La actividad en los tribunales y en los registros civiles asturianos empieza a sufrir un atasco considerable. Según las estimaciones de los sindicatos, hasta el momento el conflicto mantiene paralizados 7.000 juicios, mientras que los trámites para realizar la inscripción de nacimientos y defunciones sólo se realizan a medias. Los trabajadores asientan las altas y las bajas en los archivos para dar cumplimiento a los servicios mínimos, pero no expiden los libros de familia. De esa manera, los ciudadanos que acuden para realizar esa gestión deberán regresar a las ventanillas una vez acabadas las movilizaciones para acabar con todo el papeleo.
Las cifras oficiales que día a día distribuye el Ministerio de Justicia sitúan a Asturias como la comunidad autónoma con mayor seguimiento del paro entre las siete donde aún no ha acabado el proceso de cesión de las competencias en la materia. Según informó la Delegación del Gobierno, ayer pararon el 53,2% de los funcionarios, una cifra que los sindicatos convocantes -CC OO, UGT, CSI-CSIF y STAJ- elevan el 98%, un resultado cercano al abandono absoluto del trabajo. Fuentes del comité de huelga reiteraron su postura de los días anteriores y señalaron que la protesta se fortalece con el tiempo, «al contrario de lo que esperaba el ministerio», y que las asambleas matutinas crecen paulatinamente.
La acumulación de trabajo pendiente en los juzgados ha generado una corriente de demostraciones públicas de apoyo a los funcionarios. En Asturias, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia ya han expresado su respaldo de las reivindicaciones -la homologación salarial con sus compañeros de las comunidades con competencias transferidas, lo que significaría mejorar sus sueldos en 2.400 euros anuales- de la plantilla. La sala de gobierno del Tribunal Supremo, las asociaciones de jueces y fiscales y los secretarios judiciales también han expresado su solidaridad a los huelguistas y el deseo de un arreglo rápido para recuperar la normalidad en las salas.
Falta de sintonía
El acuerdo, sin embargo, aún no ha fraguado. Los representantes sindicales rechazaron el lunes, en una reunión que se prolongó hasta la madrugada, la última oferta de Justicia, a pesar de que horas antes el ministro Mariano Fernández Bermejo -al que los sindicatos reprochan su «desidia»- se había mostrado seguro de lograr un entendimiento. En Asturias, los empleados volvieron a manifestarse en Oviedo, ante la sede regional de la Federación Socialista Asturiana (FSA), y en Gijón. Los sindicatos, además estudian organizar una segunda manifestación en Madrid tras la marcha entre el ministerio y el cuartel general socialista de Ferraz.
Fuente: elcomerciodigital.com
Las cifras oficiales que día a día distribuye el Ministerio de Justicia sitúan a Asturias como la comunidad autónoma con mayor seguimiento del paro entre las siete donde aún no ha acabado el proceso de cesión de las competencias en la materia. Según informó la Delegación del Gobierno, ayer pararon el 53,2% de los funcionarios, una cifra que los sindicatos convocantes -CC OO, UGT, CSI-CSIF y STAJ- elevan el 98%, un resultado cercano al abandono absoluto del trabajo. Fuentes del comité de huelga reiteraron su postura de los días anteriores y señalaron que la protesta se fortalece con el tiempo, «al contrario de lo que esperaba el ministerio», y que las asambleas matutinas crecen paulatinamente.
La acumulación de trabajo pendiente en los juzgados ha generado una corriente de demostraciones públicas de apoyo a los funcionarios. En Asturias, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia ya han expresado su respaldo de las reivindicaciones -la homologación salarial con sus compañeros de las comunidades con competencias transferidas, lo que significaría mejorar sus sueldos en 2.400 euros anuales- de la plantilla. La sala de gobierno del Tribunal Supremo, las asociaciones de jueces y fiscales y los secretarios judiciales también han expresado su solidaridad a los huelguistas y el deseo de un arreglo rápido para recuperar la normalidad en las salas.
Falta de sintonía
El acuerdo, sin embargo, aún no ha fraguado. Los representantes sindicales rechazaron el lunes, en una reunión que se prolongó hasta la madrugada, la última oferta de Justicia, a pesar de que horas antes el ministro Mariano Fernández Bermejo -al que los sindicatos reprochan su «desidia»- se había mostrado seguro de lograr un entendimiento. En Asturias, los empleados volvieron a manifestarse en Oviedo, ante la sede regional de la Federación Socialista Asturiana (FSA), y en Gijón. Los sindicatos, además estudian organizar una segunda manifestación en Madrid tras la marcha entre el ministerio y el cuartel general socialista de Ferraz.
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