El problema de las colas en la sociedad actual resulta mucho más complicado de solucionar que lo que pudiera pensarse. Tal es así, que rara es la ventanilla en la que atienden de inmediato, sin esperas. ¿Falta de personal, excesiva demanda, dificultad en los trámites? Quizá un poco de todo.
Miguel Ángel se enfrentó recientemente con el citado problema. Llegó sobre las nueve y media y ya no tenía número. "El problema fue encontrar un sitio para aparcar, que la verdad es que está imposible en esta zona. Cuando llego, me encuentro con toda esta gente y con que no quedan números".
Los más madrugadores del Registro Civil no son los trabajadores, sino aquellos que necesitan cumplir con algún trámite, ya sea comunicar un nacimiento, una defunción... A las siete y media aparecen ya los primeros interesados. Y eso que el Registro Civil no abre sus puertas hasta las nueve. Pero se trata de coger número. De todos modos, llegar antes de la apertura no garantiza ser atendido. Rocío fue una de las agraciadas: "Tras media hora de espera he tenido suerte".
Una cola de varias horas nunca depara nada bueno. Los solicitantes se cansan y a la fatiga le suele acompañar el mal humor, cuando no algún que otro desvanecimiento. Y el mal humor deriva a la mínima en enfrentamientos verbales con el funcionario.
A las largas esperas hay que sumar la situación que se vive dentro. Se han producido desmayos y lipotimias de personas embarazadas y gente de avanzada edad por no disponer de un sitio para sentarse mientras aguardan su turno.
Otro de los problemas que han detectado los trabajadores del Registro Civil es la excesiva proximidad del ciudadano con el funcionario. Se dan casos de trabajadores que son habitualmente increpados, sometidos a unas condiciones de trabajo sin intimidad y bajo amenaza continua de denuncias.
Esto es algo que los funcionarios entienden, pero consideran que no es su responsabilidad y acusan directamente a la Conselleria de Justicia por no reforzar la plantilla. Actualmente son 39 trabajadores en este servicio, lo que no significa que estén todos presentes de lunes a viernes. Desde la Conselleria de Justicia indicaron que durante el primer semestre de este año se destinaron 61 funcionarios a todos los registros civiles de la Comunitat.
Sin embargo, para el Consell el problema no está en la falta de trabajadores, sino en el hecho de que no esté informatizado. "Por muchos que pusiéramos, siempre tendríamos el mismo problema: se trabaja con papel. Y esto es responsabilidad de la Dirección General de Registros y Notariado, dependiente del Ministerio de Justicia".
Fuente: lasprovincias.es
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