Gabriela Bravo, portavoz de la Unión Progresista de Fiscales, denunció que el juzgado de Alzira atraviesa una situación de "falta de funcionarios" que está provocando que existan en la actualidad un total de 250 causas paralizadas. Esta situación, según Bravo, se ha trasladado tanto a la Fiscalía General del Estado como a la Secretaría Autonómica de la Generalitat "y el silencio es lo único que se ha recibido".
También se refirió a las condiciones de trabajo que deben soportar en la Fiscalía de la capital de la Ribera Alta: "Unos seis compañeros deben hacer su trabajo en una habitación de unos 20 metros cuadrados y los funcionarios en otra de 25 metros cuadrados compartiendo espacio con las causas", destacó en una comparecencia efectuada en Valencia.
Todos los trabajadores y los usuarios de las dos instalaciones, ubicadas en la plaza del Sufragio y en la ronda de Algemesí, claman, no sólo por la finalización del Palacio de Justicia sino por su inicio. La única esperanza es que este proyecto ya tiene consignación presupuestaria, por lo que las instalaciones, ubicadas junto al monumento de la máquina del ferrocarril, en una de las entradas de la ciudad, podrían comenzar a ser una realidad durante este mismo año.
Un funcionario de estos juzgados comenzaba a relatar las deficiencias que posee el edificio en que trabaja. En primer lugar está la incomodidad de que las instalaciones judiciales se encuentran separadas en tres edificios: los juzgados números 1, 2 y 3 en la ronda de Algemesí, el 4, 5 y 6 en la plaza del Sufragio y el juzgado de lo Penal en otras instalaciones ubicadas en la plaza de la Generalitat. "Esto provoca que mucha gente se equivoque de lugar al que debe acudir cuando no conoce bien las instalaciones", afirmaba este trabajador.
Así, una de las principales carencias es la falta de un ascensor o de rampas adecuadas para los minusválidos. Eso ha generado que, en el caso de personas mayores o con problemas de movilidad, "los tengan que subir en brazos o incluso tengamos que bajar nosotros", señaló.
No se ha dado en pocas ocasiones la estrambótica y triste situación en que una persona en silla de ruedas haya tenido que subir arrastrándose para llegar a los pisos superiores de este edificio.
Para recalcar lo complicado de su situación, ponía como ejemplo que una reciente inspección del Consejo General del Poder Judicial "remarcaba que las cosas iban bien por lo que se refería a nuestra manera de trabajar, pero que en cuanto a los medios materiales con que contábamos carecía de sentido efectuar cualquier comentario" ante las graves carencias constatadas en diversos aspectos.
Además, "si tenemos en cuenta de que es un edificio que tiene 20 años de existencia, no se ha pintado nunca", por lo que las paredes no presentan su mejor imagen.
"Tampoco hay escalera de incendios, con el riesgo que eso podría suponer", señaló este funcionario, quien calificó de "deplorables" las condiciones de trabajo que deben soportar diariamente. Esta situación de falta de higiene incluso provocó que algunos trabajadores sufrieran picaduras de pulgas durante los meses de más calor.
Además, uno de los trabajadores incluso denunciaba que, ante la falta de espacio en las estanterías y para no dejar documentos en el suelo, "me tuve que traer una estantería de mi casa".
Mientras tanto, las obras del Palacio de Justicia continúan sin comenzar, lo que genera las quejas principalmente de los trabajadores.
Respecto a esta cuestión, el decano del Colegio de Abogados de Alzira, Antonio Llácer, explicó que el próximo 1 de abril se colocará la primera piedra de este anhelado edificio.
Coincidió en la necesidad de que Alzira tuviera más juzgados de los seis actuales: "Es verdad que, con respecto a otras ciudades, Alzira se está quedando un poco desfasada, aquí necesitaríamos los juzgados 7, 8 y 9 para atender el volumen de trabajo que tenemos".
Además, negó las manifestaciones de la portavoz de la Unión Progresista de Fiscales respecto al escaso espacio de trabajo de los mismos. "Los fiscales, al igual que los abogados, tienen algo más de 100 metros cuadrados para trabajar", explicó.
También denunció que según le manifestó desde la Generalitat el propio Fernando de Rosa, "desde Madrid a Alzira nos han quitado el juzgado contra la violencia doméstica".
Así, todos los sectores confían en que el nuevo Palacio de Justicia, que no estará listo al menos hasta finales del próximo año 2009, ofrezca dos ventajas. Por una parte, solventará los problemas de espacio que han denunciado los trabajadores de los juzgados.
Además, permitirá al Ayuntamiento de Alzira, quien cedió los edificios, poder usar estas dependencias para otros usos municipales.
Fuente: lasprovincias.es
También se refirió a las condiciones de trabajo que deben soportar en la Fiscalía de la capital de la Ribera Alta: "Unos seis compañeros deben hacer su trabajo en una habitación de unos 20 metros cuadrados y los funcionarios en otra de 25 metros cuadrados compartiendo espacio con las causas", destacó en una comparecencia efectuada en Valencia.
Todos los trabajadores y los usuarios de las dos instalaciones, ubicadas en la plaza del Sufragio y en la ronda de Algemesí, claman, no sólo por la finalización del Palacio de Justicia sino por su inicio. La única esperanza es que este proyecto ya tiene consignación presupuestaria, por lo que las instalaciones, ubicadas junto al monumento de la máquina del ferrocarril, en una de las entradas de la ciudad, podrían comenzar a ser una realidad durante este mismo año.
Un funcionario de estos juzgados comenzaba a relatar las deficiencias que posee el edificio en que trabaja. En primer lugar está la incomodidad de que las instalaciones judiciales se encuentran separadas en tres edificios: los juzgados números 1, 2 y 3 en la ronda de Algemesí, el 4, 5 y 6 en la plaza del Sufragio y el juzgado de lo Penal en otras instalaciones ubicadas en la plaza de la Generalitat. "Esto provoca que mucha gente se equivoque de lugar al que debe acudir cuando no conoce bien las instalaciones", afirmaba este trabajador.
Así, una de las principales carencias es la falta de un ascensor o de rampas adecuadas para los minusválidos. Eso ha generado que, en el caso de personas mayores o con problemas de movilidad, "los tengan que subir en brazos o incluso tengamos que bajar nosotros", señaló.
No se ha dado en pocas ocasiones la estrambótica y triste situación en que una persona en silla de ruedas haya tenido que subir arrastrándose para llegar a los pisos superiores de este edificio.
Para recalcar lo complicado de su situación, ponía como ejemplo que una reciente inspección del Consejo General del Poder Judicial "remarcaba que las cosas iban bien por lo que se refería a nuestra manera de trabajar, pero que en cuanto a los medios materiales con que contábamos carecía de sentido efectuar cualquier comentario" ante las graves carencias constatadas en diversos aspectos.
Además, "si tenemos en cuenta de que es un edificio que tiene 20 años de existencia, no se ha pintado nunca", por lo que las paredes no presentan su mejor imagen.
"Tampoco hay escalera de incendios, con el riesgo que eso podría suponer", señaló este funcionario, quien calificó de "deplorables" las condiciones de trabajo que deben soportar diariamente. Esta situación de falta de higiene incluso provocó que algunos trabajadores sufrieran picaduras de pulgas durante los meses de más calor.
Además, uno de los trabajadores incluso denunciaba que, ante la falta de espacio en las estanterías y para no dejar documentos en el suelo, "me tuve que traer una estantería de mi casa".
Mientras tanto, las obras del Palacio de Justicia continúan sin comenzar, lo que genera las quejas principalmente de los trabajadores.
Respecto a esta cuestión, el decano del Colegio de Abogados de Alzira, Antonio Llácer, explicó que el próximo 1 de abril se colocará la primera piedra de este anhelado edificio.
Coincidió en la necesidad de que Alzira tuviera más juzgados de los seis actuales: "Es verdad que, con respecto a otras ciudades, Alzira se está quedando un poco desfasada, aquí necesitaríamos los juzgados 7, 8 y 9 para atender el volumen de trabajo que tenemos".
Además, negó las manifestaciones de la portavoz de la Unión Progresista de Fiscales respecto al escaso espacio de trabajo de los mismos. "Los fiscales, al igual que los abogados, tienen algo más de 100 metros cuadrados para trabajar", explicó.
También denunció que según le manifestó desde la Generalitat el propio Fernando de Rosa, "desde Madrid a Alzira nos han quitado el juzgado contra la violencia doméstica".
Así, todos los sectores confían en que el nuevo Palacio de Justicia, que no estará listo al menos hasta finales del próximo año 2009, ofrezca dos ventajas. Por una parte, solventará los problemas de espacio que han denunciado los trabajadores de los juzgados.
Además, permitirá al Ayuntamiento de Alzira, quien cedió los edificios, poder usar estas dependencias para otros usos municipales.
Fuente: lasprovincias.es
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