Málaga: Los últimos días del Palacio de Justicia Miramar

Pilar ha llorado mucho en los últimos días y se funde en un emotivo abrazo con la dueña del estanco cercano al Palacio de Justicia Miramar. Silvia la secunda con un semblante igualmente compungido. Estas dos funcionarias saben que, a partir del lunes, trabajarán en la nueva Ciudad de la Justicia de Teatinos, un edificio novísimo pero que, según estas dos mujeres, "no tiene el mismo sabor". Las secciones penales y la Sala del Jurado de la Audiencia Provincial comenzaron su mudanza a la recién estrenada sede de la Justicia malagueña. El próximo día 22, el Miramar será sólo un lejano recuerdo.

José Luis Jaime, propietario de Mudanzas Jaime, está "muy satisfecho" sobre cómo se ha desarrollado el traslado. "Tengo a más de 30 personas aquí y hemos embalado más de 30.000 cajas y 250.000 carpetas de archivo. Sólo puedo agradecer a los funcionarios la colaboración que han demostrado durante el traslado", dice alegre mientras rellena una de las cajas que servirán para llevar sumarios y procedimientos abreviados al recién inaugurado edificio.

Los funcionarios de la Sección Primera seguían el pasado viernes cerrando cajas y dos de ellos explicaban a uno de los magistrados cómo llegar a su nuevo destino. "Estamos viendo cómo ir hasta allí sin comernos todas las caravanas del día", comenta divertido Francisco.

Otro funcionario indica que los magistrados "están contentos porque su despacho da al sol, pero a nosotros nos espera una suerte peor". Hasta el presidente de la Audiencia, Francisco Arroyo Fiestas, introduce ufano cajas en su vehículo.

Todos los esfuerzos son pocos, aunque las críticas, bañadas en la nostalgia, arrecian entre los últimos funcionarios del Miramar."Hoy -por el pasado viernes- van a trasladar 40 cajas de joyas, casi 500 kilos de oro hasta la Ciudad de la Justicia", señala una secretaria judicial, que explica que el metal precioso se llevará hasta Teatinos en una furgoneta especial y bajo fuertes medidas de seguridad.

Primero fue la Sección Primera, después será la Segunda, y así sucesivamente todas las secciones civiles y penales recalarán en la sede recién construida, de forma que para el día 22 de enero no quedará ni un alma en el Palacio Miramar. "Dicen que en los pasillos cercanos a la antigua Fiscalía se pasean varios fantasmas. Ésos serán los únicos moradores del palacio", explica divertido otro de los funcionarios.

Una foto en la escalinata de caracol del otrora lugar de acogida de toda la alta sociedad malagueña retrata los últimos minutos del Miramar como sede de la Justicia. Sólo el murmullo lejano de juicios multitudinarios como el de los casos ´Intelhorce´, ´Wanninkhof´ o el inacabado ´Fara´ se oye ya por los pasillos del vetusto edificio. Un hotel suplantará la función del Miramar en los últimos años, pero para el recuerdo quedará la función que ha jugado este destacado lugar en la historia de la judicatura local.

Fuente: laopiniondemalaga.es