Un nutrido número de compañeros del ámbito de la judicatura y de representantes institucionales visitaron ayer la capilla ardiente del viceconsejero de Justicia, José Manuel Fínez, en la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, cuyas banderas ondearon a media asta durante toda la jornada. Fínez, de 48 años, falleció el viernes en su domicilio de la capital vizcaína a consecuencia de un infarto. El funeral se celebrará mañana en la Iglesia de Nuestra Señora de Covadonga, en Bilbao.
El viceconsejero, magistrado en excedencia, casado y padre de dos hijos adolescentes, había participado horas antes en el acto de apertura del año judicial, celebrado en el Tribunal Superior del País Vasco. Al parecer, comenzó a sentirse indispuesto después de comer en el centro de la capital vizcaína con unos amigos, a los que confesó sentirse cansado y con ciertas molestias en el pecho. Murió en torno a las seis y media de la tarde.
El óbito conmocionó a toda la carrera judicial. Fínez tenía entre la profesión fama de «gran jurista» y de ser una persona «campechana», «simpática» y «muy cercana». «No tenía enemigos. Le caía bien a todo el mundo», confesaba un magistrado que había charlado con él en el Palacio de Justicia. De hecho, quien ha sido mano derecha de Idoia Mendia en el Gobierno vasco había mantenido por la mañana animada conversación y bromas con buena parte de los asistentes a la recepción ofrecida por el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Luis Ibarra. Incluso afeó a un compañero de profesión que hubiera vuelto a fumar tras haber sido operado del corazón.
Alto cargo del Ejecutivo de Pachi López desde mayo del año pasado, había aprovechado el acto con el que se da arranque oficial al curso en el País Vasco para comentar la actual situación de la judicatura y, según algunos de los presentes, había sondeado la posibilidad de mantener algunos encuentros y contactos con miembros del Consejo General del Poder Judicial y autoridades para analizar cuestiones pendientes.
Fínez tenía entre sus objetivos más inmediatos la puesta en marcha de la nueva oficina judicial, que entrará en funcionamiento en los juzgados de Irún, Azpeitia, Eibar, Amurrio y Guecho de forma escalonada desde el próximo día 25 de octubre hasta el 3 de noviembre. Además, había conseguido negociar una mejora de las condiciones laborales de los más de 1.900 funcionarios de la Administración de Justicia y pactar con los sindicatos la apertura por la tarde de ciertos servicios al ciudadano.
Su nombramiento como viceconsejero, unido a la llegada de Pachi López a Ajuria Enea, también contribuyó a normalización de las relaciones entre la cúpula judicial de Euskadi y el Ejecutivo autónomo. José Manuel Fínez era bien conocido por máximos representantes de la magistratura vasca. Nacido en el barrio de La Peña, cursó todos sus estudios en Bilbao y completó la carrera de Derecho en la universidad de Deusto, donde obtuvo el título de catedrático de Derecho Civil. Fue docente en Deusto y en Cantabria y accedió a la carrera judicial por el 'cuarto turno', el reservado a juristas de prestigio. Según diferentes fuentes, fue el número uno de su promoción.
Del sector progresista
Después de trabajar como magistrado suplente en la Audiencia de Cantabria, se trasladó a la capital vizcaína donde hasta su nombramiento como viceconsejero dirigía el juzgado de instrucción número 13. De tendencia progresista, formaba parte del colectivo Jueces para la Democracia. En diciembre de 2005 pugnó por ocupar el puesto de juez decano de Bilbao, cargo que obtuvo finalmente Alfonso González Guija, de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura.
Su fallecimiento provocó una reacción unitaria de todos los colectivos judiciales. Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Superior y asociaciones mostraron sus condolencias y coincidieron en manifestar la «enorme pérdida» que supone la muerte de un «estupendo magistrado y buena persona».
Fuente: elcorreo.com
El viceconsejero, magistrado en excedencia, casado y padre de dos hijos adolescentes, había participado horas antes en el acto de apertura del año judicial, celebrado en el Tribunal Superior del País Vasco. Al parecer, comenzó a sentirse indispuesto después de comer en el centro de la capital vizcaína con unos amigos, a los que confesó sentirse cansado y con ciertas molestias en el pecho. Murió en torno a las seis y media de la tarde.
El óbito conmocionó a toda la carrera judicial. Fínez tenía entre la profesión fama de «gran jurista» y de ser una persona «campechana», «simpática» y «muy cercana». «No tenía enemigos. Le caía bien a todo el mundo», confesaba un magistrado que había charlado con él en el Palacio de Justicia. De hecho, quien ha sido mano derecha de Idoia Mendia en el Gobierno vasco había mantenido por la mañana animada conversación y bromas con buena parte de los asistentes a la recepción ofrecida por el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Luis Ibarra. Incluso afeó a un compañero de profesión que hubiera vuelto a fumar tras haber sido operado del corazón.
Alto cargo del Ejecutivo de Pachi López desde mayo del año pasado, había aprovechado el acto con el que se da arranque oficial al curso en el País Vasco para comentar la actual situación de la judicatura y, según algunos de los presentes, había sondeado la posibilidad de mantener algunos encuentros y contactos con miembros del Consejo General del Poder Judicial y autoridades para analizar cuestiones pendientes.
Fínez tenía entre sus objetivos más inmediatos la puesta en marcha de la nueva oficina judicial, que entrará en funcionamiento en los juzgados de Irún, Azpeitia, Eibar, Amurrio y Guecho de forma escalonada desde el próximo día 25 de octubre hasta el 3 de noviembre. Además, había conseguido negociar una mejora de las condiciones laborales de los más de 1.900 funcionarios de la Administración de Justicia y pactar con los sindicatos la apertura por la tarde de ciertos servicios al ciudadano.
Su nombramiento como viceconsejero, unido a la llegada de Pachi López a Ajuria Enea, también contribuyó a normalización de las relaciones entre la cúpula judicial de Euskadi y el Ejecutivo autónomo. José Manuel Fínez era bien conocido por máximos representantes de la magistratura vasca. Nacido en el barrio de La Peña, cursó todos sus estudios en Bilbao y completó la carrera de Derecho en la universidad de Deusto, donde obtuvo el título de catedrático de Derecho Civil. Fue docente en Deusto y en Cantabria y accedió a la carrera judicial por el 'cuarto turno', el reservado a juristas de prestigio. Según diferentes fuentes, fue el número uno de su promoción.
Del sector progresista
Después de trabajar como magistrado suplente en la Audiencia de Cantabria, se trasladó a la capital vizcaína donde hasta su nombramiento como viceconsejero dirigía el juzgado de instrucción número 13. De tendencia progresista, formaba parte del colectivo Jueces para la Democracia. En diciembre de 2005 pugnó por ocupar el puesto de juez decano de Bilbao, cargo que obtuvo finalmente Alfonso González Guija, de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura.
Su fallecimiento provocó una reacción unitaria de todos los colectivos judiciales. Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Superior y asociaciones mostraron sus condolencias y coincidieron en manifestar la «enorme pérdida» que supone la muerte de un «estupendo magistrado y buena persona».
Fuente: elcorreo.com
1 comentario:
Descanse en paz.
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