viernes, enero 15, 2010

Caamaño sólo ofrece promesas ante un futuro escenario incierto

Cuando todavía no ha cumplido un año en el cargo, el ministro de Justicia Francisco Caamaño tiene todas las tareas pendientes. A pesar de haber conseguido algún avance positivo, como conseguir un presupuesto al alza en un 11% –referido al gasto no financiero–, Caamaño ha sufrido la segunda huelga de los jueces y únicamente se ha limitado a impulsar líneas generales de actuación, como la futura oficina judicial, un plan de modernización o el diseño del sistema de conexión informática de las autonomías (EJIS).


Sin embargo, la necesidad de recursos para que funcione la Justicia sigue siendo acuciante, es muy probable que los primeros 200 millones de euros obtenidos con el objetivo de impulsar la modernización se queden cortos y todavía faltan por acometer reformas estructurales y legislativas importantes, como las nuevas demarcaciones judiciales, el desarrollo real de la oficina judicial o la modernización de los registros civiles.

- Presupuestos

El departamento de Justicia cumplirá en 2010 su tercer año consecutivo de subida en las previsiones presupuestarias. El incremento del 11% en el presupuesto de gastos no financieros permitía incluir los primeros 200 millones de euros prometidos para modernizar el sistema, un objetivo a tres años vista. No obstante, habrá que esperar a 2010 para ver si se ejecuta al 100%.

- Oficina judicial

Uno de los principales ejes que se ha planteado para avanzar en la reestructuración y mejora de la Justicia en España ha sido la puesta en marcha de la oficina judicial. Este instrumento permitiría en el futuro una mejor gestión de los órganos judiciales, lo que facilitaría agilizar el sistema. Sin embargo, hasta ahora sólo se han aprobado las reformas procesales necesarias para posibilitarla. Lo que falta es su puesta en marcha.

- Huelga y recursos

El ministro Caamaño vivió la segunda huelga de jueces en la Democracia. Si bien no tuvo un seguimiento importante, al menos 1.075 jueces según los datos del Consejo General del Poder Judicial la secundaron, lo que demostró que las filas de los togados siguen inquietas de cara al futuro. Aunque el ministro achacó la huelga a razones “políticas y retributivas”, los jueces que siguieron la huelga insistieron en que el volumen de asuntos que entran en los juzgados no se puede afrontar con los medios existentes.

- Modernización

Las mejoras que necesita la Justicia se les llama de forma genérica modernización. Pero antes que la implantación o extensión de las nuevas tecnologías, hay que cubrir carencias esenciales de los juzgados en medios informáticos, por ejemplo.

- Reformas concursal y penal

Aparte de las reformas estructurales y de dotación de más medios materiales a los juzgados y tribunales, en el plano de política legislativa habría que destacar dos retos importantes para Caamaño: la futura reforma concursal y la reforma de la actual Ley de Enjuiciamiento Criminal. En lo que se refiere a la primera, la comisión constituida en Justicia ya está trabajando.

Consejo General de la Abogacía

“Francisco Caamaño es el ministro que más compromisos ha adquirido hasta ahora para la mejora de la Justicia: hasta el momento sólo se ha materializado un considerable incremento en los presupuestos y la reforma de las leyes procesales para la implantación de la nueva oficina judicial”, afirma Carlos Carnicer, presidente del Consejo General de la Abogacía. El ministro debería, apunta, “incrementar las relaciones y la cooperación con todos los participantes en la acción de la Justicia”. Carnicer cree que Caamaño tiene la “oportunidad” de que “el inicio de un cambio profundo y ambicioso en la Justicia española y en su modernización tecnológica coincide con los que se van a producir en la Justicia europea”.

Asociación Profesional de la Magistratura

“La valoración del ministro es extraordinariamente negativa; aterrizó como el mago de la gestión, con una prédica de impulso a la Justicia, pero es un despliegue de retórica y buenas palabras”, afirma Antonio García, portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura, mayoritaria en la judicatura. García va incluso más allá y cree que lo realizado por Caamaño “es lo mismo que hubiera hecho el ministro anterior, Mariano Fernández Bermejo, excepto que éste no tiene ese carácter buenista”. García explica la realidad: “No estamos trabajando con más recursos y no vemos mejoras en nuestro quehacer diario, pero sí vemos que los litigios crecen exponencialmente; necesitamos más ordenadores y mejores comunicaciones”.

Fuente: expansion.com

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