunicación estaban acompañados por funcionarios armados con folios donde habían estampado algunas reivindicaciones.
La consellera de Justicia subió las escaleras, del popularmente denominado flan de la Plaza Sant Joan, acompañada de un pletórico Angel Ros al que le cambió el rostro nada más escuchar una multitud de gritos reivindicativos.
Los funcionarios junto a los representantes de los sindicatos recibieron a la líder socialista con un grito a modo de lema, de escasa rima, pero total significado: “No hay dinero para el personal y se gastan dinero en la reforma”. Tura salvó la situación mientras la cara del alcalde, y a la vez último candidato de la lista socialista al Parlament por Lérida, era un verdadero poema. Estaban gritando a su compañera en la mismísima plaza electoral de Ros. Mientras, los sindicatos seguían con sus ausencias de rimas pero mensajes claros: “No es el lugar”, “Justicia sí, chapuzas no” y concluyendo con un contundente: “No queremos obras, queremos personal”.
Un día después de que el propio Zapatero recibiera gritos de “dimisión” en el desfile de las fuerzas armadas, Tura también tuvo que oírlos de los funcionarios de justicia. La número dos aprovechó esa petición para comenzar su discurso: “Toda decisión genera polémica, la unanimidad no existe y recibo las peticiones de dimisión a las que ya estoy muy acostumbrada”. Dicho esto comenzó su proclama en favor del regalo de reyes que traía a Lérida mientras de fondo los funcionarios seguían reivindicando a grito pelado: “Mucho dinero para lo que quieren”, “Canyeret inaccesible”, “Que se vaya, que se vaya de aquí”... La paciencia de Ros comenzó a escasear y empezó a deshacerse en gestos destinados al técnico de sonido para que subiera el micro por el que hablaba su compañera socialista.
Así se hizo, pero no sirvió para apagar las reivindicativas gargantas de los funcionarios. La candidata Tura simplificó. Una inversión de 5.293.088 euros, a los 19.832 metros cuadrados del Canyeret se les sumarán 2.821 metros. Las obras durarán 24 meses, aseguró que será molesto “pero igual que cuando hacemos obras en la cocina de casa”. Anunció que ayer se abrían las plicas de las obras de la prisión de Tárrega y dejó claro que se hará la Audiencia de Lérida en la explanada de las viviendas del seminario porque, según anunció la candidata, “no va a haber un cambio de gobierno”.
Un Ros enfadado se apoderó del micrófono. Aumentó su nivel sonoro para intentar acallar los gritos, pero no lo consiguió. Se deshizo en elogios con la candidata de Barcelona, anunció que pronto habrá un ascensor que conecte la plaza Sant Joan y el Canyeret. Aseguró que las obras proporcionarán ocupación y dignificarán el centro histórico de su plaza electoral. Para acabar quiso disparar contra los manifestantes asegurando que no todos los “trabajadores tienen la suerte de trabajar en la administración”. Ros anunció después a sus próximos que escribiría a los sindicatos. Quizás se queje de que ejerzan su libertad de expresión.
Fuente: Europa Press , La Mañana
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