Un coche de la Policía Local fue apedreado el lunes cuando se encontraba en el interior de la barriada Príncipe Alfonso. Como consecuencia de la agresión al vehículo, una de las lunas presentaba un agujero, la chapa estaba dañada por diferentes zonas y sus ocupantes, un policía y un agente judicial, quedaron completamente sumidos en un estado de nerviosismo y ansiedad difícilmente superable a corto plazo.
Los hechos ocurrieron por la mañana, cuando el agente judicial se dirigía a una de las viviendas de la zona para entregar en mano una notificación oficial del Juzgado. Según fuentes cercanas, es habitual que un policía y un coche oficial perfectamente identificado acompañen al funcionario de Justicia para que pueda realizar su trabajo sin problemas. Fue en la calle San Daniel, en pleno corazón del Príncipe, cuando un grupo de individuos comenzó a lanzar piedras contra el vehículo.
De momento se desconocen los motivos de tal agresión, aunque los continuos altercados que se producen en la zona con los servicios públicos parecen haber convertido esta práctica en algo habitual. Precisamente la semana pasada, el viernes, el cuerpo de Bomberos se quejaba de que les habían apedreado cuando se disponía a apagar un contenedor ardiendo que había cerca del colegio Reina Sofía. Afortunadamente, nadie resultó herido en el ataque al coche policial ni a los Bomberos, aunque en ambos casos la indignación por los ataques se une a la incomprensión de tales hechos.
Con anterioridad, otros servicios públicos han sido objeto de agresiones injustificadas por parte de un grupo de vándalos que, en algunos casos, provocan incendios y situaciones similares para atraer a sus potenciales víctimas. Unas víctimas que se encuentran completamente desprotegidas, ya que los medios para evitar este tipo de incidencias no están funcionando de forma correcta. “No nos queda más remedio que seguir subiendo y aguantarnos”, aseguraron fuentes policiales. Los problemas con el autobús son un caso aparte. Los responsables políticos mediaron en ese conflicto y pusieron en marcha unas medidas extrapoliciales para atajar una cuestión que superaba a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y se centraba en lo meramente conductual. El transporte público llegó a no transitar por el interior de la barriada aunque, finalmente, tras el trabajo realizado, los conflictos se han reducido y el autobús está pudiendo realizar su recorrido a través del Príncipe.
Los apedreamientos, que se están convirtiendo en un mal endémico y permanente, deben ser tratados de forma urgente.
Fuente: elfarodigital.es
Los hechos ocurrieron por la mañana, cuando el agente judicial se dirigía a una de las viviendas de la zona para entregar en mano una notificación oficial del Juzgado. Según fuentes cercanas, es habitual que un policía y un coche oficial perfectamente identificado acompañen al funcionario de Justicia para que pueda realizar su trabajo sin problemas. Fue en la calle San Daniel, en pleno corazón del Príncipe, cuando un grupo de individuos comenzó a lanzar piedras contra el vehículo.
De momento se desconocen los motivos de tal agresión, aunque los continuos altercados que se producen en la zona con los servicios públicos parecen haber convertido esta práctica en algo habitual. Precisamente la semana pasada, el viernes, el cuerpo de Bomberos se quejaba de que les habían apedreado cuando se disponía a apagar un contenedor ardiendo que había cerca del colegio Reina Sofía. Afortunadamente, nadie resultó herido en el ataque al coche policial ni a los Bomberos, aunque en ambos casos la indignación por los ataques se une a la incomprensión de tales hechos.
Con anterioridad, otros servicios públicos han sido objeto de agresiones injustificadas por parte de un grupo de vándalos que, en algunos casos, provocan incendios y situaciones similares para atraer a sus potenciales víctimas. Unas víctimas que se encuentran completamente desprotegidas, ya que los medios para evitar este tipo de incidencias no están funcionando de forma correcta. “No nos queda más remedio que seguir subiendo y aguantarnos”, aseguraron fuentes policiales. Los problemas con el autobús son un caso aparte. Los responsables políticos mediaron en ese conflicto y pusieron en marcha unas medidas extrapoliciales para atajar una cuestión que superaba a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y se centraba en lo meramente conductual. El transporte público llegó a no transitar por el interior de la barriada aunque, finalmente, tras el trabajo realizado, los conflictos se han reducido y el autobús está pudiendo realizar su recorrido a través del Príncipe.
Los apedreamientos, que se están convirtiendo en un mal endémico y permanente, deben ser tratados de forma urgente.
Fuente: elfarodigital.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario