sábado, julio 04, 2009

Moron, Argentina: Un blogger mantiene en alerta a los tribunales

Se hace llamar "El Último Justiciero" y publica en la web infidencias de jueces, secretarios y juzgados. Todos están enojados pero nadie deja de leerlo. ¿Quién es el autor del blog? ¿Está cometiendo un delito?


Los funcionarios judiciales de este gigantesco Palacio de Tribunales se parten la cabeza para dar con El Último Justiciero. Se trata del autor de un blog que ventila esas conversaciones que pasan de boca en boca y llegan a los oídos de los que no tienen que llegar. Qué juzgado atiende en tiempo y forma y quienes malgastan sus energías.

"Todo lo que contribuya a publicitar el escandaloso aspecto que presenta la Justicia local, bienvenido sea”. Con estas palabras la página http://jusmoron.blogspot.com invita a la sociedad "harta de ver como se despedaza día a día este servicio" a volcar en este espacio y "en forma pública toda la verdad". Aunque aclara: "Se admite todo, absolutamente todo. Solamente se observarán aquellas contribuciones que resulten manifiestamente ilegales, indecorosas o delictivas".

Los celos entre el fuero Penal y el Civil son tan viejos como la humedad. Unos y otros se tiran bombas en cada oportunidad que se precie. Con la excusa de mantener las diferencias a flor de piel, aprovechan el mediático juicio al cura Julio César Grassi y la controvertida sentencia del Tribunal Oral N° 1 para sacar a relucir algunos trapitos al sol.

Con fundamentos o no, el blog desprestigia la manera de dictar sentencia que tienen los jueces penales. "Su trabajo es habitualmente oscuro, a horas desusadas, que con más verba que res, esta peculiar idiosincrasia tiende a esconder unos hábitos de trabajo bastante raros", indica una de las últimas notas que se titula "Mala práctica en el fuero Penal".

Con ironía, El Justiciero trata el pedido de licencia de los integrantes del tribunal que enjuició a Grassi, “dejando a su merced el trámite de las restantes causas, o mejor dicho, sobre las espaldas del pobre Secretario, de quien se dice quedó al borde del infarto”. Además, agrega: “Ni hablar, de paso, de la imagen que dejaron en el público, los dichos del Dr. (Luis) Andueza -integrante de dicho Tribunal- en una entrevista radial. Si no es posible defender la sentencia a viva voz, mejor callar y asirse del argumento remanido que los Jueces hablan por sus sentencias”.

Tampoco quedó bien parada la titular del Tribunal de Familia N° 3, Isabel Abitante. En el blog aseguran haber visto a “más de veinte personas en la fila de Mesa de Entradas” y solo “dos empleados que lejos de advertir que el negocio es despachar a los clientes rápido y bien para evitar su regreso, se encargan de hastiar a todos -público y letrados- con cualquier respuesta”.

Además, la página ofrece servicios varios. Tiene su sección de “Empleados destacados” y no podía faltar el “Ranking” de los diferentes juzgados según “la atención en mesa, tiempos de confronte o saque de paralizado, facilidad para sacar fotocopias, y -lo más importante- predisposición para solucionar problemas ante consultas”.

Voces en contra

Pero El Justiciero también tiene sus retractores. Un secretario de un juzgado Civil y Comercial de ese Departamento indicó que desde la página “están cometiendo un delito de falsedad ideológica y sin derecho a réplica donde el administrador borra comentarios que no le conviene”.

Hay otros empleados que van más allá y sospechan que la autoría de las maldades podría provenir de un juzgado vecino. Por eso cuidan sus palabras y con quien comentan ciertas cosas. “Está armado por gente misma del poder judicial. Todo indica que viene desde el Civil 7 a fin de destacarse y dejar en ridículo a otros empleados cuando ellos mismos tienen más problemas que todos los otros juntos”.

La mesa, café de por medio, suma sillas y se agregan fuentes. El recién llegado aporta más información: “También colaboran un grupo de abogados matriculados en Morón y La Matanza que como tuvieron problemas con las personas que mencionan o con los juzgados criticados, buscan de algún modo sucio, desvirtuar la imagen del Poder Judicial”.

Ofuscado, el funcionario asegura que “son los mismos abogados que se hacen amigos de los pibes de las mesas de entradas para después usarlos y pedirles favores, entonces obtienen privilegios a cambio de una docena de facturas o una caja de sandwichs de miga”.

¿Estamos frente a una interna abierta de los funcionarios del Fuero Civil de Morón? ¿Estas críticas construyen o destruyen?

El blogger se defiende y amenaza con contar más intimidades: “No es bueno pretender encontrar autores donde no los hay... El Último Justiciero, que está más cerca de lo que cualquiera supone, jamás ejerció la Abogacía ni tampoco es funcionario pero conoce al dedillo los vericuetos palaciegos. Tiene buenos oídos y muy buena memoria...”.

Fuente: 24con.com

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