Urbano Marín, el nuevo presidente de la Corte Suprema de Chile, asumió en medio de la agitación política por el cambio de gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet y el aterrizaje del conflicto mapuche en Santiago.
Y pese a su convencimiento de que Chile es un país sin mayores problemas de seguridad, ya está en marcha un plan para garantizar la seguridad de quienes asisten a los tribunales. Con ese objeto, desembolsarán aproximadamente unos 400 millones de pesos para "blindar" los juzgados más desprotegidos.
Se instalarán paneles transparentes de policarbonato para separar a jueces, fiscales, defensores y acusados del público que asisten a las audiencias. Resistirán balas y golpes con objetos contundentes. Ya hay experiencias piloto en Colina y Rancagua que pronto se extenderán al resto del país.
Para ello, explica, "estamos llamando este año a licitación para la compra de paneles que permitan que los juicios sigan siendo transparentes y públicos, pero con protección que separe a los partícipes del juicio del resto del público. Es un asunto caro que financiaremos con recursos nuestros. Hay que implementarlo en todos los tribunales, con distintos grados de seguridad".
Fuente: La Segunda
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