Están escondidos en Estados Unidos, en Australia, en Alemania y probablemente también en España. Repartidos por todo el mundo viven más de 4.000 ex funcionarios chinos, que han ido escapando de su país con una fortuna que no les pertenece en estos últimos 30 años de crecimiento económico acelerado. Entre todos han robado 35.000 millones de euros de dinero público.La propia Fiscalía Suprema de la República Popular China ofreció los datos en un demoledor informe, concretando que la mayoría de los corruptos se encuentran ahora residiendo en países occidentales.
A pesar de que el texto no explica cómo se realizó la estimación, las cifras tienen sentido por varios motivos. Para empezar, porque la corrupción entre la clase política y administrativa está muy extendida y es, de hecho, uno de los principales problemas de China. Tanto que el Gobierno central considera una prioridad acabar con ella para mantener la estabilidad del sistema. A esto hay que añadir los bajos salarios del funcionariado. Al menos sobre el papel, algunos sueldos son realmente ridículos, incluso en la alta política y los consejos de administración de las empresas públicas. Por ejemplo, y según datos de 2006, el sueldo base del presidente Hu Hintao es de 3.050 yuanes mensuales, unos 300 euros al cambio.
El tercer factor que explicaría la fuga de los corruptos son las severas condenas que reserva el Código Penal chino a los políticos que meten mano a la caja. Y es que según las cantidades y las circunstancias del desfalco, se puede incluso acabar en el corredor de la muerte. El informe sí da algunos detalles sobre la manera de abandonar el país preferida por los corruptos que cruzan fronteras. Suelen apoyarse, al parecer, en mafias criminales chinas en el extranjero, que los ayudan a lavar el dinero, a invertirlo y a hacerse con falsos documentos de identidad para no ser descubiertos. Otra de las fórmulas clásicas es «esfumarse» durante una visita oficial a otro país, o un viaje de trabajo.
Con el evidente tono admonitorio que suelen tener estas campañas en China, el estudio se acompañó con una advertencia: el Gobierno ha aprobado la creación de una agencia especial que se encargará exclusivamente de frenar la huida al extranjero de funcionarios corruptos.
En este nuevo órgano colaborarán los ministerios de Seguridad Pública, Justicia y Asuntos Exteriores, por lo que teóricamente será más difícil abandonar el país con el botín. La Fiscalía advierte de que seguirán persiguiendo a quienes huyan con dinero público incluso más allá de las fronteras.
Fuente: larazon.es
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