El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, defendió que la Administración de Justicia no es "eficiente" porque "no se trabaja" y aseguró que mientras no se quiera "reconocer" esta situación no se podrá avanzar en la reforma del sector.
Durante su participación en una mesa redonda organizada por la Fundación Ortega y Gasset para debatir sobre la modernización de la Justicia, el magistrado de la Audiencia Nacional subrayó que el proceso de reforma se debe "construir sobre un cimiento mínimo" que en la actualidad "no existe", porque los jueces no trabajan lo suficiente y porque se dedican a tareas que no son de su incumbencia.
En concreto, Gómez Bermúdez aseguró que de las 24 horas y media semanales de trabajo estipuladas en el despacho, que supondrían seis horas diarias, algunos jueces acaban desempeñando como "horas reales" no más de "tres horas y cuarenta minutos", ya que "llegan media hora tarde, se van media hora antes" y dedican "dos horas a tomar café". "No somos eficientes porque no se trabaja", remachó.
Sin embargo, lamentó que en España "no hay un sólo funcionario sancionado", ya que "al quieto no se le sanciona jamás". "El que no hace nada no corre peligro", apuntó.
Además, defendió la necesidad de que se libere al juez de toda las actividades que no le corresponden y a las que se termina dedicando. Para ello, consideró que sería importante que el secretario judicial asumiera el mando de la Nueva Oficina Judicial y el juez acabe saliendo de la "batalla del proceso".
En su opinión, un sistema en el que "todo se sustente en el juez" será siempre "ineficiente por definición". El juez, dijo, debe ser un mero "árbitro", que resuelva los asuntos después de que hayan sido ya "cocinados" y sin entrar en el proceso "ni para bien ni para mal".
ACABAR CON EL "MIEDO" A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
Gómez Bermúdez también hizo hincapié en la importancia de las nuevas tecnologías y la necesidad de acabar con el "miedo" de aquellos que deben utilizarlas y que acaba perjudicando a los ciudadanos.
En su opinión, es "intolerable" que "el 50% de los magistrados de lo Penal no manejen los ordenadores", argumentado que "es su forma de trabajar" y con una actitud que acaba "perjudicando a sus compañeros". Para Gómez Bermúdez, el no uso de los instrumentos que el Estado ha puesto a disposición de los administradores de la Justicia "puede ser sancionado".
El magistrado alabó el Plan de Modernización puesto en marcha por el Ministerio de Justicia, obra de un "esfuerzo soberbio", pero matizó que no debería haber intentado "contentar a todos" y en algunos puntos debería haber sido más "tajante".
Como ejemplo, se refirió al proyecto destinado a acabar con el papel en la Audiencia Nacional, en el que, a su juicio, el departamento dirigido por Francisco Caamaño ha caído en un "error", porque según se ha planteado la desaparición del papel sólo va a ser "en parte", ya que sólo se digitalizarán los asuntos nuevos.
"Así no funciona nada, porque es imposible mantener el papel y no mantener el papel. Si desaparece el papel, que desaparezca del todo", afirmó el magistrado.
Por otra parte, y en lo que se refiere a la futura nueva Ley de demarcación y planta judicial, Gómez Bermúdez alertó de que la clave no está en el incremento del número de jueces, sino en que sean distruibidos de manera correcta. Esto, explicó, solucionaría la situación actual, en la que mientras "un 30% de los juzgados están sin trabajo, otro 30% es incapaz de resolver" todos los asuntos que tiene acumulados.
En la mesa redonda también participaron el presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer; el presidente del Consejo General de Procuradores, Juan Carlos Estévez, y el fiscal y jefe de la Unidad de Apoyo de la Fiscalía General del Estado José Luis Bueren.
Todos coincidieron en destacar la necesidad de que todas las partes arrimen el hombro para "sacar adelante" a la Justicia y en asegurar que en el momento hay "buen ambiente" para ello, aunque con algunas reservas respecto a dónde se está situando el foco.
Así, Bueren defendió la necesidad de abordar la reforma del modelo procesal, que a día de hoy se asienta en una ley de Enjuiciamiento criminal "de hace tres siglos" que "no soporta ni un apuntalamiento más". En su opinión, ésta es la "pega" que se le puede achacar al Ministerio.
Otros de los asuntos debatidos durante la tarde fue la necesidad de modernizar el sistema de acceso a la carrera judicial y elaborar una política de formación continuada. En opinión de todos los presentes, los problemas de la judicatura no se resolverán incrementando el número de jueces y fiscales, sino en garantizar su acceso al puesto con la formación adecuada.
Fuente: EcoDiario
Durante su participación en una mesa redonda organizada por la Fundación Ortega y Gasset para debatir sobre la modernización de la Justicia, el magistrado de la Audiencia Nacional subrayó que el proceso de reforma se debe "construir sobre un cimiento mínimo" que en la actualidad "no existe", porque los jueces no trabajan lo suficiente y porque se dedican a tareas que no son de su incumbencia.
En concreto, Gómez Bermúdez aseguró que de las 24 horas y media semanales de trabajo estipuladas en el despacho, que supondrían seis horas diarias, algunos jueces acaban desempeñando como "horas reales" no más de "tres horas y cuarenta minutos", ya que "llegan media hora tarde, se van media hora antes" y dedican "dos horas a tomar café". "No somos eficientes porque no se trabaja", remachó.
Sin embargo, lamentó que en España "no hay un sólo funcionario sancionado", ya que "al quieto no se le sanciona jamás". "El que no hace nada no corre peligro", apuntó.
Además, defendió la necesidad de que se libere al juez de toda las actividades que no le corresponden y a las que se termina dedicando. Para ello, consideró que sería importante que el secretario judicial asumiera el mando de la Nueva Oficina Judicial y el juez acabe saliendo de la "batalla del proceso".
En su opinión, un sistema en el que "todo se sustente en el juez" será siempre "ineficiente por definición". El juez, dijo, debe ser un mero "árbitro", que resuelva los asuntos después de que hayan sido ya "cocinados" y sin entrar en el proceso "ni para bien ni para mal".
ACABAR CON EL "MIEDO" A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
Gómez Bermúdez también hizo hincapié en la importancia de las nuevas tecnologías y la necesidad de acabar con el "miedo" de aquellos que deben utilizarlas y que acaba perjudicando a los ciudadanos.
En su opinión, es "intolerable" que "el 50% de los magistrados de lo Penal no manejen los ordenadores", argumentado que "es su forma de trabajar" y con una actitud que acaba "perjudicando a sus compañeros". Para Gómez Bermúdez, el no uso de los instrumentos que el Estado ha puesto a disposición de los administradores de la Justicia "puede ser sancionado".
El magistrado alabó el Plan de Modernización puesto en marcha por el Ministerio de Justicia, obra de un "esfuerzo soberbio", pero matizó que no debería haber intentado "contentar a todos" y en algunos puntos debería haber sido más "tajante".
Como ejemplo, se refirió al proyecto destinado a acabar con el papel en la Audiencia Nacional, en el que, a su juicio, el departamento dirigido por Francisco Caamaño ha caído en un "error", porque según se ha planteado la desaparición del papel sólo va a ser "en parte", ya que sólo se digitalizarán los asuntos nuevos.
"Así no funciona nada, porque es imposible mantener el papel y no mantener el papel. Si desaparece el papel, que desaparezca del todo", afirmó el magistrado.
Por otra parte, y en lo que se refiere a la futura nueva Ley de demarcación y planta judicial, Gómez Bermúdez alertó de que la clave no está en el incremento del número de jueces, sino en que sean distruibidos de manera correcta. Esto, explicó, solucionaría la situación actual, en la que mientras "un 30% de los juzgados están sin trabajo, otro 30% es incapaz de resolver" todos los asuntos que tiene acumulados.
En la mesa redonda también participaron el presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer; el presidente del Consejo General de Procuradores, Juan Carlos Estévez, y el fiscal y jefe de la Unidad de Apoyo de la Fiscalía General del Estado José Luis Bueren.
Todos coincidieron en destacar la necesidad de que todas las partes arrimen el hombro para "sacar adelante" a la Justicia y en asegurar que en el momento hay "buen ambiente" para ello, aunque con algunas reservas respecto a dónde se está situando el foco.
Así, Bueren defendió la necesidad de abordar la reforma del modelo procesal, que a día de hoy se asienta en una ley de Enjuiciamiento criminal "de hace tres siglos" que "no soporta ni un apuntalamiento más". En su opinión, ésta es la "pega" que se le puede achacar al Ministerio.
Otros de los asuntos debatidos durante la tarde fue la necesidad de modernizar el sistema de acceso a la carrera judicial y elaborar una política de formación continuada. En opinión de todos los presentes, los problemas de la judicatura no se resolverán incrementando el número de jueces y fiscales, sino en garantizar su acceso al puesto con la formación adecuada.
Fuente: EcoDiario
No hay comentarios:
Publicar un comentario