Un olor "insoportable, absolutamente nauseabundo" se expandió el jueves por algunas dependencias de la Ciudad de la Justicia recientemente inauguradas, obligando a los funcionarios que en esos momentos estaban de guardia en el juzgado de incidencias a abandonar las dependencias y subirse a su juzgado correspondiente. Otros, los del juzgado de detenidos, prefirieron abrir las ventanas y aguantar estoicamente.
Por la intensidad del hedor algunos trabajadores intuyeron su procedencia, pero no fue hasta el mediodía cuando se corroboró que éste provenía de la autopsia de un cadáver que llevaba al menos dos semanas muerto, según indicó la delegada de Justicia, Aurora Santos.
Un fallo en el sistema de aspiración pudo ser el motivo, aunque la delegada también apuntó la posibilidad de que el error se debiera a una utilización inadecuada de las instalaciones, ya que en el Instituto de Medicina Legal (IML) existe una sala específica para los casos de cadáveres que se encuentran en avanzado estado de putrefacción o infectocontagiosos. "Se usó la sala general cuando debía haberse utilizado la específica, por lo que eso será una de las cosas que habrá que averiguar", garantizó Santos.
La segunda -y no necesariamente por ese orden- será saber a qué se debió ese escape ya que, según la delegada, el sistema de aire en el IML es "completamente independiente del resto: es un circuito cerrado. El martes se hicieron siete autopsias y no hubo ningún problema".
Uno de los arquitectos y técnicos encargados del proyecto del edificio le garantizó a la delegada que si la instalación se había efectuado correctamente no debería haberse producido escape alguno, por lo que la delegada ha encargado un informe detallado a la empresa responsable de la construcción del edificio.
Fuente: laopiniondemalaga.es
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