jueves, febrero 19, 2009

No paran de descubrirse cacerías de Bermejo

Nuevos datos confirman que el modo en que Bermejo satisface su pasión por la caza sobrepasa lo «inoportuno», lo «innecesario», o lo «antiestético» -adjetivos empleados por él y sus correligionarios para dulcificar su montería con Garzón- y entran de lleno en el ámbito de lo inaceptable. Varios testigos acusan al ministro de ir a cazar gratis total con su familia a Quintos de Mora, una finca pública destinada a recepciones institucionales en la que sólo se autoriza la caza selectiva a los guardas; y de ser un invitado habitual de batidas cuyo precio no baja de 6.000 euros por escopeta.

Bermejo es recibido con gritos de "menos cazar y más trabajar". Ver vídeo


El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha utilizado para cazar gratis total en diversas ocasiones la finca patrimonio del Estado de Quintos de Mora (Toledo), la misma que George W.Bush comparó con su rancho texano de Crawford cuando se reunió allí con el entonces presidente José María Aznar en 2001.

Diversos testigos entre el personal de la finca citados por el PP aseguran que, al menos en agosto de 2007 y de 2008, Bermejo pasó varios días en Quintos de Mora con su familia y salió al campo a realizar aguardos nocturnos de jabalíes. Esos testimonios detallan hasta las fechas exactas en que se produjeron las estancias del ministro.

El Ministerio de Medio Ambiente afirmó que la caza está terminantemente prohibida en ese terreno. Unicamente se consiente a los funcionarios de ese Departamento que cumplen el servicio de guardería abatir algunas piezas de manera selectiva para garantizar el equilibrio cinegético y ecológico de las distintas especies que pueblan la finca.

El ministro de Justicia, acude también con frecuencia a monterías privadas en las que un puesto llega a cotizarse por encima de los 6.000 euros, según fuentes del mundo cinegético.

Desde el final de la primera legislatura de José María Aznar, Quintos de Mora, en los montes de Toledo, se convirtió en lugar de recepción institucional para altas personalidades: además de Bush, cenaron allí con Aznar el colombiano Andrés Pastrana, el mexicano Vicente Fox o el francés Jacques Chirac, entre otros muchos; con Zapatero lo hizo el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en 2007.

La finca, 900 hectáreas de bosque y monte bajo, cercana a Los Yébenes, ha sido objeto de varias remodelaciones para servir a esos fines y cuenta con piscina y otras comodidades, incluso con un pequeño helipuerto a cuatro kilómetros. Además de Bermejo, otros ministros también la han utilizado como lugar de descanso.

Antiguamente, se permitían las cacerías selectivas, en las que se podía participar a través de sorteos públicos. También han sido frecuentes las monterías institucionales, como las que protagonizó Felipe González durante los años 80. En la primera legislatura de Gobierno del PP, Quintos de Mora quedó adscrita al Ministerio de Medio Ambiente y desde entonces se prohibió toda actividad cinegética, con la citada excepción de la que sea necesaria para garantizar el equilibrio ecológico de la fauna, reservada exclusivamente a los guardas del terreno.

Según los testimonios que acusan a Bermejo, éste pasó en Quintos de Mora seis días, entre el 1 y el 5 de agosto de 2007, durante sus primeras vacaciones como ministro. Las fuentes citadas por el PP aseguran tener constancia de que, en ese tiempo, el ministro llevó a cabo varias batidas de jabalíes.

Añaden que Bermejo pernoctó en la finca al menos otros tres días del verano siguiente: entre el 20 y el 22 de agosto de 2008, y que también entonces realizó aguardos nocturnos de jabalíes. En una y otra estancia, también utilizaron las instalaciones de Quintos su esposa y su hija.

Desde que se destapase la cacería que compartieron el ministro de Justicia y el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón un día después de que el magistrado iniciase una operación judicial contra una trama de corrupción supuestamente vinculada al PP, se ha conocido la intensa afición de Bermejo por la actividad cinegética.

De hecho, fuentes del sector apuntan a que acude con frecuencia a monterías privadas de alto nivel, en las que el puesto nunca se cotiza por debajo de los 3.000 euros -precio al que debe añadirse el de cada pieza cobrada-, y en ocasiones llega a alcanzar los 6.000 o 7.000 euros.

En noviembre de 2008, por ejemplo, Bermejo participó en una cacería en la finca El Sotillo, una propiedad del empresario Ramón Lorenzo en el término pacense de Fuenlabrada de los Montes. El puesto del ministro alcanzó un precio de 6.000 euros.

Otros cotos que frecuenta Bermejo son los de Peñas Blancas, en Ciudad Real, y Balandrinos, en Toledo -muy cercano a Quintos de Mora-, adonde suele acudir acompañado del empresario Francisco Samper.

Fuente: elmundo.es

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