
Los profesores de la autoescuela y los responsables de Tráfico llamaron a la policía cuando se percataron de que la peligrosa forma de conducir del hombre se debía al alcohol. El individuo dijo que había bebido antes de presentarse al examen para "calmar los nervios y combatir el frío", explicaron los agentes antes de ponerle a disposición judicial.
El resultado de la prueba de alcoholemia practicada por los policías indicó más de uno por mil de alcohol en la sangre, un nivel muy por encima del límite de 0,02 que contempla la legislación vial polaca.
Esta detención coincide con una campaña del gobierno polaco para intentar reducir los accidentes provocados por conductores ebrios y endurecer las condenas en estos casos, que podrían llegar hasta a dos años de prisión.
Al ser detenido, el hombre afirmó que no temía la decisión del juez ya que las penas están previstas para quienes tiene el permiso de conducir y ese no era su caso porque, obviamente, había suspendido el examen.
Fuente: Alerta digital
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