lunes, noviembre 29, 2010

´Un funcionario de Justicia ha de ser comprensivo, no sólo tramitar papeles´

Leal, prudente, inteligente y muy trabajador. Así definen sus compañeros de trabajo a Antonio Susarte, que ha sido la mano derecha de todos los presidentes del TSJ de Murcia. Susarte tiene 69 años y lleva más de cincuenta dedicando su vida a la Justicia. Mañana martes el muleño firma su cese como funcionario por jubilación, momento que ha retrasado cuatro años por su amor a la Justicia. «Es uno de los pilares del TSJ», comenta Paco, otro compañero de oficio, mientras enumera las cualidades de Antonio.


¿Como llegó usted a la Administración de Justicia?

Empecé desde abajo, a los dieciocho saqué plaza en el Servicio de Extensión Agraria de Mula, pero seguí preparándome porque lo que me gustaba era la Justicia. Me lo habían inculcado mis mentores en Mula, Juan Iborra y Fernando Imbernón, que me enseñaron lo bonita que podía ser la profesión.

¿Y trabajó en Murcia desde el principio?

No. Empecé en Granada, en un juzgado de instrucción. Después estuve en Cambados (Pontevedra) donde eran procesos rurales, en Puertollano (Ciudad Real) donde tratábamos conflictos de los mineros sindicalistas en el anterior régimen. Luego me fui a Elche, donde predominaban las cuestiones de empresas, como la antigua suspensión de pagos. Cuando regresé a Murcia acababan de implantar de Ley del Divorcio, pero no tuvimos tanto trabajo como pensábamos porque la gente arreglaba sus problemas al margen de la ley.

¿En qué momento llegó al TSJ?

Cuando se creó, al separar la Justicia de la de Albacete. El primer presidente, Francisco Martínez Muñoz, había trabajado conmigo en un juzgado y me planteó la posibilidad de acompañarle en este proyecto.

¿Y qué recuerda de la puesta en marcha del Tribunal Superior?

Tengo muy buenos recuerdos junto a Martínez Muñoz, que tenía una gran humanidad. Partíamos desde cero, así que tuvimos que inventar para saber cómo actuar en muchos ámbitos.

¿Han cambiado mucho los métodos de trabajo desde su época?

Sí, ahora todo es más cómodo con las nuevas tecnologías. Antes redactábamos las sentencias en una Lexicon 80 y hacíamos copias en papel carbón. Cuando había que hacer diez copias, el de la décima ya ni la leía. Tampoco existían juzgados de guardia nocturnos, así que el taxista iba casa por casa recogiendo al juez, al secretario...

¿Qué características ha de tener un funcionario de Justicia?

Además de saber al dedillo las leyes procesales ha de ser buena persona, no limitarse a tramitar papeles, sino que debe estar comprometido con el ciudadano, comprendiéndolo, porque quien acude a la Justicia intenta solucionar una cuestión que puede ser vital.

Con su dedicación a la profesión, ¿cómo lo ha conciliado con la vida familiar?

A veces ha sido complicado –se emociona Antonio–, pero he tenido la suerte de pasar mi vida con una gran mujer que me ha entendido, y con su perfecta labor ha logrado que nuestros cuatro hijos sean educados y personas de las que sentirse muy orgulloso.


Fuente: laopiniondemurcia.es

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