Burgos. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCYL), José Luis Concepción, asegura que la falta de medios en Justicia resulta "evidente", con ejemplos claros en los que el volumen de asuntos es excesivo y los medios son "insuficientes e inadecuados".
Según declara, una de las principales carencias es, a su juicio, la incompatibilidad de los medios informáticos que se utilizan en las diferentes comunidades autónomas y de éstos con los que emplean, por ejemplo, los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado.
Concepción señala también los defectos del reglamento disciplinario por el que se rigen los jueces, porque la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial o las salas de gobierno de los tribunales superiores de Justicia de las comunidades autónomas se limitan a aplicar estrictamente la normativa y ésta no siempre es adecuada.
En este sentido, pone el ejemplo del juez Victoriano Lucio Revilla, que estuvo destinado en el juzgado de lo Contencioso de Burgos desde 2001 hasta principios de 2007, y luego fue trasladado al juzgado de lo Penal de Palencia, donde ejerce actualmente.
Tras su salida del juzgado de Burgos, la sala de Gobierno detectó que había dejado pendientes de dictar 109 sentencias y un centenar de procedimientos ordinarios en proceso, además de procedimientos abreviados pendientes desde 2005.
En opinión del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, es "triste" que una situación tan grave haya merecido del Consejo General del Poder Judicial una sanción de sólo 300 euros por falsificar el "alarde" —el estadillo en el que registró como quedaba el juzgado— en el que no figuraban asuntos pendientes.
"Anormalidad"
La situación de "disfuncionalidad y anormalidad" del juzgado ha obligado a la Sala de Gobierno del TSJCyL a adoptar medidas de refuerzo que se están aplicando, con un juez titular y una jueza suplente de refuerzo para acelerar las resoluciones.
Concepción confía en que el juzgado pueda ponerse al día en el primer trimestre de 2009.
Sin embargo, la actividad resolutiva del juez registrada por el Servicio de Inspección del CGPJ registró durante los años en que el juez estuvo destinado en Burgos índices de actividad resolutiva próximos o superiores al 100%, cuando el módulo de rendimiento que se considera suficiente es del ochenta.
Por otra parte, el presidente del Alto Tribunal de Castilla y León considera que una huelga de jueces sería tan "impensable" como una de ministros o de parlamentarios, porque representan a los tres poderes del Estado.
Concepción explicó que resultaría "paradójico" que uno de los poderes del Estado, el Judicial, realizase una huelga contra el propio Estado, y expresó sus "dudas" sobre la posibilidad legal de la misma según el texto Constitucional.
Con todo, reconoce que hay un "descontento evidente" en los miembros de la carrera judicial por el exceso de trabajo y la carencia de medios, que están generando un movimiento "sin precedentes".
En este sentido, el presidente del TSJCYL señala que los jueces están "inquietos", y el Gobierno y las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias para la dotación de medios de la Justicia "tienen que darse cuenta y solucionarlo".
Para Concepción, las condiciones de trabajo que "padece" la carrera judicial están más cerca del siglo XIX que de las que parecería lógico esperar en el siglo XXI.
Fuente: elmundo.es
Según declara, una de las principales carencias es, a su juicio, la incompatibilidad de los medios informáticos que se utilizan en las diferentes comunidades autónomas y de éstos con los que emplean, por ejemplo, los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado.
Concepción señala también los defectos del reglamento disciplinario por el que se rigen los jueces, porque la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial o las salas de gobierno de los tribunales superiores de Justicia de las comunidades autónomas se limitan a aplicar estrictamente la normativa y ésta no siempre es adecuada.
En este sentido, pone el ejemplo del juez Victoriano Lucio Revilla, que estuvo destinado en el juzgado de lo Contencioso de Burgos desde 2001 hasta principios de 2007, y luego fue trasladado al juzgado de lo Penal de Palencia, donde ejerce actualmente.
Tras su salida del juzgado de Burgos, la sala de Gobierno detectó que había dejado pendientes de dictar 109 sentencias y un centenar de procedimientos ordinarios en proceso, además de procedimientos abreviados pendientes desde 2005.
En opinión del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, es "triste" que una situación tan grave haya merecido del Consejo General del Poder Judicial una sanción de sólo 300 euros por falsificar el "alarde" —el estadillo en el que registró como quedaba el juzgado— en el que no figuraban asuntos pendientes.
"Anormalidad"
La situación de "disfuncionalidad y anormalidad" del juzgado ha obligado a la Sala de Gobierno del TSJCyL a adoptar medidas de refuerzo que se están aplicando, con un juez titular y una jueza suplente de refuerzo para acelerar las resoluciones.
Concepción confía en que el juzgado pueda ponerse al día en el primer trimestre de 2009.
Sin embargo, la actividad resolutiva del juez registrada por el Servicio de Inspección del CGPJ registró durante los años en que el juez estuvo destinado en Burgos índices de actividad resolutiva próximos o superiores al 100%, cuando el módulo de rendimiento que se considera suficiente es del ochenta.
Por otra parte, el presidente del Alto Tribunal de Castilla y León considera que una huelga de jueces sería tan "impensable" como una de ministros o de parlamentarios, porque representan a los tres poderes del Estado.
Concepción explicó que resultaría "paradójico" que uno de los poderes del Estado, el Judicial, realizase una huelga contra el propio Estado, y expresó sus "dudas" sobre la posibilidad legal de la misma según el texto Constitucional.
Con todo, reconoce que hay un "descontento evidente" en los miembros de la carrera judicial por el exceso de trabajo y la carencia de medios, que están generando un movimiento "sin precedentes".
En este sentido, el presidente del TSJCYL señala que los jueces están "inquietos", y el Gobierno y las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias para la dotación de medios de la Justicia "tienen que darse cuenta y solucionarlo".
Para Concepción, las condiciones de trabajo que "padece" la carrera judicial están más cerca del siglo XIX que de las que parecería lógico esperar en el siglo XXI.
Fuente: elmundo.es
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