A juicio del STAJ, las instalaciones presentan "deficiencias" en la doble vertiente de seguridad, tanto de los funcionarios como de las personas que reciben el servicio, y en relación con la privacidad, pues "los ciudadanos tienen derecho a recibir atención en un entorno que respete su intimidad".
En este sentido, el sindicato considera que "no es de recibo que haya víctimas que estén esperando a escasos metros de sus agresores, o que mientras se les oye en declaración sobre temas normalmente delicados, cualquier persona sin relación con el asunto pueda enterarse".
El delegado de STAJ en Cantabria, Manuel Barriuso, se reunirá con el juez decano de Santander, José Arsuaga, para recabar su apoyo en este asunto. En su opinión, las deficiencias serían subsanables sin necesidad de grandes inversiones.
Fuente: gentedigital.es
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