domingo, febrero 22, 2009

Zapatero planea relevar a Bermejo en su primera remodelación del Gobierno


Las irregularidades administrativas, torpezas y gestos imprudentes del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, motivarán su casi seguro relevo en la primera remodelación que efectúe el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Fuentes gubernamentales sitúan ese cambio antes de que España asuma la presidencia de la UE, lo que ocurrirá en el primer semestre de 2010.


Aunque los avatares que han rodeado la cacería en la que participó el ministro junto al juez Garzón, y otras cuarenta personas, será el elemento definitivo para su destitución, ha pesado mucho "su ausencia de pericia para resolver los conflictos" desde que en 2007 llegó al Gobierno.

"Uno puede cometer una imprudencia y no es un buen ejemplo, porque el ministro debería haber tenido licencia para cazar, como hay que tenerla para conducir". Esta apreciación de José Blanco, vicesecretario general del PSOE, ha influido de forma decisiva. Eso sí, muchos socialistas añaden esta observación: "Esto es una anécdota y una cortina de humo del PP, porque el problema no es de caza sino de cazo". En esta línea se mueve también la secretaria de Organización, Leire Pajín.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, trató de guardar un difícil equilibrio ante las preguntas de los periodistas. "El ministro ha cometido un error y una inoportunidad; pero él lo ha reconocido". No obstante, la desautorización vino de inmediato: "El Gobierno no tiene como prioridad hacer una ley para que los jueces no puedan hacer huelga". La respuesta de Bermejo a la huelga de jueces del pasado día 18 había sido anunciar, ese mismo día, una ley para prohibir en el futuro un paro similar, en vez de decir "mañana proseguimos la negociación a las nueve de la mañana", precisan las fuentes consultadas.

Desde que llegó al ministerio, Fernández Bermejo ha tenido que afrontar otros conflictos que no logró sofocar. En plena campaña electoral, en marzo de 2008, participantes en la huelga de funcionarios de justicia abroncaron a Zapatero a su llegada a numerosos mítines.

Ahora, los socialistas no quieren dar bazas al PP pero a la vez saben que existe un grave malestar con Bermejo, incluso dentro del Gobierno. La actitud del presidente, ostensiblemente distante de Bermejo el pasado martes en el Senado y el miércoles en el Congreso, es un dato de la máxima relevancia.

Fuente: elpais.com

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