Juan Antonio Luque, secretario del STAJ, subraya: «Sabemos que la única solución al atasco que sufren los juzgados es la creación de más oficinas. No obstante, ante la falta de creación de éstos, como mal menor la Junta diseñó unos planes de refuerzo. La supresión de los mismos pone de manifiesto la poca amplitud de miras de la Consejería de Gobernación y Justicia». «La no continuidad de los planes va a suponer aún mas retraso en la tramitación de los expedientes, puesto que se ha empezado a trabajar en unos procedimientos que ahora quedarán paralizados siendo baldío el esfuerzo realizado», recalca el responsable del STAJ.
Sísifo enfadó a los dioses por su astucia y éstos lo castigaron a empujar una gran piedra hasta la cima de una montaña para que, una vez arriba, el peñasco volviera a caer, con lo que su trabajo no servía de nada. Así hasta la eternidad. Los funcionarios de Justicia de Málaga sonríen cuando se les relata un mito que explica, mejor que cualquier otra metáfora, lo que ha ocurrido con los planes de tarde de la Junta para apoyar a los juzgados más saturados: la carga de trabajo ha seguido creciendo, pero a menor ritmo. Por eso, su punto y final preludia un nuevo colapso, y van varios: «Estos planes sirven en el momento, pero cuando se acaban...», asegura el juez decano de Málaga, José María Páez.
Los planes de tarde de la Consejería de Gobernación y Justicia se aplicaron a 47 juzgados de la provincia y se han desarrollado desde el 1 de septiembre al 11 de noviembre. Consistían en que, según el órgano, entre tres y cinco funcionarios trabajaban durante tres días a la semana por un periodo de 180 minutos para tramitar más papeles y aliviar el colapso de las oficinas. La Justicia no sólo está asfixiada por sus carencias estructurales, sino además por la lluvia de asuntos pendientes derivados de la crisis económica: cuando hay carestía de dinero se delinque y se debe más. Éstos fueron los motivos aducidos por la Junta, en una resolución fechada el 5 de julio, para impulsar las medidas de refuerzo.
Rebelión en Primera Instancia
Ahora, los que han puesto el grito en el cielo son los secretarios de Primera Instancia de la capital afectados por estos planes de tarde (doce en total). Todos ellos han enviado comunicaciones a la Consejería de Gobernación y Justicia pidiendo la prórroga de los planes.
Fermín Villarrubia, vocal y delegado provincial del Colegio Nacional de Secretarios Judiciales, lo tiene claro: «Es tal el incremento de asuntos en los juzgados civiles que, en vez de cumplir lo que se propusieron, reducir las causas pendientes, sólo se ha conseguido paliar la carga de trabajo, es decir, evitar que vayamos a peor. Para entendernos, han valido para que no nos hundamos más. La situación es insostenible».
Los juzgados de Primera Instancia (18 en la capital) soportan el peso de la resolución de asuntos derivados de la crisis financiera y eso se nota. Dos datos: hasta el 1 de noviembre de 2009, entraron en estos órganos 237.590 escritos, frente a los 259.097 de los primeros diez meses de este ejercicio (20.000 más). Por otro lado, en el mismo periodo de 2009, se presentaron 46.428 demandas, frente a las 47.916 de 2010.
Prórroga de los planes
El juez decano reconoce «la incidencia» positiva de los planes, pese a definirlos como «parches». La solución debe buscarse en la reforma profunda de la Administración de Justicia: «Debemos hacer un estudio serio de las necesidades, reclamamos planes de apoyo con una planificación sostenida en el tiempo y consensuados con los implicados. Pero el problema es estructural. Esperamos como agua de mayo la nueva oficina judicial».
Los mandos intermedios de la delegación de Gobernación y Justicia no cesan de repetir a los responsables judiciales que no hay dinero y que, en principio, no se van a prorrogar.
Fuente: laopiniondemalaga.es
Sísifo enfadó a los dioses por su astucia y éstos lo castigaron a empujar una gran piedra hasta la cima de una montaña para que, una vez arriba, el peñasco volviera a caer, con lo que su trabajo no servía de nada. Así hasta la eternidad. Los funcionarios de Justicia de Málaga sonríen cuando se les relata un mito que explica, mejor que cualquier otra metáfora, lo que ha ocurrido con los planes de tarde de la Junta para apoyar a los juzgados más saturados: la carga de trabajo ha seguido creciendo, pero a menor ritmo. Por eso, su punto y final preludia un nuevo colapso, y van varios: «Estos planes sirven en el momento, pero cuando se acaban...», asegura el juez decano de Málaga, José María Páez.
Los planes de tarde de la Consejería de Gobernación y Justicia se aplicaron a 47 juzgados de la provincia y se han desarrollado desde el 1 de septiembre al 11 de noviembre. Consistían en que, según el órgano, entre tres y cinco funcionarios trabajaban durante tres días a la semana por un periodo de 180 minutos para tramitar más papeles y aliviar el colapso de las oficinas. La Justicia no sólo está asfixiada por sus carencias estructurales, sino además por la lluvia de asuntos pendientes derivados de la crisis económica: cuando hay carestía de dinero se delinque y se debe más. Éstos fueron los motivos aducidos por la Junta, en una resolución fechada el 5 de julio, para impulsar las medidas de refuerzo.
Rebelión en Primera Instancia
Ahora, los que han puesto el grito en el cielo son los secretarios de Primera Instancia de la capital afectados por estos planes de tarde (doce en total). Todos ellos han enviado comunicaciones a la Consejería de Gobernación y Justicia pidiendo la prórroga de los planes.
Fermín Villarrubia, vocal y delegado provincial del Colegio Nacional de Secretarios Judiciales, lo tiene claro: «Es tal el incremento de asuntos en los juzgados civiles que, en vez de cumplir lo que se propusieron, reducir las causas pendientes, sólo se ha conseguido paliar la carga de trabajo, es decir, evitar que vayamos a peor. Para entendernos, han valido para que no nos hundamos más. La situación es insostenible».
Los juzgados de Primera Instancia (18 en la capital) soportan el peso de la resolución de asuntos derivados de la crisis financiera y eso se nota. Dos datos: hasta el 1 de noviembre de 2009, entraron en estos órganos 237.590 escritos, frente a los 259.097 de los primeros diez meses de este ejercicio (20.000 más). Por otro lado, en el mismo periodo de 2009, se presentaron 46.428 demandas, frente a las 47.916 de 2010.
Prórroga de los planes
El juez decano reconoce «la incidencia» positiva de los planes, pese a definirlos como «parches». La solución debe buscarse en la reforma profunda de la Administración de Justicia: «Debemos hacer un estudio serio de las necesidades, reclamamos planes de apoyo con una planificación sostenida en el tiempo y consensuados con los implicados. Pero el problema es estructural. Esperamos como agua de mayo la nueva oficina judicial».
Los mandos intermedios de la delegación de Gobernación y Justicia no cesan de repetir a los responsables judiciales que no hay dinero y que, en principio, no se van a prorrogar.
Fuente: laopiniondemalaga.es
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