«Los jueces hemos levantado la voz, tras 30 años de trabajar en silencio, para decirle al Ejecutivo que ya está bien, que nuestro volumen de trabajo es superior al que puede afrontarse con un esfuerzo abnegado y con los medios que tenemos, que son del siglo XIX», impropios del XXI. El presidente del TSJ, José Luis Concepción, explicaba así la huelga de jueces, que secundarán los de Zamora el 18 de febrero.
Los magistrados y jueces, incluidos los de la provincia de Zamora paralizarán su actividad el 18 de febrero para exigir «trabajar con la misma dignidad, con los mismos medios que cualquier otro estamento del Estado; y que no se produzcan injerencias de otros estamentos» en sus funciones, explicó José Luis Concepción, presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León.
El presidente del TSJ dijo confiar en que, a dos meses vista, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, «recapacite porque sólo pedimos que en 2008 el juez tenga los medios» acordes con su tiempo para cumplir su función.
El magistrado, que se desplazó a Zamora para participar en los actos de la Jornada de Puertas Abiertas organizado en la Audiencia Provincial, denunció con firmeza que «el poder judicial es el más desprotegido de los tres -frente al Ejecutivo y el Legislativo-, la asignatura pendiente» del Estado. Asimismo, se decantó por la «revisión del Pacto por la Justicia de 2001 con seriedad», para que el Gobierno dote a los juzgados de medios suficientes para un ejercicio eficaz de la misma.
El magistrado pidió a Bermejo que tome en consideración unas reivindicaciones que van dirigidas «no a incrementar las retribuciones de los jueces», sino a mejorar el funcionamiento de los juzgados y la impartición de justicia a los ciudadanos.
A la pregunta de si se precisa un mayor número de jueces Concepción respondió que sí, pero apostilló que «más que un problema de jueces es un problema de medios». E implicó para su resolución a «partidos políticos, al Ejecutivo y Legislativo, a los que exigió «una concienciación para modernizar la Justicia», para otorgar a los juzgados «medios modernos, con los que se paliaría la situación» actual de atasco o exceso de volumen de trabajo que sufren y que impiden a sus titulares desarrollar con la suficiente dedicación su labor de instrucción y dictado de sentencias. Y reiteró que el destinatario final de sus exigencias son los ciudadanos que acuden a la Justicia para resolver sus problemas. Los jueces «reivindicamos mejoras continuamente para el ejercicio de nuestras funciones porque ello redundará en el ciudadano».
Por su parte, el vocal del Consejo General del Poder Judicial que acudió a la Jornada, Miguel Collado, que participó en la Jornada de Puertas Abiertas, mantuvo una reunión con la Junta de Jueces de la provincia, donde los magistrados y jueces expusieron los términos del acuerdo alcanzado recientemente por el que aprobaron secundar el paro previsto para el 18 de febrero. Collado manifestó su deseo de que se alcance un acuerdo que impida el desarrollo de esa movilización, mientras que expresó el respaldo del Consejo General para poder propiciar el entendimiento entre Ejecutivo y jueces y conseguir las mejoras de medios materiales que exigen éstos.
«Queremos que los ciudadanos conozcan nuestras vicisitudes»
José Luis Concepción reconocía en Zamora la necesidad de aproximar la Justicia, el trabajo desarrollado por los jueces, a los ciudadanos, a quienes «no hemos sabido transmitir la labor que realizamos». Tras reseñar el «buen nivel» de los jueces y magistrados españoles en cuanto a «formación, eficacia, rendimiento y funcionamiento», admitía las negativas consecuencias del escaso contacto de este estamento del Estado con la sociedad, lo que ha impedido una mejor comprensión de las carencias y problemas que aquejan a los órganos judiciales.
Consecuentemente, subrayó la importancia de la Jornada de Puertas Abiertas, en este caso en la Audiencia Provincial de Zamora, que permiten al ciudadano «conocer nuestras vicisitudes y las dificultades que tenemos». Sólo así, con la consciencia de en qué circunstancias desempeñan su trabajo los jueces, «comprenderán mejor» su situación, concluyó.
El problema de los juzgados de Violencia de Género «precisa un plan global»
Otra de las exigencias que se puso de manifiesto fue la necesidad de que el Ministerio de Justicia elabore un plan global para los juzgados de Violencia de Género que permita resolver los casos que se denuncian en cada provincia sin que se produzca «el efecto rebote, la sobrecarga de trabajo».
El presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León, José Luis Concepción, planteó esta actuación después de haber reprochado al Ministerio «los parches» al poner en marcha la Ley específica, que únicamente dejó en Valladolid un Juzgado exclusivo de Violencia de Género. En el resto de las provincias se atribuyó esa competencia a uno mixto, con lo que se ha producido un colapso en esos órganos, a los que se liberó de algunos procedimientos penales que han pasado a repartirse al resto de juzgados. «Se crearon con la intención de acabar con esa lacra social y no se si seremos capaces de lograrlo», indicó Concepción, dado el incremento de denuncias de maltrato y la escasez de medios para resolverlos. Burgos será la segunda provincia de la región que disponga de un Juzgado de Violencia de Género exclusivo, anunció el presidente del TSJ.
Por su parte, el presidente de la Audiencia Provincial, Luis Brualla, recordó su petición de uno exclusivo para Zamora porque la complejidad de «estos asuntos precisan de una especial sensibilidad para atender a las mujeres».
Como muestra de esa complejidad, Brualla se refirió al próximo cese del juez de Violencia de Género en Zamora, a su vez titular del número 5, que «se ha ido al Social agobiado», ya que los procedimientos por maltrato absorben la mayor parte del tiempo de trabajo y, cuando se produce una denuncia, «se paraliza, se suspenden juicios previstos para esa jornada o las declaraciones y comparecencias». En caso de que no se conceda este juzgado, la Audiencia de Zamora seguirá solicitando uno mixto que pueda descargar a los cinco restantes de la capital, que también sufren las consecuencias de que uno de ellos sea a la vez de lo Mercantil.
Fuente: laopiniondezamora.es
Los magistrados y jueces, incluidos los de la provincia de Zamora paralizarán su actividad el 18 de febrero para exigir «trabajar con la misma dignidad, con los mismos medios que cualquier otro estamento del Estado; y que no se produzcan injerencias de otros estamentos» en sus funciones, explicó José Luis Concepción, presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León.
El presidente del TSJ dijo confiar en que, a dos meses vista, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, «recapacite porque sólo pedimos que en 2008 el juez tenga los medios» acordes con su tiempo para cumplir su función.
El magistrado, que se desplazó a Zamora para participar en los actos de la Jornada de Puertas Abiertas organizado en la Audiencia Provincial, denunció con firmeza que «el poder judicial es el más desprotegido de los tres -frente al Ejecutivo y el Legislativo-, la asignatura pendiente» del Estado. Asimismo, se decantó por la «revisión del Pacto por la Justicia de 2001 con seriedad», para que el Gobierno dote a los juzgados de medios suficientes para un ejercicio eficaz de la misma.
El magistrado pidió a Bermejo que tome en consideración unas reivindicaciones que van dirigidas «no a incrementar las retribuciones de los jueces», sino a mejorar el funcionamiento de los juzgados y la impartición de justicia a los ciudadanos.
A la pregunta de si se precisa un mayor número de jueces Concepción respondió que sí, pero apostilló que «más que un problema de jueces es un problema de medios». E implicó para su resolución a «partidos políticos, al Ejecutivo y Legislativo, a los que exigió «una concienciación para modernizar la Justicia», para otorgar a los juzgados «medios modernos, con los que se paliaría la situación» actual de atasco o exceso de volumen de trabajo que sufren y que impiden a sus titulares desarrollar con la suficiente dedicación su labor de instrucción y dictado de sentencias. Y reiteró que el destinatario final de sus exigencias son los ciudadanos que acuden a la Justicia para resolver sus problemas. Los jueces «reivindicamos mejoras continuamente para el ejercicio de nuestras funciones porque ello redundará en el ciudadano».
Por su parte, el vocal del Consejo General del Poder Judicial que acudió a la Jornada, Miguel Collado, que participó en la Jornada de Puertas Abiertas, mantuvo una reunión con la Junta de Jueces de la provincia, donde los magistrados y jueces expusieron los términos del acuerdo alcanzado recientemente por el que aprobaron secundar el paro previsto para el 18 de febrero. Collado manifestó su deseo de que se alcance un acuerdo que impida el desarrollo de esa movilización, mientras que expresó el respaldo del Consejo General para poder propiciar el entendimiento entre Ejecutivo y jueces y conseguir las mejoras de medios materiales que exigen éstos.
«Queremos que los ciudadanos conozcan nuestras vicisitudes»
José Luis Concepción reconocía en Zamora la necesidad de aproximar la Justicia, el trabajo desarrollado por los jueces, a los ciudadanos, a quienes «no hemos sabido transmitir la labor que realizamos». Tras reseñar el «buen nivel» de los jueces y magistrados españoles en cuanto a «formación, eficacia, rendimiento y funcionamiento», admitía las negativas consecuencias del escaso contacto de este estamento del Estado con la sociedad, lo que ha impedido una mejor comprensión de las carencias y problemas que aquejan a los órganos judiciales.
Consecuentemente, subrayó la importancia de la Jornada de Puertas Abiertas, en este caso en la Audiencia Provincial de Zamora, que permiten al ciudadano «conocer nuestras vicisitudes y las dificultades que tenemos». Sólo así, con la consciencia de en qué circunstancias desempeñan su trabajo los jueces, «comprenderán mejor» su situación, concluyó.
El problema de los juzgados de Violencia de Género «precisa un plan global»
Otra de las exigencias que se puso de manifiesto fue la necesidad de que el Ministerio de Justicia elabore un plan global para los juzgados de Violencia de Género que permita resolver los casos que se denuncian en cada provincia sin que se produzca «el efecto rebote, la sobrecarga de trabajo».
El presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León, José Luis Concepción, planteó esta actuación después de haber reprochado al Ministerio «los parches» al poner en marcha la Ley específica, que únicamente dejó en Valladolid un Juzgado exclusivo de Violencia de Género. En el resto de las provincias se atribuyó esa competencia a uno mixto, con lo que se ha producido un colapso en esos órganos, a los que se liberó de algunos procedimientos penales que han pasado a repartirse al resto de juzgados. «Se crearon con la intención de acabar con esa lacra social y no se si seremos capaces de lograrlo», indicó Concepción, dado el incremento de denuncias de maltrato y la escasez de medios para resolverlos. Burgos será la segunda provincia de la región que disponga de un Juzgado de Violencia de Género exclusivo, anunció el presidente del TSJ.
Por su parte, el presidente de la Audiencia Provincial, Luis Brualla, recordó su petición de uno exclusivo para Zamora porque la complejidad de «estos asuntos precisan de una especial sensibilidad para atender a las mujeres».
Como muestra de esa complejidad, Brualla se refirió al próximo cese del juez de Violencia de Género en Zamora, a su vez titular del número 5, que «se ha ido al Social agobiado», ya que los procedimientos por maltrato absorben la mayor parte del tiempo de trabajo y, cuando se produce una denuncia, «se paraliza, se suspenden juicios previstos para esa jornada o las declaraciones y comparecencias». En caso de que no se conceda este juzgado, la Audiencia de Zamora seguirá solicitando uno mixto que pueda descargar a los cinco restantes de la capital, que también sufren las consecuencias de que uno de ellos sea a la vez de lo Mercantil.
Fuente: laopiniondezamora.es
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