martes, diciembre 02, 2008

Bilbao: El Registro Civil coge aire

El Gobierno vasco ha reforzado la plantilla del Registro Civil de Bilbao con cuatro nuevos empleados: tres funcionarios y una persona con contrato temporal. El Ejecutivo autonómico también ha dotado a la oficina de paneles luminosos para organizar la atención al público, al tiempo que ha intensificado la formación de los operarios.


Todas estas medidas «han agilizado el trabajo» y están permitiendo reducir también el tiempo de espera de los ciudadanos, según valora la máxima responsable del servicio, Alicia Sánchez.

El Registro Civil de Bilbao había tenido problemas recurrentes de saturación en los últimos tiempos. El volumen de trabajo también se ha multiplicado en la última década. «Muchos de los trámites que antes se hacían en Madrid se han descentralizado y han pasado a ser competencia de las diferentes oficinas locales», explica Sánchez. «Además, con el auge de la inmigración, cada vez realizamos más papeleo», admite.

Un ejemplo de ello es que, en breve, comenzarán a tramitarse las solicitudes de reparación para aquellas personas que fueron represaliadas durante la Guerra Civil o en el franquismo. La nueva Ley de Memoria Histórica atribuye a los registros un papel importante en la preparación de la documentación. Más trabajo para los funcionarios.

Butacas de espera

La plantilla en Bilbao ha aumentado de 18 a 22 empleados. Esta mayor dotación ha sido posible después de que la juez titular mantuviera varias reuniones con el Departamento de Justicia del Gobierno vasco. «También se ha mejorado la formación de la plantilla. Muchos de ellos eran nuevos y ahora han cogido más experiencia y, en general, se funciona bien ahora», manifestó Sánchez, con satisfacción.

En cuanto a los medios técnicos, el Ejecutivo autonómico ha cambiado las obsoletas 'jamoneras' -aparatos que reparten turnos de papel, como en las pescaderías- por máquinas más modernas que canalizan la consulta en virtud de su naturaleza. El puesto de información cuenta ahora con cuatro trabajadores y se han colocado butacas para hacer más cómodas unas esperas que «casi nunca» superan los 30 minutos, en el peor de los casos.

Por último, las nuevas tecnologías van entrando poco a poco en escena. «Ya hacemos muchos trámites por e-mail o Internet», apunta la responsable del servicio. Sin embargo, la principal asignatura pendiente sigue siendo la informatización de los libros. Algo que ahorraría un tiempo «precioso» a los funcionarios. La mejora está en estudio y podría ser una realidad el año que viene.

Fuente: elcorreodigital.com

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