Apenas unas horas después de ordenar la detención de diversos empresarios relacionados con el Partido Popular, Baltasar Garzón se desplazó el pasado sábado a una finca de su localidad natal, Torres (Jaén), para compartir, el domingo, una placentera jornada cinegética con dos ilustres compañeros de escopeta: el titular de la cartera de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado, compañera y amiga personal del magistrado.
Su presencia en la montería ha despertado esta semana una gran polémica que ha despertado en el PP una gran indignación. Tanta que el partido de Génova rompió relaciones con el Ministerio de Justicia y pidió la recusación del juez en la causa contra la supuesta trama de corrupción en la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana.
Según el empresario José Peñas Pérez, propietario del coto de caza “Cabeza Prieta” -la finca en cuya casona se alojaron los invitados a tan distinguida cacería-, durante la misma, se mataron un total de doce muflones, abatidos entre la veintena de participantes entre los que, al parecer, también figuraban altos funcionarios del Ministerio del Interior y la Junta de Andalucía.
Según fuentes a las que ha tenido acceso la revista ÉPOCA, fue el propio Baltasar Garzón quien, veinte días antes, se puso en contacto con el empresario José Peñas para que éste le reservara la jornada del domingo 8 de febrero con el fin de celebrar, junto al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, una cacería “entre compadres” en la finca Cabeza Prieta, situada en el municipio de la localidad natal del magistrado.
Peñas, asimismo natural de Torres (Jaén) y amigo de la infancia de Garzón, es propietario de diversas sociedades relacionadas con el sector farmacéutico -entre otras, Farmaeuropa- y adquirió este coto de caza junto a su mujer, Sandra Polo, hace apenas un año. Desde entonces, el magistrado es asiduo cazador en aquellas tierras.
En declaraciones al semanario EPOCA, Peñas asegura que Mariano Fernández Bermejo acudió a Cabeza Prieta acompañado por “su señora”, Susana Sánchez-Herrero, y dice que la idea de organizar la cacería surgió de la necesidad de hacer un descaste, “aconsejado por los especialistas medioambientales, y en virtud de un plan técnico que recomienda acabar con una demasía de animales que nos perjudican en la finca”.
Ni la llamada operación Gürtel -ordenada por Garzón, y en la que el magistrado ha imputado a diversos cargos del PP-, ni siquiera la copiosa nevada que el fin de semana cayó sobre Jaén impidieron a la comitiva trasladarse desde Madrid.
Fuente: lanacion.es
Su presencia en la montería ha despertado esta semana una gran polémica que ha despertado en el PP una gran indignación. Tanta que el partido de Génova rompió relaciones con el Ministerio de Justicia y pidió la recusación del juez en la causa contra la supuesta trama de corrupción en la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana.
Según el empresario José Peñas Pérez, propietario del coto de caza “Cabeza Prieta” -la finca en cuya casona se alojaron los invitados a tan distinguida cacería-, durante la misma, se mataron un total de doce muflones, abatidos entre la veintena de participantes entre los que, al parecer, también figuraban altos funcionarios del Ministerio del Interior y la Junta de Andalucía.
Según fuentes a las que ha tenido acceso la revista ÉPOCA, fue el propio Baltasar Garzón quien, veinte días antes, se puso en contacto con el empresario José Peñas para que éste le reservara la jornada del domingo 8 de febrero con el fin de celebrar, junto al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, una cacería “entre compadres” en la finca Cabeza Prieta, situada en el municipio de la localidad natal del magistrado.
Peñas, asimismo natural de Torres (Jaén) y amigo de la infancia de Garzón, es propietario de diversas sociedades relacionadas con el sector farmacéutico -entre otras, Farmaeuropa- y adquirió este coto de caza junto a su mujer, Sandra Polo, hace apenas un año. Desde entonces, el magistrado es asiduo cazador en aquellas tierras.
En declaraciones al semanario EPOCA, Peñas asegura que Mariano Fernández Bermejo acudió a Cabeza Prieta acompañado por “su señora”, Susana Sánchez-Herrero, y dice que la idea de organizar la cacería surgió de la necesidad de hacer un descaste, “aconsejado por los especialistas medioambientales, y en virtud de un plan técnico que recomienda acabar con una demasía de animales que nos perjudican en la finca”.
Ni la llamada operación Gürtel -ordenada por Garzón, y en la que el magistrado ha imputado a diversos cargos del PP-, ni siquiera la copiosa nevada que el fin de semana cayó sobre Jaén impidieron a la comitiva trasladarse desde Madrid.
Fuente: lanacion.es
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