Según BBC, Caroline Cartwright, británica de 48 años, ha sido condenada a ocho meses de prisión en suspenso por un tribunal de Newcastle por violar una sentencia anterior que advertía a la mujer por exceso de ruido y que derivó en una orden de conducta antisocial por incumplimiento. La mujer se ha defendido pidiendo "respeto a su vida privada y familiar".
Según la BBC, los vecinos reclamaban que los ruidos del matrimonio durante sus prácticas sexuales no dejaban a los vecinos dormir por las noches. La jueza Beatrice Bolton, que dictó la sentencia, ha asegurado haber escuchado un breve extracto de los ruidos de la mujer y dijo que "puedo comprender que sus vecinos estén ofendidos y angustiados". "El problema está en que sólo un día después de la primera sentencia, violó la orden. Tres días después, otra vez".
"Está claro que no hace ningún esfuerzo por guardar silencio", ha explicado la jueza, que además ha advertido a Caroline Cartwight que si vuelve a cometer nuevas infracciones de esta naturaleza, "irá a prisión". La mujer, si no quiere ingresar en la cárcel, deberá pasar doce meses sin gritar tanto mientras hace el amor.
Según expone la BBC, los vecinos denunciaron ruidos casi "sobrenaturales" que hacían pensar incluso en un asesinato a los vecinos. Algunos vecinos de los Cartwright contaron algunas de las molestias ocasionadas, como llegar tarde a su trabajo debido a imposibilidad de dormir por los ruidos "antinaturales" que producía.
En una audiencia previa, la mujer explicó que no lograba bajar el volumen de sus gritos cuando mantenía relaciones sexuales con su marido. Un sonómetro instalado en un apartamento vecino midió hasta 47 decibelios.
Fuente: Libertad Digital , Minuto Digital
Según la BBC, los vecinos reclamaban que los ruidos del matrimonio durante sus prácticas sexuales no dejaban a los vecinos dormir por las noches. La jueza Beatrice Bolton, que dictó la sentencia, ha asegurado haber escuchado un breve extracto de los ruidos de la mujer y dijo que "puedo comprender que sus vecinos estén ofendidos y angustiados". "El problema está en que sólo un día después de la primera sentencia, violó la orden. Tres días después, otra vez".
"Está claro que no hace ningún esfuerzo por guardar silencio", ha explicado la jueza, que además ha advertido a Caroline Cartwight que si vuelve a cometer nuevas infracciones de esta naturaleza, "irá a prisión". La mujer, si no quiere ingresar en la cárcel, deberá pasar doce meses sin gritar tanto mientras hace el amor.
Según expone la BBC, los vecinos denunciaron ruidos casi "sobrenaturales" que hacían pensar incluso en un asesinato a los vecinos. Algunos vecinos de los Cartwright contaron algunas de las molestias ocasionadas, como llegar tarde a su trabajo debido a imposibilidad de dormir por los ruidos "antinaturales" que producía.
En una audiencia previa, la mujer explicó que no lograba bajar el volumen de sus gritos cuando mantenía relaciones sexuales con su marido. Un sonómetro instalado en un apartamento vecino midió hasta 47 decibelios.
Fuente: Libertad Digital , Minuto Digital
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